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Voto de TOM REGAN:
7
7,1
839
Comedia. Romance
Jimmy McDonald, empleado de la Compañía Cafetera Baxter, se niega a casarse con su novia, Betty Casey, hasta que no haya prosperado. Para ver cumplido su sueño, Jimmy, al que le encanta participar en concursos, envía un lema al concurso de la Compañía Cafetera Maxford. Tres de sus amigos deciden gastarle una broma y le mandan un telegrama diciéndole que ha ganado los 25.000 dólares del primer premio. Jimmy, Betty y toda la oficina ... [+]
17 de octubre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
334/04(07/10/20) Muy entretenida comedia escrita dirigida por Preston Sturges hace ya 8 décadas, con un indudable sabor capriano (epítome el barrio y sus vecinos en jolgorio con los regalos del ‘triunfador’) en su atmósfera de fábula moral que sea cerca a la sociedad con bisturí analítico positivista. Sturges se basa en su obra de 1931 “A Cup of Coffee”, siendo la segunda película de Sturges (hace un cameo Sturges hizo un cameo como un hombre escuchando la radio mientras le limpiaban los zapatos), como guionista y director (tras “The Great McGinty), siendo protagonizada por Dick Powell y Ellen Drew. Partiendo de una idea endeble el director sabe sacarle gran partido dejando al aire las vergüenzas de muchos, entretejiendo una narración surtida de sueños, bromas, equívocos, malentendidos, y hasta un festín propio del más genuino slapstick del cine silente en una batalla callejera de tartas (o similares: pescado, tomates, pasteles,...). Un argumento desarrollado con gran agilidad, con un ritmo trepidante, de ahí sus muy bien aprovechados escaso poco más de una hora de duración (67 min.), donde con ternura, alegría de vivir, esperanza, evoluciona un relato emocionante sin ser sentimentaloide, en una inteligente revisión del Sueño Americano, de sus vericuetos, de como ‘Dios escribe derecho en renglones torcidos’, indagando en la fina línea que separa el éxito de la frustración, entrando con acidez en sentido del Capitalismo, del embelesamiento de este (reflejado esto en el jefe del protagonista y el jefe de la empresa que da el premio) con el Triunfador.
Historia de un modesto empleado de una empresa fabricante de café que, sintiendo que tiene alma de publicista, decide participar en un concurso sobre un slogan que está promoviendo la Casa Maxford, competidora de la empresa en la que él trabaja. Pero, James MacDonald (Dick Powell) sueña, y junto a su novia Betty Casey (Ellen Drew), hace planes para el futuro... hasta que una pesada broma de sus compañeros lo lleva a creer que, efectivamente, se ganó el gran premio, con el slogan: "Si no puedes dormir por la noche, no es el café, es la litera".
El director y guionista indaga en como el prestigio social hace que la percepción que tengan los demás de ti se atomice hasta lo absurdo, te rindan pleitesía solamente porque alguien ha dicho que tienes talento, da igual que tu no sepas apreciarlo, pero si hay algún ‘experto’ que ha colocado este marchamo debe ser cierto y entonces el mundo se abre a tus pies. Con estos mimbres Sturges hace una deconstrucción del Sueño Americano, le da vuelta y media, lo retuerce hasta sacarle su jugo, para venir a decaernos que todos merecemos una oportunidad, esos quince minutos de gloria que decía Andy Warhol, y entonces hay que saber aprovecharlos, para poder establecerse en ese 0,5% que se dice son las que tiene éxito, el resto deben sobrevivir como puedan (¿?).
La pareja protagónica Dick Powell y Ellen Drew resultan entrañables en su nobleza e idealismo; Se suman una notable galería de secundarios que en poco en pantalla saben desprender alma y carácter, como el jefe de sección de James, el jefe de la empresa, el dueño de los grandes almacenes, o el jefe de la compañía de café que el da el premio a James, todos desprendiendo humanidad. Destacar el mordaz uso que Sturges da a un gato negro, sobre si es una señal o ‘solo es un gato’.
El clímax que se da entre su jefe en la empresa y James, con la ‘abogada’ de su novia en un intenso monólogo resulta conmovedor. El epílogo es de lo más predecible, se ve venir de muy pero muy lejos.
Historia de un modesto empleado de una empresa fabricante de café que, sintiendo que tiene alma de publicista, decide participar en un concurso sobre un slogan que está promoviendo la Casa Maxford, competidora de la empresa en la que él trabaja. Pero, James MacDonald (Dick Powell) sueña, y junto a su novia Betty Casey (Ellen Drew), hace planes para el futuro... hasta que una pesada broma de sus compañeros lo lleva a creer que, efectivamente, se ganó el gran premio, con el slogan: "Si no puedes dormir por la noche, no es el café, es la litera".
El director y guionista indaga en como el prestigio social hace que la percepción que tengan los demás de ti se atomice hasta lo absurdo, te rindan pleitesía solamente porque alguien ha dicho que tienes talento, da igual que tu no sepas apreciarlo, pero si hay algún ‘experto’ que ha colocado este marchamo debe ser cierto y entonces el mundo se abre a tus pies. Con estos mimbres Sturges hace una deconstrucción del Sueño Americano, le da vuelta y media, lo retuerce hasta sacarle su jugo, para venir a decaernos que todos merecemos una oportunidad, esos quince minutos de gloria que decía Andy Warhol, y entonces hay que saber aprovecharlos, para poder establecerse en ese 0,5% que se dice son las que tiene éxito, el resto deben sobrevivir como puedan (¿?).
La pareja protagónica Dick Powell y Ellen Drew resultan entrañables en su nobleza e idealismo; Se suman una notable galería de secundarios que en poco en pantalla saben desprender alma y carácter, como el jefe de sección de James, el jefe de la empresa, el dueño de los grandes almacenes, o el jefe de la compañía de café que el da el premio a James, todos desprendiendo humanidad. Destacar el mordaz uso que Sturges da a un gato negro, sobre si es una señal o ‘solo es un gato’.
El clímax que se da entre su jefe en la empresa y James, con la ‘abogada’ de su novia en un intenso monólogo resulta conmovedor. El epílogo es de lo más predecible, se ve venir de muy pero muy lejos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El epílogo por supuesto me refiero a que finalmente el premio es para James McDonald.
Los títulos de trabajo para la Navidad de julio fueron "Los neoyorquinos", "Algo de qué gritar" y "Una taza de café", el último de los cuales era el nombre de la obra de teatro que Sturges escribió en 1931 en la que se basó la película. A Cup of Coffee permaneció sin producirse hasta 1988, cuando Soho Rep en la ciudad de Nueva York montó una producción. En 1934, Universal contrató a Sturges para que dirigiera una película basada en la obra, pero ese proyecto fracasó cuando el estudio encontró otro trabajo para asignarle, incluida la corrección del guión de Diamond Jim. Una vez que se completó esa tarea, el mentor de Sturges en el estudio, el productor Henry Henigson, se fue, sin dejar a nadie en Universal para defender la película de Sturges. Una vez que el propio Sturges se mudó a Paramount, hizo un trato con el estudio para comprar el guión por $ 6,000.
Me queda una película muy amena, que deja un muy regusto, y alcanza un delicioso poso en el espectador. Fuerza y honor!!!
Los títulos de trabajo para la Navidad de julio fueron "Los neoyorquinos", "Algo de qué gritar" y "Una taza de café", el último de los cuales era el nombre de la obra de teatro que Sturges escribió en 1931 en la que se basó la película. A Cup of Coffee permaneció sin producirse hasta 1988, cuando Soho Rep en la ciudad de Nueva York montó una producción. En 1934, Universal contrató a Sturges para que dirigiera una película basada en la obra, pero ese proyecto fracasó cuando el estudio encontró otro trabajo para asignarle, incluida la corrección del guión de Diamond Jim. Una vez que se completó esa tarea, el mentor de Sturges en el estudio, el productor Henry Henigson, se fue, sin dejar a nadie en Universal para defender la película de Sturges. Una vez que el propio Sturges se mudó a Paramount, hizo un trato con el estudio para comprar el guión por $ 6,000.
Me queda una película muy amena, que deja un muy regusto, y alcanza un delicioso poso en el espectador. Fuerza y honor!!!