377/05(05/12/09) Duro retrato del mundo de las bandas hispanas en Los Ángeles. Se utiliza un recurso muy manido, pero a la vez muy efectivo como es entrecruzar las vidas de tres personajes unidos desde la infancia, en este caso tres primos de origen mexicano, que en la adolescencia un incidente les hace tomar caminos diferentes, que de mayores les hará enfrentarse. Posee la cinta un ritmo muy ágil que hace te enganches a ella desde el principio, con escenas de de una crudeza brutal, que ayudan a entender el mundo salvaje en el que se mueven los pandilleros, un mundo primitivo donde el color de la piel marca la diferencia, una selva en la que matas o te matan. Gran parte de la trama sucede dentro de una prisión, donde describe de manera implacable los códigos y conductas de este microcosmos donde para pertenecer a una banda debes de asesinar a alguien, donde Miklo (Damian Chapas), un patito feo, blanco de piel pero chicano por dentro, comienza una ascensión maquiavélica en “La Onda”, que le hace dejar un reguero de salvajes asesinatos, otro vértice del relato es el policía Paco (Bejamin Bratt), mostrándonos el lado honesto de este mundo, el que intenta acabar con este averno, el tercero es Cruz (Jesse Borrego), un pintor metido en el infierno de las drogas. Recomendable a los que gusten de retratos sociales crudos. Fuerza y honor!!!