279/23(29/11/17) Fallida incursión de Steven Spielberg en el mundo de la ciencia-ficción con ínfulas trascendentales-existenciales, me he decidido a revisionarla con motivo del 40 aniversario de su estreno (15/10/1977) tras lustros sin hacerlo, y mi visión infantil ha chocado cual meteorito contra mi realidad de adulto. Nado contra-corriente al arremeter contra esta aclamada cinta del rey Midas de Hollywood, otro éxito más de taquilla (con presupuesto de $ 20 millones, recaudó más de $ 300 millones en todo el mundo) y de crítica, avalada por ocho nominaciones a los Oscar (director, actriz secundaria [Melinda Dillon], decoración, sonido, música original, fotografía, montaje y efectos visuales). Posee un estimulante arranque, con esas visiones de las naves extraterrestres, con esas apariciones fuera de lugar por el planeta, el rapto, plantando latentes semillas de misterios por resolver, pero cuando la narración se asienta la lentitud y la redundancia se apodera de la pantalla, un remasticado y dar vueltas sobre lo mismo que cansa, con protagonistas que terminan por hacerse irritantes con sus obsesiones, situaciones que daban grima, alargándose el metraje sin necesidad, todo para desembocar en un rush final que me recuerda a la serie “Lost”, la montaña ha parido un ratón, preguntas e incógnitas salpicadas por el metraje se quedan en el limbo, atomizándose por una conclusión chirriante desde todo punto mínimo de análisis. Lo peor que se puede hacer (y más Spielberg) es aburrir, y lo consigue, con argumento (plano) que aspira a mucho más de lo que da, me imagino al director de Ohio pensando que estaba haciendo su particular “2001, Odisea en el espacio”, y lo peor es que le compraron la idea en masa. Se te queda cara de tonto al no entender nada. Al final se queda en tierra de nadie en un quiero y no puedo de la ciencia-ficción seria, el drama, la fantasía, una nadería, eso sí con un grandísimo envoltorio, es decir una ambientación sobresaliente, para esto Spielberg siempre ha sido grande, incluso en sus peores películas, y esta puede sea una de ellas. Y es que el guión pasó por muchísimas manos (Paul Schrader, John Hill, David Giler, Hal Barwood, Matthew Robbins y Jerry Belson), con multitud de reescrituras, y al final Spielberg se adjudicó oficialmente el libreto, puede este caos influyera en el desbarajuste e indefinición del argumento. Con el éxito financiero y crítico de “Tiburón” (1975), Spielberg obtuvo una gran cantidad de control creativo de la Columbia, incluido el derecho de hacer la película como quisiera, y lo peor es que hizo esta pretenciosa propuesta. El título se deriva de la clasificación del ufólogo J. Allen Hynek (consultor del film) de encuentros cercanos con extraterrestres, en la que el tercer tipo denota observaciones humanas de alienígenas o "seres animados".

Resulta que tras unos avistamientos de ovni los que han sido testigos comienzan a sufrir una obsesión enfermiza con una visión de una montaña y sienten la necesidad de dibujarla, moldearla, crearla de todos los modos posibles, y entonces la película entra en un bucle parsimonioso de situaciones que se van enroscando sobre sí misma, en medio de un drama familiar forzado, no entiendes nada (no llegaras e entender y me sentiré estafado), hay una escena presentada de modo espectacular cuando una nave asola una casa en medio del campo, provoca el terror a una madre con un hijo que se lo toma a fiesta, los aparatos eléctricos se encienden sin motivo, diferentes luces entran en la vivienda por las ventanas, la casa tiembla, y entonces incompresiblemente la madre suelta al niño y este huye por el campo hacia la nada con la madre detrás, visualmente bonita escena pero un tanto incomprensible. Pues resulta que los E.T.s secuestran a todo tipo de gente (incluso niños), lo llevan haciendo por décadas, y sin embargo hay que entender que estos extraterrestres son buenos. Me he perdido algo?
Hubo críticos que encontraron una variedad de analogías judeocristianas. El monte Devils Tower es una alegoría del Monte Sinaí , los alienígenas como Dios y Roy Neary como Moisés. “Cecil B. DeMille 's Los diez mandamientos” se ve en la televisión en el hogar de los Neary. Algunos encontraron relaciones cercanas entre el profeta Elijah y Roy; Elijah fue llevado a un "carro de fuego", similar a Roy en el OVNI. Escalando la Torre del Diablo detrás de Jillian vacilante, Neary exhorta a Jillian a seguir moviéndose y no mirar atrás, similar a la esposa de Lot que miró a Sodoma y se convirtió en una columna de sal.

En su entrevista con Spielberg en Inside the Actors Studio, James Lipton sugirió que Close Encounters tenía otro tema más personal para Spielberg: "Tu padre era ingeniero informático, tu madre era concertista y cuando aterriza la nave espacial, hacen música juntos en la computadora ", sugiriendo que Roy Neary aborde la nave espacial es el deseo de Spielberg de reunirse con sus padres; Spielberg no había encontrado esta interpretación antes.

Puesta sobresaliente, lástima su historia no acompañe: Brillante diseño de producción de Joe Alves (“Tiburón”), rodando en Burbank (California); Devils Tower National Monument (Wyoming); Dos hangares (seis veces más grandes que el escenario de sonido más grande del mundo) de dirigibles abandonados de la WWII en la antigua Base de la Fuerza Aérea Brookley en Mobile (Alabama); El depósito del ferrocarril de Louisville y Nashville en Bay Minette; La casa donde Barry fue secuestrado se encuentra a las afueras de la ciudad de Fairhope (Alabama); La casa de Roy Neary está en Carlisle Drive East en Mobile Alabama); Los ovnis vuelan a través de la antigua estación de peaje en el puente Vincent Thomas, San Pedro (California); El Desierto de Gobi fue las Dunas de Dumont (California); Exteriores de Dharmsala-India se filmaron en el pequeño pueblo de Hal, cerca de Khalapur, a 56 km de Bombay (India).