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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Comedia Keaton recibe por error un diploma en electrónica por correspondencia. Esto le lleva a construirse una casa automatizada en la que se instala con toda su familia. Los estrepitosos fallos de los artefactos darán lugar a divertidas situaciones en las que no es difícil adivinar cierta desmitificación de los nuevos artilugios domésticos. (FILMAFFINITY)
8 de octubre de 2022
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328/05(04/10/22) Divertido cortometraje silente que acaba de cumplir un siglo desde su estreno (16/10/1922), demostrando que no hay cine viejo y nuevo, sino bueno y malo. Escrito y dirigido por Buster Keaton y Edward E. Cline, siendo protagonizado por Keaton que sin ser de sus mejores obras (tiene picos sublimes Buster), si demuestra una inventiva e imaginación fabulosas para crear gags delirantes, desarrollando slapstick ingeniosos, con mucho de Rube Goldberg. Cinta famosa por ser la única de sus películas que tuvo que ser aplazada durante un año, pues durante una escena en la escalera mecánica su calzado quedó pillado en un escalón y sufrió una fractura de tobillo, para volver a retomarla una temporada después, rehaciendo el film por completo. La versión conocida hoy en día es en realidad la segunda versión filmada, no se sabe que existan copias del metraje original de 1920, la que yo he visto tiene falta de escenas, como se comenta en los intertítulos, aun así no pierde frescura. Son 21 minutos desternillantes, donde la mayoría de escenas resultan jocosas, solo unas pocas han quedado un tanto arrugadas (lo del gag del fantasma es ejemplo de ello) . El argumento es una nimia excusa para ir encadenando secuencias de humor visual, donde prevalece la crítica al progreso (algo muy de Jacques Tati). Ello siendo protagonista un hogar ultra-domotizado, con mil y un gadgets (exagero). Con un tren eléctrico para repartir los platos de comida, un singular y revoltoso friega-platos, una bañera con railes en el dormitorio, una mesa de billar con un peculiar sistema de recogida y colocación de bolas, un original despendedor de bebida, y sobre todo los artilugios estrella del hogar, como son una escalera mecánica que da un juego tremendo, desde lanzador de personas a la piscina a interminable para subir con un baúl; y una piscina que se vacía y llena rápidamente con una palanca.

Su punto de arranque me resulta un tanto insatisfactorio, con un gag donde ya se que en este tipo de películas hay que suspender la credibilidad, pero se le supone un punto de asidero. Lo de que confundan los diplomas de entrega de una universidad, y por esto un botánico sea tomado por un electricista, me cruje, pero que precisamente un experto en árboles desarrolle este tsunami de aparatos electrónicos no tiene punto de agarre alguno, ni siquiera que sea tras leerse el libro "Electricity Made Easy", y que un ricachón (el actor fetiche de Buster, Joe Roberts) le den las llaves de su casa para gastar ingente presupuesto para alguien que no saben si es bueno o malo en lo suyo resulta muy forzado, incluso para este tipo de película, me sobra todo el prólogo.

El corto se puede dividir en tres partes; La primera es la presentación de personajes y situación, la más floja sin duda y cogida con pinzas; La segunda es la presentación de los aparatos modernos y eléctricos que Buster ha incrustado en el hogar de los ricachones, donde tiene sus defectillos (la escalera eléctrica demasiado rápida, el trenecito eléctrico tienes que tener cuidado con la vía, …); Y la tercera parte se da con la entrada en escena del villano (Steve Muphy), que allana la casa para sabotear los gadgets de Buster, comenzando una batalla campal en la casa; Teniendo un epílogo cuando Buster se siente deprimido (me resulta humor grimante visto hoy), teniendo aquí de protagonista a la piscina. Siendo esta conclusión un tanto mejorable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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