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Voto de TOM REGAN:
8
7,0
8.999
Intriga. Terror
Una carta que hace sospechar que una joven desaparecida ha sido asesinada lleva al sargento Howie de Scotland Yard hasta Summerisle, una isla en la costa de Inglaterra. Allí el inspector se entera de que hay una especie de culto pagano, y conoce a Lord Summerisle, el líder religioso de la isla... (FILMAFFINITY)
10 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
55/18(27/03/16) Film de culto que no te dejan indiferente, de género inclasificable, una miscelánea entre el musical, el naturalismo, el costumbrismo, el terror, la comedia, el thriller psicológico, película de las que te sacuden para bien o para mal, de los que dejan huella por singularidad, una surrealista obra en el debut de Robin Hardy en la dirección, un relato fascinante que construye una turbadora fábula sobre el eterno enfrentamiento entre los diferentes modos de afrontar las religiones, sobre el choque de creencias, sobre la mojigatería y represión sexual judeo-cristiana enfrentada al libertinaje de las ancestrales creencias, una sátira compleja y llena de encanto. Posee una ambientación cuasi-mágica, con momentos rebosantes de un lirismo neurálgico, con imágenes evocadoras que se mezclan con una galería de temas musicales que imprimen un tono delicioso a la narración. El guión de Anthony Shaffer (“La huella”) se basa libremente en la novela de “Ritual” de David Pinner.
Cinta valiente para su tiempo, con multitud de desnudos, con escenas de sexo, con lenguaje mal sonante, es hija de su tiempo, con conceptos claramente de la pujante cultura hippy de los 70. Desarrollada con fluidez, en un increscendo de tensión extraña, para desembocar en un climax final tremendo, de los que recordaras por siempre. Un relato que te atrapa en su atmósfera cuasi-hipnótica, cuasi-lisérgico, cuasi-alucinatorio, te sacude, genera misterio, intriga, humor, enmarcado en un escenario evocador, con personajes pintorescos, disfuncionales, extraños, de comportamientos anormales para nuestra modus vivendi, gente promiscua, que se rige por filosofías religiosas de reminiscencias druidas-celtas, donde erige el libertinaje sexual. Se desarrolla con equilibrio por la fina línea que separa lo sugestivo de lo ridículo, quedando en el lado positivo. Se aborda con mordacidad y mucha mala baba el tema de los extremismos religiosos, el choque de culturas que se repelen, la intolerancia, los prejuicios, la ignorancia, o los fanatismos. Nos habla con mucho cinismo e ironía de nuestra anquilosada mentalidad ya prefabricada por nuestra educación judeo-cristiana que nos hace estar en contra de las tradiciones heterogéneas, nuestra cultura puritana nos hace autocontrolarnos, cohibirnos, y eso nos hace impactarnos por el libertinaje y desenfreno sexual. Hace una radiografía decadente de las religiones, de cómo los radicalismos siempre son tóxicos, como factor alienante, enfrenta dos puntos de vista disimilares y nos hace ver que los dos colocados en los extremos son tan malos e hipócritas el uno como el otro, poniendo en entredicho las barreras y límites que nos autoimponemos en virtud a un ente abstracto e invisible superior, la razón de la sinrazón.
Nuestra ortodoxa mirada es la del sto. Howie, nos sorprendemos con él de esta disfuncional civilización, de sus canticos políticamente incorrectos y provocadores, de la alegría y despreocupación con que viven el sexo, provocando en el espectador el anhelo por vivir en esta bucólica isla, este idealizado microcosmos libre de ataduras morales, un lugar donde la hermosa naturaleza y los preciosos paisajes se funden con las personas.
Edward Woodward realiza una sentida y creíble actuación, emite la perplejidad y horror que requiere su pudoroso rol, hace muy de nuestros ojos, desprende marcialidad y rectitud, dejando entrever entre tanta firmeza alguna grieta que lo humaniza, un papel rechazado por Michael York y David Hemmings. Christopher Lee encarna con elegancia, sofisticación y una gran flema al Lord Summerisle, le infunde carisma y una fuerte convicción y personalidad, a pesar de sus contradicciones, dice que su abuelo era un científico que llegó a la isla, creó una forma de desarrollar la agricultura y para manipular a los lugareños utilizó la ancestral religión pagana, pues con esto el Lord ha terminado creyéndose las mentiras y siendo el gran y extremista Gurú. La actriz sueca Britt Ekland encarna con una calenturienta sensualidad a la lasciva Willow, una bellísima “sirena” que te solivianta por su encanto y simpatía pícara, tenía tres meses de embarazo, por lo que tuvieron que utilizar una doble de cuerpo para el sensual baile erótico de ella desnuda para atraer a Howie, Jane Jackson, además el diálogo y la voz de canto fueron posteriormente dobladas por la cantante escocesa Annie Ross .
Puesta en escena es un protagonista que lo borda, fundamental para inocularnos la sensación turbadora, para provocarnos zozobra, para inquietarnos, con formidable dirección artística de Seamus Flannery, filmándose en bellos lares, en los pueblos escoceses de Gatehouse of Fleet, Newton Stewart, Kirkcudbright (la comisaria de policía), Creetown en Dumfries y Galloway (el interior de la posada-taberna y la escuela), Plockton en Ross-shire (pueblo Summerisdale), isla de Whithorn (en Head Burrow se rodó el final con el Hombre de Mimbre), y en el castillo de Culzean y sus terrenos utilizados para el hogar de Lord Summerisle, durante los créditos iníciales estamos en vuelo por la Isla de Skye perteneciente a las Hébridas Interiores, vemos los pináculos El Viejo de Storr y Quiraing, aterrador es el Hombre de Mimbre, colosal, el avión anfibio es un trullo Thurston. Todo esto ensalzado por la magnífica y onírica fotografía de Harry Waxman (“Los Robinsones de los mares del Sur”), creando secuenciáis de un escalofriante valor poético, con lindas tomas aéreas, fenomenales planos del gentío, aportando escenas que evocan a ensoñaciones y paradójicamente otras de un trémulo valor pesadillesco, y todo envuelto en la vibrante música creada por Paul Giovanni (“Hostel”), personaje más que canaliza emociones enervadoras, 13 canciones populares de aires celtas que adornan y imprimen sensaciones neurálgicas en el espectador, fundiéndose con las imágenes de modo sublime,... (sigue en spoiler)
Cinta valiente para su tiempo, con multitud de desnudos, con escenas de sexo, con lenguaje mal sonante, es hija de su tiempo, con conceptos claramente de la pujante cultura hippy de los 70. Desarrollada con fluidez, en un increscendo de tensión extraña, para desembocar en un climax final tremendo, de los que recordaras por siempre. Un relato que te atrapa en su atmósfera cuasi-hipnótica, cuasi-lisérgico, cuasi-alucinatorio, te sacude, genera misterio, intriga, humor, enmarcado en un escenario evocador, con personajes pintorescos, disfuncionales, extraños, de comportamientos anormales para nuestra modus vivendi, gente promiscua, que se rige por filosofías religiosas de reminiscencias druidas-celtas, donde erige el libertinaje sexual. Se desarrolla con equilibrio por la fina línea que separa lo sugestivo de lo ridículo, quedando en el lado positivo. Se aborda con mordacidad y mucha mala baba el tema de los extremismos religiosos, el choque de culturas que se repelen, la intolerancia, los prejuicios, la ignorancia, o los fanatismos. Nos habla con mucho cinismo e ironía de nuestra anquilosada mentalidad ya prefabricada por nuestra educación judeo-cristiana que nos hace estar en contra de las tradiciones heterogéneas, nuestra cultura puritana nos hace autocontrolarnos, cohibirnos, y eso nos hace impactarnos por el libertinaje y desenfreno sexual. Hace una radiografía decadente de las religiones, de cómo los radicalismos siempre son tóxicos, como factor alienante, enfrenta dos puntos de vista disimilares y nos hace ver que los dos colocados en los extremos son tan malos e hipócritas el uno como el otro, poniendo en entredicho las barreras y límites que nos autoimponemos en virtud a un ente abstracto e invisible superior, la razón de la sinrazón.
Nuestra ortodoxa mirada es la del sto. Howie, nos sorprendemos con él de esta disfuncional civilización, de sus canticos políticamente incorrectos y provocadores, de la alegría y despreocupación con que viven el sexo, provocando en el espectador el anhelo por vivir en esta bucólica isla, este idealizado microcosmos libre de ataduras morales, un lugar donde la hermosa naturaleza y los preciosos paisajes se funden con las personas.
Edward Woodward realiza una sentida y creíble actuación, emite la perplejidad y horror que requiere su pudoroso rol, hace muy de nuestros ojos, desprende marcialidad y rectitud, dejando entrever entre tanta firmeza alguna grieta que lo humaniza, un papel rechazado por Michael York y David Hemmings. Christopher Lee encarna con elegancia, sofisticación y una gran flema al Lord Summerisle, le infunde carisma y una fuerte convicción y personalidad, a pesar de sus contradicciones, dice que su abuelo era un científico que llegó a la isla, creó una forma de desarrollar la agricultura y para manipular a los lugareños utilizó la ancestral religión pagana, pues con esto el Lord ha terminado creyéndose las mentiras y siendo el gran y extremista Gurú. La actriz sueca Britt Ekland encarna con una calenturienta sensualidad a la lasciva Willow, una bellísima “sirena” que te solivianta por su encanto y simpatía pícara, tenía tres meses de embarazo, por lo que tuvieron que utilizar una doble de cuerpo para el sensual baile erótico de ella desnuda para atraer a Howie, Jane Jackson, además el diálogo y la voz de canto fueron posteriormente dobladas por la cantante escocesa Annie Ross .
Puesta en escena es un protagonista que lo borda, fundamental para inocularnos la sensación turbadora, para provocarnos zozobra, para inquietarnos, con formidable dirección artística de Seamus Flannery, filmándose en bellos lares, en los pueblos escoceses de Gatehouse of Fleet, Newton Stewart, Kirkcudbright (la comisaria de policía), Creetown en Dumfries y Galloway (el interior de la posada-taberna y la escuela), Plockton en Ross-shire (pueblo Summerisdale), isla de Whithorn (en Head Burrow se rodó el final con el Hombre de Mimbre), y en el castillo de Culzean y sus terrenos utilizados para el hogar de Lord Summerisle, durante los créditos iníciales estamos en vuelo por la Isla de Skye perteneciente a las Hébridas Interiores, vemos los pináculos El Viejo de Storr y Quiraing, aterrador es el Hombre de Mimbre, colosal, el avión anfibio es un trullo Thurston. Todo esto ensalzado por la magnífica y onírica fotografía de Harry Waxman (“Los Robinsones de los mares del Sur”), creando secuenciáis de un escalofriante valor poético, con lindas tomas aéreas, fenomenales planos del gentío, aportando escenas que evocan a ensoñaciones y paradójicamente otras de un trémulo valor pesadillesco, y todo envuelto en la vibrante música creada por Paul Giovanni (“Hostel”), personaje más que canaliza emociones enervadoras, 13 canciones populares de aires celtas que adornan y imprimen sensaciones neurálgicas en el espectador, fundiéndose con las imágenes de modo sublime,... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... para el recuerdo la llegada de la avioneta (“Corn Riggs”), la de la hija del posadero (“Willow’s song”), la del árbol de mayo, la de las chicas que saltan la fogata, la de la búsqueda frenética de Rowan (“Searching for Rowan”), la del desfile pagano, o la escalofriante del Hombre de Mimbre final (“Oranges and Lemons”). Todos estos elementos sumados dan un marcado clima turbulento y magnético.
Spoiler:
Momentos recordables: Un oficial de Policía pregunta al subordinado si en su ausencia ha habido algún problema serio, responde de modo flemático "Lo de costumbre: violación, sodomía, sacrilegio, ya se sabe..."; En el pub-posada del pueblo por la noche cantan los lugareños una picante y deslenguada canción a la hija del posadero, todos se divierten con las chanzas, incluidos la hija y el padre, menos el forastero, el sto. Howie escandalizado, la hija baila de modo sensual con un cliente, Howie sale horrorizado y en el puerto ve una algo aún más “terrorífico”, varias parejas fornicando alegremente tumbados en la calle, surrealista; Cuando el sgto. visita la escuela observa como los niños aprenden la importancia fálica del árbol de mayo; Howie visita a Lord Summerisdale, ve en el jardín de su castillo un grupo de mujeres desnudas alrededor de una hoguera, horripilado le pregunta al Lord si no le parece peligroso esto y responde “Yo creo que sería más peligroso si bailasen vestidas”; Riéndose del catolicismo Lord Summerisdale define a esta religión "El hijo de una virgen fecundada por un fantasma"; El jocoso recorrido que Howie hace por el pueblo asaltando casas intentando descubrir a la desaparecida chica y lo que encuentra es un desternillante elenco de situaciones esperpénticas, de la chica ni rastro; Perturbador tramo nocturno en que la hermosa Willow desnuda se pone a bailar en su habitación contigua a la del puritano Howie, una sensual danza desnuda, golpeando la pared de este a modo de reclamo y ritual de apareamiento , cual hembra en celo reclamando su macho, la tierna voz de la sedienta de sexo llega a Howie como un canto desesperado haciéndole a este temblar sus conservadores principios, que cual Ulises resiste los cantos de sirena con la fuerza de sus oraciones; Su tramo final, trepidante y absorbente, primero con el desfile bizarro de disfraces y máscaras, luego con el juego del gato y el ratón en que Howie termina siendo el atrapado, llegando al tenebroso y espectacular clímax con la aparición del monstruo que da nombre al film, el Gigante hecho de Mimbre, y en sus entrañas tienen previsto los lugareños sacrificar por el bien de mejorar la cosecha de manzanas al “extranjero” e intolerante con ellos Howie, dándose la paradoja que para no lo quemen en el mimbre, primero quiere convencer a los paganos aludiendo a la razón, que si no hay una buena cosecha ha sido al terreno no apto para la agricultura, o al clima reinante, pero cuando ya no hay marcha atras y las llamas se le acercan inexorablemente alude a gritos que Dios les ha castigado por sus apóstatas creencias y por eso sus maltrechas cosechas, quedando al final la tremenda imagen sobre un acantilado del gran hombre de mimbre con Howie dentro ardiendo salvajemente mientras los lugareños cantan alegremente a su alrededor, estremecedor.
Hay 3 versiones distintas del film, la que se estrenó en cines, de 87 minutos, otra de 95, y la versión del director de 99 minutos, esta última y más completa la que yo he visto.
Spoiler:
Notable y sorprendente cinta de culto, de las que odias o te embrujan, yo estoy en el segundo grupo. Fuerza y honor!!!
Crítica cercenada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2016/04/el-hombre-demimbre.html
Spoiler:
Momentos recordables: Un oficial de Policía pregunta al subordinado si en su ausencia ha habido algún problema serio, responde de modo flemático "Lo de costumbre: violación, sodomía, sacrilegio, ya se sabe..."; En el pub-posada del pueblo por la noche cantan los lugareños una picante y deslenguada canción a la hija del posadero, todos se divierten con las chanzas, incluidos la hija y el padre, menos el forastero, el sto. Howie escandalizado, la hija baila de modo sensual con un cliente, Howie sale horrorizado y en el puerto ve una algo aún más “terrorífico”, varias parejas fornicando alegremente tumbados en la calle, surrealista; Cuando el sgto. visita la escuela observa como los niños aprenden la importancia fálica del árbol de mayo; Howie visita a Lord Summerisdale, ve en el jardín de su castillo un grupo de mujeres desnudas alrededor de una hoguera, horripilado le pregunta al Lord si no le parece peligroso esto y responde “Yo creo que sería más peligroso si bailasen vestidas”; Riéndose del catolicismo Lord Summerisdale define a esta religión "El hijo de una virgen fecundada por un fantasma"; El jocoso recorrido que Howie hace por el pueblo asaltando casas intentando descubrir a la desaparecida chica y lo que encuentra es un desternillante elenco de situaciones esperpénticas, de la chica ni rastro; Perturbador tramo nocturno en que la hermosa Willow desnuda se pone a bailar en su habitación contigua a la del puritano Howie, una sensual danza desnuda, golpeando la pared de este a modo de reclamo y ritual de apareamiento , cual hembra en celo reclamando su macho, la tierna voz de la sedienta de sexo llega a Howie como un canto desesperado haciéndole a este temblar sus conservadores principios, que cual Ulises resiste los cantos de sirena con la fuerza de sus oraciones; Su tramo final, trepidante y absorbente, primero con el desfile bizarro de disfraces y máscaras, luego con el juego del gato y el ratón en que Howie termina siendo el atrapado, llegando al tenebroso y espectacular clímax con la aparición del monstruo que da nombre al film, el Gigante hecho de Mimbre, y en sus entrañas tienen previsto los lugareños sacrificar por el bien de mejorar la cosecha de manzanas al “extranjero” e intolerante con ellos Howie, dándose la paradoja que para no lo quemen en el mimbre, primero quiere convencer a los paganos aludiendo a la razón, que si no hay una buena cosecha ha sido al terreno no apto para la agricultura, o al clima reinante, pero cuando ya no hay marcha atras y las llamas se le acercan inexorablemente alude a gritos que Dios les ha castigado por sus apóstatas creencias y por eso sus maltrechas cosechas, quedando al final la tremenda imagen sobre un acantilado del gran hombre de mimbre con Howie dentro ardiendo salvajemente mientras los lugareños cantan alegremente a su alrededor, estremecedor.
Hay 3 versiones distintas del film, la que se estrenó en cines, de 87 minutos, otra de 95, y la versión del director de 99 minutos, esta última y más completa la que yo he visto.
Spoiler:
Notable y sorprendente cinta de culto, de las que odias o te embrujan, yo estoy en el segundo grupo. Fuerza y honor!!!
Crítica cercenada por el límite de caracteres, ver íntegra en: http://tomregan.blogspot.com/2016/04/el-hombre-demimbre.html