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Voto de TOM REGAN:
7
6,8
1.022
Drama
Durante la Segunda Guerra Mundial, el teniente estadounidense Ken Wilocek (Marlon Brando) es herido de gravedad en combate y lo deja en silla de ruedas. Tras el fin de la guerra, Ken y otros veteranos seguirán batallando para superar su drama de la mejor manera. le provocará muchos problemas para aceptarse a sí mismo y, a su vez, poder reintegrarse en la sociedad.
24 de agosto de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
120/12(23/08/14) Buen film sobre los efectos devastadores de las guerras en las personas, obra incomoda porque despoja de glamur a los conflictos bélicos, pone de manifiesto que no hay gloria en las Batallas. Realizada por el infravalorado realizador alemán Fred Zinnemann y escrita con inteligencia por Carl Foreman, pero que sobre todo ha pasado a la historia del cine por ser el debut en cine de uno de los más grandes que el Séptimo Arte haya dado, Marlon Brando, en una actuación que da constancia del tremendo potencial emocional que atesoraba esta “bestia” de la interpretación, un Titán dando sus primeros coletazos.
Ken (gran Maron Brando), es un joven y fuerte teniente de infantería estadounidense que es herido en la espalda en una ciudad de Europa durante la WWII, después lo vemos en un hospital en USA donde tratan de rehabilitar a veteranos de militares parapléjicos, ha quedado parapléjico, inútil de cintura para abajo, allí su carácter se torna hosco, amargado, misántropo y melancólico, deprimido se niega hacer ejercicio. Su novia de siempre, Ellen (buena Teresa Wright) le visita pero él se niega a verla, pero ella insiste buscando ayuda en el jefe de la unidad del hospital, Dr. Brock (gran Everett Sloane). También tiene importancia en el relato algunos compañeros parapléjicos, Norm (buen Jack Webb), un desencantado tipo que no cree les puedan amar, Leo (correcto Richard Erdman), tipo que intenta olvidar su tara con apuestas hípicas y Ángel (buen Arturo Jurado), un stajonovista del ejercicio físico que aspira a sacar a ayudar a su familia, cada uno de ellos representa un modo de afrontar su problema.
Marlon Brando tuvo un comienzo en el cine y fue de protagonista en esta cinta antibélica, uno de los actores que por derecho propio están en el Olimpo del séptimo Arte, un Icono cultural. El 3 de diciembre de 1947, con 23 años, fue su bautismo de fuego de protagonista en las tablas de Broadway con “Un Tranvía Llamado Deseo”, creando a partir de entonces escuela con su método racial innato, buque insignia del Actor´s Studio del Sistema Stanislavski, a Brando le llovieron las ofertas hollywoodienses, rehusó ir hasta que le convencieron con este papel de veterano de guerra parapléjico, para preparar la actuación Marlon estuvo ingresado en un hospital de parapléjicos un mes, manejando la silla de ruedas para prestar autenticidad a su Ken, dando como resultado un veraz retrato de un disminuido físico, con un lenguaje físico extraordinario, es un Marlon Brando con 26 años, enérgico, vigoroso, iracundo, emocional, conmovedor, sensible, frustrado, ilusionado, espléndida su interpretación, una arrolladora explosión de sensaciones transmite, traspasando la pantalla con su juvenil imagen. Curiosamente el productor Stanley Kramer y el director del film no estaban convencidos de su labor, en los ensayos murmuraba sus líneas, mostrándose torpe en sus interactuaciones, pero en la primera escena rodada Marlon Brando hace llorar a su partenaire Teresa Wright siendo aplaudido por todo el equipo, ya no hubo dudas.
Teresa Wright está excelente en su papel de abnegada novia que comienza a tener dudas, un rol al que le imprime matices, grises, aristas, maneja su mirada de modo turbador expresando emociones con su caída de ojos, brillante. Everett Sloan borda su Doctor, con una gran compenetración con Brando, dejando traslucir su cariño a los pacientes pero sin hacer en el maniqueísmo sensiblero, da un tono paternal no almibarado que hace reflejare un duro carácter enroblecido con los años. Jack Webb sabe infundir a su rol autocompasión, desengaño, frustración, nihilismo, misantropía, muy bueno.
El guión es de Carl Foreman (“Solo Ante El Peligro”), fue un veterano de la WWII, infame miembro de la nefasta Lista Negra creada por pusilánime senador McCarthy, Foreman pasó largo tiempo en el hospital militar de Birmingham de Van Nuys en Los Ángeles (California), crea un relato con algunos tintes cuasi-documentales, un drama humanista-naturalista, en el que se pone el acento en la dureza de la rehabilitación de un parapléjico, con momentos estupendos de resaltar la fuerza del espíritu humano que se resiste a ser vencido en las peores circunstancias, podrá ser anulado su cuerpo pero no su alma. La cinta quieren reflejar como estos minusválidos afrontan su condición sobrevenida, como son tratados por el mundo exterior, como les duele la condescendencia, como deben afrontar que sus esperanzas de ser como son vanas, deben superar que no volverán a andar, deben afrontar su aflicción. Es un film de los que intenta concienciar socialmente, da una visión nada gloriosa de los efectos de las Guerras, de cómo destroza a personas y a los que les rodean, de cómo evolucionan las mentes de estos sufrientes. Una obra valiente en la que se habla sin tapujos de las sexualidad de estas personas, se habla de que quizás no puedan tener hijos, lo cual les hace sentir despojos humanos. Cinta que tiene la capacidad de no caer en sensiblerías facilonas, toca el tema desde una vertiente polifónica, un sobrio y sombrío fresco de este microcosmos. Es un film hijo de “Los mejores Años De Nuestras Vidas” de William Wyler, realizado 4 años antes, aunque este era un collage mucho más amplio, de hecho esta “Hombres” puede pecar de ser demasiado reduccionista, casi toda la acción se desarrolla en el hospital y las relaciones con el exterior son mínimas, curiosamente en las dos aparece Teresa Wright como amor de uno de los veteranos, también recuerda a las muy posteriores “El Regreso” de Hal Ashby (1978) y a “Nacido El 4 De Julio” (1989) de Oliver Stone, en su temática de cómo confrontan minusválidos de guerra la cruenta vuelta a casa. (continua en spoiler sin)
Ken (gran Maron Brando), es un joven y fuerte teniente de infantería estadounidense que es herido en la espalda en una ciudad de Europa durante la WWII, después lo vemos en un hospital en USA donde tratan de rehabilitar a veteranos de militares parapléjicos, ha quedado parapléjico, inútil de cintura para abajo, allí su carácter se torna hosco, amargado, misántropo y melancólico, deprimido se niega hacer ejercicio. Su novia de siempre, Ellen (buena Teresa Wright) le visita pero él se niega a verla, pero ella insiste buscando ayuda en el jefe de la unidad del hospital, Dr. Brock (gran Everett Sloane). También tiene importancia en el relato algunos compañeros parapléjicos, Norm (buen Jack Webb), un desencantado tipo que no cree les puedan amar, Leo (correcto Richard Erdman), tipo que intenta olvidar su tara con apuestas hípicas y Ángel (buen Arturo Jurado), un stajonovista del ejercicio físico que aspira a sacar a ayudar a su familia, cada uno de ellos representa un modo de afrontar su problema.
Marlon Brando tuvo un comienzo en el cine y fue de protagonista en esta cinta antibélica, uno de los actores que por derecho propio están en el Olimpo del séptimo Arte, un Icono cultural. El 3 de diciembre de 1947, con 23 años, fue su bautismo de fuego de protagonista en las tablas de Broadway con “Un Tranvía Llamado Deseo”, creando a partir de entonces escuela con su método racial innato, buque insignia del Actor´s Studio del Sistema Stanislavski, a Brando le llovieron las ofertas hollywoodienses, rehusó ir hasta que le convencieron con este papel de veterano de guerra parapléjico, para preparar la actuación Marlon estuvo ingresado en un hospital de parapléjicos un mes, manejando la silla de ruedas para prestar autenticidad a su Ken, dando como resultado un veraz retrato de un disminuido físico, con un lenguaje físico extraordinario, es un Marlon Brando con 26 años, enérgico, vigoroso, iracundo, emocional, conmovedor, sensible, frustrado, ilusionado, espléndida su interpretación, una arrolladora explosión de sensaciones transmite, traspasando la pantalla con su juvenil imagen. Curiosamente el productor Stanley Kramer y el director del film no estaban convencidos de su labor, en los ensayos murmuraba sus líneas, mostrándose torpe en sus interactuaciones, pero en la primera escena rodada Marlon Brando hace llorar a su partenaire Teresa Wright siendo aplaudido por todo el equipo, ya no hubo dudas.
Teresa Wright está excelente en su papel de abnegada novia que comienza a tener dudas, un rol al que le imprime matices, grises, aristas, maneja su mirada de modo turbador expresando emociones con su caída de ojos, brillante. Everett Sloan borda su Doctor, con una gran compenetración con Brando, dejando traslucir su cariño a los pacientes pero sin hacer en el maniqueísmo sensiblero, da un tono paternal no almibarado que hace reflejare un duro carácter enroblecido con los años. Jack Webb sabe infundir a su rol autocompasión, desengaño, frustración, nihilismo, misantropía, muy bueno.
El guión es de Carl Foreman (“Solo Ante El Peligro”), fue un veterano de la WWII, infame miembro de la nefasta Lista Negra creada por pusilánime senador McCarthy, Foreman pasó largo tiempo en el hospital militar de Birmingham de Van Nuys en Los Ángeles (California), crea un relato con algunos tintes cuasi-documentales, un drama humanista-naturalista, en el que se pone el acento en la dureza de la rehabilitación de un parapléjico, con momentos estupendos de resaltar la fuerza del espíritu humano que se resiste a ser vencido en las peores circunstancias, podrá ser anulado su cuerpo pero no su alma. La cinta quieren reflejar como estos minusválidos afrontan su condición sobrevenida, como son tratados por el mundo exterior, como les duele la condescendencia, como deben afrontar que sus esperanzas de ser como son vanas, deben superar que no volverán a andar, deben afrontar su aflicción. Es un film de los que intenta concienciar socialmente, da una visión nada gloriosa de los efectos de las Guerras, de cómo destroza a personas y a los que les rodean, de cómo evolucionan las mentes de estos sufrientes. Una obra valiente en la que se habla sin tapujos de las sexualidad de estas personas, se habla de que quizás no puedan tener hijos, lo cual les hace sentir despojos humanos. Cinta que tiene la capacidad de no caer en sensiblerías facilonas, toca el tema desde una vertiente polifónica, un sobrio y sombrío fresco de este microcosmos. Es un film hijo de “Los mejores Años De Nuestras Vidas” de William Wyler, realizado 4 años antes, aunque este era un collage mucho más amplio, de hecho esta “Hombres” puede pecar de ser demasiado reduccionista, casi toda la acción se desarrolla en el hospital y las relaciones con el exterior son mínimas, curiosamente en las dos aparece Teresa Wright como amor de uno de los veteranos, también recuerda a las muy posteriores “El Regreso” de Hal Ashby (1978) y a “Nacido El 4 De Julio” (1989) de Oliver Stone, en su temática de cómo confrontan minusválidos de guerra la cruenta vuelta a casa. (continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sugestivo arranque que marca las pautas de esta cruda película, <En todas las guerras, desde el principio de la historia, han existido hombres que han luchado dos veces. La primer vez combatieron con garrotes, espadas o metralletas. La segunda vez no tenían ninguna de estas armas. Hasta ahora ha sido la batalla más grande. Se luchó con fe y duro coraje y al final se consiguió la victoria. Esta es la historia de este grupo de hombres. A ellos está dedicada esta historia.> Sobreimpresionado en el inicio con voz en off. Luego viene la escenificación de cómo fue herido el protagonista, en un monólogo interior estremecedor nos relata sus sensaciones tras saberse parapléjico <Tenía miedo de morir y ahora tengo miedo de vivir>.
La puesta en escena resulta realista, con secuencias en el hospital (el Hospital real de Van Nuys) donde participan 45 pacientes verdaderos para dotar de mayor verosimilitud al film, se transpira una gran autenticidad, con un gran diseño de producción de Rudolph Sternad (“Vencedores O Vencidos”), con una documentalista fotografía de Robert de Grasse (“Damas Del Teatro”), y con una machacona en exceso remarcadora música de violines de Dimitri Tionkim (“Que Bello Es Vivir”).
Posee momentos sugestivos, como el primer y trémulo encuentro entre Ellen y Ken, o las cínicas charlas entre los minusválidos, o cuando el doctor rompe las quiméricas ilusiones de Ken con un alfiler, o cuando los padres de Ellen intentan disuadir a Ellen de estar con Ken, lo hacen de un modo que no son una caricatura de villanos, trasluce su amor a su hija, o la post-boda que te deja el estómago revuelto, o su esperanzador final pero sin ser meloso.
En conjunto me queda un buen film sobre los estragos de las Guerras, la cara b de las gestas heroicas, el patio trasero del patriotismo, pero que sobre todo esto queda la ópera prima en cine de un Gigante de la escena, MARLON BRANDO. Fuerza y honor!!!
La puesta en escena resulta realista, con secuencias en el hospital (el Hospital real de Van Nuys) donde participan 45 pacientes verdaderos para dotar de mayor verosimilitud al film, se transpira una gran autenticidad, con un gran diseño de producción de Rudolph Sternad (“Vencedores O Vencidos”), con una documentalista fotografía de Robert de Grasse (“Damas Del Teatro”), y con una machacona en exceso remarcadora música de violines de Dimitri Tionkim (“Que Bello Es Vivir”).
Posee momentos sugestivos, como el primer y trémulo encuentro entre Ellen y Ken, o las cínicas charlas entre los minusválidos, o cuando el doctor rompe las quiméricas ilusiones de Ken con un alfiler, o cuando los padres de Ellen intentan disuadir a Ellen de estar con Ken, lo hacen de un modo que no son una caricatura de villanos, trasluce su amor a su hija, o la post-boda que te deja el estómago revuelto, o su esperanzador final pero sin ser meloso.
En conjunto me queda un buen film sobre los estragos de las Guerras, la cara b de las gestas heroicas, el patio trasero del patriotismo, pero que sobre todo esto queda la ópera prima en cine de un Gigante de la escena, MARLON BRANDO. Fuerza y honor!!!