Haz click aquí para copiar la URL
España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Bélico. Drama Irlanda, 1920. Dos hermanos se alistan en la guerrilla para combatir contra las tropas británicas que intentan impedir la independencia de Irlanda. El amor por su país hace que Damien (Cillian Murphy) abandone su prometedora carrera de médico y se una a su hermano Teddy (Pádraic Delaney) en la lucha por la libertad. Tras sufrir varias derrotas y un escalofriante número de bajas, el Gobierno Británico decide pactar con los rebeldes. Pero ... [+]
19 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
231/31(17/06/21) Panfleto izquierdista y anti monárquico donde el combativo políticamente director Ken Loach que con ayuda de su co-guionista habitual Paul Laverty (lodos unos agitprop de cine), demuestra su odio a ser inglés en un film donde los anglos son pintados como una suerte de caricatura de nazis desalmados, torturadores, violadores, asesinos, donde los irlandeses son los ‘judíos’, pobres personitas que solo se defienden de la tiranía del gran Imperio, ello sin matiz alguno, sin dilemas morales, sin complejidades, son el demonio y es de buenas personas querer deshacerse de ellos para vivir en Libertad, y yo digo puaj! Y valga decir que siempre he sido muy pro-irlandés, me encantan sus gentes, su cultura, la belleza de su país, pero no puedes hacer una película que intente ser realista cuando solo hay un enfoque parcialista, esto cercena cualquier reflexión de profundidad y lo convierte en propaganda simplista e infantil. Donde ya su premisa ya me resulta facilona y previsible girando entorno a dos hermanos irlandeses (interpretados por Cillian Murphy y Pádraic Delaney) que luchan contra los ingleses en la Guerra de Independencia Irlandesa (1919-1921) y posterior en la Guerra Civil irlandesa (1922-1923), que a medida que avanza el conflicto difieren en la visión de la dirección a tomar (lo que da origen a los ‘hermanos’ irish enfrentados en la Guerra Civil), siendo el epicentro el nacimiento de la República de Irlanda. Tratando temas como el patriotismo, la opresión, la tiranía, el idealismo, el sentido del deber, la traición, o el cainismo.

Los dos rimeros tercios me han resultado una representación acartonada y plano del conflicto que ha durado varios siglos en Irlanda, donde los ingleses son villanos unidimensionales y salvajes, sin nombres, así es más sencillo odiarlos, son representaciones grotescas del Mal sin sutilidades, ello para hacer que el espectador apoye sin fisuras a los Buenos, propio del mecanismo de un martillo. Donde gana la película es en el último tramo, donde se exponen complejidades sobre el enfrentamiento del radicalismo del ‘todo o nada’ o el pragmatismo de ir ganando ‘paso a paso’, de cómo las revoluciones solo provocan más guerras, la Historia bien lo marca. De cómo uno acaba convirtiéndose en aquello que detesta, aquello contra lo que ha combatido. Es estos paralelismos donde la cinta tiene buen peso dramático. Tiene buenos momentos salpicados por el metraje, como es el gusto de Loach por salpicar su trama con algunas discusiones políticas sobre el la dirección a seguir, sobre si ceder en algo para ir ganando poco a poco o intentar llegar al todo sacrificándose si es necesario por el camino.

Mientras la Guerra de la Independencia Irlandesa estalla, al joven médico Damien O'Donovan (Cillian Murphy) le espera un futuro esperanzador. Ha aceptado un puesto en una clínica londinense y está a punto de mudarse de Irlanda. Sus amigos se burlan de Damien por ponerse a sueldo de británicos, quienes han enviado a los Black and Tans (Negro y Caqui), un cuerpo paramilitar de la policía, a Irlanda para sofocar los apoyos a los independentistas. Al despedirse el médico es testigo de una operación de los Black and Tans durante un evento deportivo. Humillando a los jugadores, los Black and Tans anuncian que el popular juego del hurling en adelante figura entre las actividades que están prohibidas. Cuando el nieto de Peggy se niega a obedecer las instrucciones, le golpean a muerte. Damien decide quedarse y luchar por la libertad de su patria.

Los primera parte sirve para presentar a los personajes y la opresión sádica británica, ello para soliviantar de modo manipulador al espectador. Ello con escenas tan pasadas de vueltas en el modo de colocar a los ingleses como bárbaros inhumanos como cuando apalean hasta la muerte a un joven por jugar al hurling, o cuando un torturados arranca las uñas una a una a un irlandés con unas tenazas mientras entona una canción infantil, o cuando un militar inglés corta el cabello a una joven hasta hacerle sangre, todo sin matiz alguno, son Monstruos y punto, no hay contrapeso, no hay mínima humanización de los Malos, lo son por naturaleza. Es un enfoque minimalista de la guerra, los protagonistas son meros guerrilleros que solo se dedican a asaltar a los ingleses para robarles armas, matan por represalias, ejecutan fríamente a traidores, y vuelven a robar armamento, nunc asentimos que ninguna de sus acciones sean cruciales para el avance del conflicto, son secundarios de la contienda.

Me interesa más la parte de la Guerra Civil, las paradojas y contradicciones de los personajes se hacen más evidente en aquello de es fácil estar en contra de algo, lo dificil es encontrar una solución para todos, y entonces llega la insatisfacción y la polarización, las escisiones, el cainismo de hermanos (gente unida en el pasado) contra hermanos, representado en esa secuencia de los dos hermanos sentados uno frente al otro en el interrogatorio, los antes combatientes uno junto al otro, ahora enfrentados ambos lados del conflicto. Aunque en este segmento se entra un poco apresuradamente, no se trata con el mismo metraje que a la Guerra de Independencia.

El actor que resplandece es un Cillian Murphy formidable en su tremenda capacidad expresiva, otorga naturalidad fascinante a su por otro lado personaje arquetípico, pero que es capaz de asignarle capas emocionales, valga de ejemplo el tramo que se erige en ejecutor de un traidor, o cuando le cuenta a su novia lo que le pasó con la madre del felón, el resto quedan desdibujados, incluso Pádraic Delaney está un tanto difuso en su rol.

Puesta en escena destaca la notable labor del DP Barry Ackroyd (“En tierra hostil”), compone planos generales de gran belleza de la campiña irlandesa (rodada en la región de Cork), explota con vigor el verde fulgente frente a cielos bucólicos, ello en contraste con preciosos interiores iluminados muchos con lámparas de aceite, muy bonito trabajo con tintes pictóricos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow