336/14(15/09/21) Decepcionante dramedia escrita y dirigida por Mike Mills, más pretenciosa que efectiva, jugando a la melancolía facilona, donde la falta de sustancia se intenta compensar con un montaje juguetón (con saltos adelante y atrás, con secuencias históricas mezcladas con lo cotidiano intimista) en miscelánea con una machacona e híper descriptiva voz en off narrativa del protagonista (queriendo reflexionar sobre la vida y los ciclos vitales) , pero esto no puede ocultar la falta de chicha de una historia que no cuenta algo nuevo, no tiene originalidad en su historia dual con epicentro en el protagonista, parece todo partir de la anécdota (real en la que se basa la historia, con Ewan como alter ego de Mills) de que el padre del protagonista (Oliver por Ewan McGregor), un setentón (Hal por Christopher Plummer) que cuando muere su esposa ‘sale del armario’ y comienza una vida exultantemente homosexual, y este ‘despertar identitario sexual’ otoñal se adorna con algo tan sensiblero como es un cáncer, sin nada más que aportar al tema, sin conflictos morales, todo discurre por caminos trillados sentimentaloides de lágrima fácil; por otro lado tenemos al prota que tiene un romance con una hermosa francesa (magnética Melanie Laurent, a la que le cuelan una grimante sub trama de roces con su padre), una relación impostada en sus tiras y afloja, siento que sus conflictos están manufacturados por imperativo del guión, pues todo me es artificioso, sin realismo alguno, como teniendo que dar algo más que felicidad amorosa, pero nos cuelan tiranteces que dan dentera en su infantilismo, por decir algo bueno de esto es que la pareja queda muy bien en pantalla. Pero queriendo ser de varios géneros, se queda en tierra de nadie, en el drama me resulta manipulador y sin algo jugoso que contarme, algo que me cale para recordar; la comedia sutil queda en insulsos momentos que levantan una mueca; y en el plano del romance me ha quedado plano, ya muy visto; es loable la reivindicación de la identidad homosexual, pero conforme se ve aquí me queda sin punch alguno. Al final solo se recordará esta película por el Oscar recibido por el canadiense… Christopher Plummer (a los 75 años), aunque no es ni de lejos su mejor papel, sin ir más lejos vi hace poco la película de Atom Egoyan “Remember” (201.) donde hace un rol otoñal Homérico de cazanazis, más parece ese tipo de premios que se dan a toda una trayectoria.

Comienza de modo atractivo en la presentación de personajes y de sub tramas, pero esto se agota en apenas media hora, y te das cuenta que cual Mago de Oz, tras el telón está el vacío. Una edición que al principio es fresca, termina por reiterativa siendo cansina y caótica, sin orden y concierto, solo parece estar hay para estirar sin rumbo alguno la cinta, quizás en un cortometraje habría quedado mejor esta película en un corto ante la falta de ideas que hagan avanzar la historia hasta unos agónico más de 100 minutos, o tal vez haber dado más cancha a la trama del padre que es vista en recortes, y es que su ritmo es otro de los problemas, discurre a trompicones, con muchísimas reiteración de situaciones. Ya se que la película nos habla de saber disfrutar de la vida, de aprovechar el momento, el clásico ‘Carpe Diem’, pero he visto cintos de películas con este tema mucho mejor y más atractivamente relatado.

Tenemos otras sub trama tangenciales que son mostradas de modo tosco. Por un lado están los flash-.back del niño Oliver con su madre, que aportan entre nada y cero, pero nos los cuelan; Está la historia de ‘amor’ del padre con un joven acomplejado, que se nos presenta de forma chirriante, vemos que tiene muestras de amor forzadas con Hal, no parece darse cuenta de que está enfermo grave, tiene arranques de complejo de gay vergonzantes, más parece un aprovechado que espera la muerte del ‘viejales’ para chupar algo de la herencia; Y está la relación de Oliver con el Jack Russell ‘Cosmo’, la mascota de Hal, de lo mejor de la película (lo cual ya habla de la calidad).

Me queda un film simplemente petulante, no es que sea malo, es que es olvidable. Fuerza y honor!!!