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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
3
Acción Hong Kong, años 70. El joven Lee es un miembro del templo Shaolin y experto de las artes marciales que es reclutado por los servicios de inteligencia británicos para infiltrarse en una operación de drogas, durante un torneo de combates promovido por el jefe de la mafia. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
206/18(24/07/23) Con motivo del 50 Aniversario del estreno de este film (26/07/26) famoso de artes marciales me lo he visto, no con muchas esperanzas y las ha superado, para mal. Dirige Robert Clouse a partir de historia escrita por Michael Allin, me ha resultado penoso, ha envejecido muy mal, el gran gancho es la presencia del mito Bruce Lee y sus cincelados músculos, y ni sus peleas me han sido atractivas, me han parecido ridículas, con coreografías (del propio Lee) low cost sin imaginación, quedan sus acrobacias mal rodadas, sus piruetas, pero todo muy teatral y poco atractivo, con esas poses narcisistas,, esos grititos orgásmicos a cada golpe, donde la edición de sonido es bochornosa en su híper realismo, con una fórmula esperpéntica de ser enfrentado por hordas de malos, uno a uno, porque son malísimos pero nobles, que idiotez, en vez de rodearlo por todas partes, por no hablar de que en la isla no haya armas, el guion pone para ello una excusa estúpida, solo para que Lee pueda desarrollar sus peleas cuerpo a cuerpo (solo puntualmente lleva un arma, unos nunchakus, con los que hace unos malabares) sin peligro de que los malos le disparen o apuñalen. Con actuaciones basura, con una trama ridícula que parece un descarte de un descarte de un film ‘bondiano’. Pues tenemos un villano megalómano que posee una isla, acaricia a un gato blanco, es manco y se pone en el muñón todo tipo de gadgets estrambóticos (entre ellos una comprada en un chino ¿? garra a lo Lobezno). Amén de una realización sin chispa alguna, inundando de tomas subjetivas las peleas, desconcertando, filmando estas de forma entrecortada, con tomas cerradas en que los malos aparecen de la nada, como si le costara abrir foco. Es una cinta que me ha provocado lo peor que me debe provocar una película, y más de acción, como es aburrimiento.

Es una cinta que, a pesar de ser mala, tuvo un enorme éxito taquillero, se estimó que recaudó más de 400 millones de dólares en todo el mundo (estimado en el equivalente a más de 2.000 millones de dólares ajustados por inflación a partir de 2022), con un presupuesto de 850.000 dólares. Habiendo ganado más de 400 veces su presupuesto, es una de las películas más rentables de todos los tiempos, así como la película de artes marciales más exitosa. Lo que impulsó la moda del cine de artes marciales en USA, hasta la saga Bond tomó el kung-fu para “El hombre de la pistola de oro” (1974), incluso el veterano Peckinpah, dejó el estilo western para incorporar artes marciales en “Los aristócratas del crimen” (1974). Puede que su triunfo sea aquello de que los pintores se hacen universales tras su muerte, y más si es prematura, y eso se puede aplicar a Bruce Lee, pues esta fue su última película antes de su muerte, estaba ya muerto 6 días antes de su estreno (falleció el 20 de julio por edema cerebral), a los 32 años, en pleno zenit físico, lo que le elevó a Leyenda.

Película hija de su tiempo, un blaxploitation, donde se incluyen protagonistas de diferentes razas para atraer diferentes espectadores, desde el estadunidense blanco John Saxon (sus peleas son de una torpeza olímpica), el afroamericano Jim Kelly (tiene una sub trama tontuna), y por supuesto el asiático Lee. Teniendo una banda sonora muy setentera, compuesta por el argentino Lalo Schifrin, con sonidos Funky e incluso algo de Morricone. Posee un clímax inspirado notoriamente en el de la ‘wellesiana’ “La Dama De Shanghai” (1947), emulando la sala de espejos.

El desarrollo es una sucesión de desatinos, de situaciones absurdas (la forma en que se suicida la chica), de otras sin sentido como que aporta a la trama el desfile de meretrices a elegir por los luchadores; que aporta la sub trama de deudas de Jim Kelly; donde queda la sub trama del campeonato de luchadores. Acabando en un aparatoso rush final, que visto hoy día parece un mal sketch de programa de humor, una sucesión de chistosos oponentes que van cayendo como moscas al menor golpe de los buenos, con un villano chirigotesco que es capaz de tener al héroe de espaldas, teniendo él en su muñón una garra de 4 cuchillas y en vez de ensartarlo, le acaricia con ella, de un chusco que solo puedes esbozar una media sonrisa por el patetismo de lo que estas viendo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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