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Voto de TOM REGAN:
7
6,8
1.077
Drama
Mientras baila en una plaza, la gitana Esmeralda es descubierta por Jehan. Obsesionado por su belleza, el hombre ordenará a Quasimodo, el campanero jorobado de Notre Dame, secuestrarla. Pero cuando Quasimodo es capturado y azotado, Esmeralda será la única que le demuestre su bondad. (FILMAFFINITY)
27 de abril de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
76/17(25/04/16) Notable versión silente de la obra maestra de Victor Hugo, film que ha pasado a la historia por los extraordinarios decorados, los más grandes y costosos hasta el momento (desde “Intolerancia” en 1923), y el papel de Lon (“El Mil Caras”) Chaney, con su impresionante maquillaje creado por el mismo, una muy ambiciosa producción de la Universal que fue un gran éxito comercial. Aunque dirigida por Wallace Worsley, fue un proyecto impulsado por el actor protagonista, Lon Chaney e Irving Thalberg, el llamado “Niño Maravilla” de Hollywood, con solo 22 años era uno de los más grandes productores de la Meca del Cine, Irving convenció al dueño y fundador de la Universal Carl Laemmle de que había que hacer una superproducción que alzase el nivel de la compañía, y que la adaptación de la obra de Victor Hugo era una gran opción, los derechos pertenecían a Lon Chaney que llevaba años queriendo adaptarla, los dos se asociaron, siendo más sencillo convencer al mandamás de la Universal, y es que Chaney era una gran estrella, con varios éxitos en su haber. Uno de los ayudantes de dirección fue el después oscarizado director William Wyler.
El guión es de Perley Poore Sheehan y Edward T. Lowe Jr. alteran algunos hechos y personajes para ser más comercial y menos crítica contra la Iglesia. Visualmente es un gran espectáculo, con momentos de gran intensidad dramática, pero pierde en los tramos íntimos, difusos y regularmente construidos, quiere abarcar demasiadas subtramas y esto va en perjuicio de la solidez y de la pretendida profundidad, llegando a incrustar subhistorias que no van a sitio alguno, como la de la madre biológica de Esmeralda, un parche que no va a sitio alguno. Asimismo es un error de bulto tener tanto tiempo alejado de la pantalla el gran reclamo de la cinta, a Lon Chaney y su jorobado, se potencia de modo fallido la sosa historia de amor entre Esmeralda y Febo, en detrimento de dar más metraje al atormentado Quasimodo. El realizador peca de abusar en demasía de los intertítulos, inseguro de no narrar fluidamente el relato con imágenes, lo cual entorpece el ritmo narrativo, estancándolo en alguna ocasión.
El film nos habla del temario del homónimo libro, sobre las falsas apariencias, sobre los prejuicios sociales, sobre las obsesiones, sobre el despotismo, sobre rebelarse contra las injusticias, sobre el amor platónico o sobre los sacrificios desinteresados, pero ello desarrollado de modo un tanto plano, sin calado. La historia tiene su fuerte en la altas dosis de violencia de escenificación de la misma, transgresora, secuestros, torturas, apuñalamientos, intentos de ahorcamiento, muertes de personas que caen de enorme altura, intento de violación, una cruenta batalla con muertes por aplastamiento por bloques o vigas, vertido de aceite hirviendo. Y ello maximizado en su vibrante clímax final, veinte minutos radiantes de acción y de intensidad, una cruenta y vigorosa batalla muy bien escenificada.
Llama la atención el modo en que el film muestra los dos mundos, el del status quo de las autoridades oficiales que para sacar información llega a torturar sin compasión, pero es que el submundo gobernado por “El Rey de los Mendigos” no es mucho mejor, al pobre poeta Gringoire lo van a ahorcar de buenas a primeras, los polos opuestos se tocan. Hay tono racista cuando vemos a los gitanos secuestrar a una niña, esmeralda, esto remanece del libro de Victor Hugo. Asimismo destacable es el modo en que la cinta retrata al poeta Gringoire, lo pervierte en un tipo amanerado, afeminado, grotesco.
La puesta en escena resulta espléndida, monumental, con una fabulosa dirección artística de Elmer Sheelley (“El Mago de Oz”), y Sidney Ullman (“La patrulla perdida”), con decorados de Hans Dreier (“Perdición”, “Días sin huella” o “Sunset Boulevard”), una labor superlativa de seis meses con más de 750 técnicos en la construcción de la catedral de Notre Dame, con la brillante “Galería de los Reyes”, conjunto de 35 estatuas de 3 m de altura sobre la fachada de la catedral, asemejándose al detalle a la original, con su grandiosa explanada rodeada de viviendas de la época y con la recreación de las callejuelas parisinas del SXV, la catedral se mantuvo en pie hasta que se incendió en 1967, hasta entonces fue aprovechado el set para producciones de terror de la compañía, a esto se suma un magnífico manejo de cientos de extras, con escenificación de fiestas con muchos figurantes, y con la formidable batalla final en la explanada de la catedral. Se necesitaron 3000 trajes para los extras, seis semanas de labor para el departamento de vestuario dirigido por Gordon Magee. La fotografía es de Robert Newhard potenciando la grandiosidad de los escenarios, con tomas cenitales vertiginosas (para su tiempo), sabiendo moverse entre las masas de gente, con muy expresivos primeros planos, sobre todo de Quasimodo, incluso innovando con insertos de simbolismos visuales como el de los insectos atrapados en la telaraña, en alegoría de lo que le va a ocurrir a Quasimodo. Capítulo aparte requiere la impresionante transformación de Lon Chaney en Quasimodo, maquillaje realizado por el mismo, cuatro horas requerían cada día, una especie de gárgola más de la catedral que toma vida, con pómulos deformados, un ojo retorcido, una nariz desfigurada, dentadura caótica, cabello de estropajo, una joroba enorme, de 35 kg de yeso que le hacía andar encorvado al actor, vellos cuasi-lobezno por el cuerpo, para sus andares Chaney se colocó aparato ortopédicos en las piernas (esto al parecer le causó problemas el resto de su vida).
El guión es de Perley Poore Sheehan y Edward T. Lowe Jr. alteran algunos hechos y personajes para ser más comercial y menos crítica contra la Iglesia. Visualmente es un gran espectáculo, con momentos de gran intensidad dramática, pero pierde en los tramos íntimos, difusos y regularmente construidos, quiere abarcar demasiadas subtramas y esto va en perjuicio de la solidez y de la pretendida profundidad, llegando a incrustar subhistorias que no van a sitio alguno, como la de la madre biológica de Esmeralda, un parche que no va a sitio alguno. Asimismo es un error de bulto tener tanto tiempo alejado de la pantalla el gran reclamo de la cinta, a Lon Chaney y su jorobado, se potencia de modo fallido la sosa historia de amor entre Esmeralda y Febo, en detrimento de dar más metraje al atormentado Quasimodo. El realizador peca de abusar en demasía de los intertítulos, inseguro de no narrar fluidamente el relato con imágenes, lo cual entorpece el ritmo narrativo, estancándolo en alguna ocasión.
El film nos habla del temario del homónimo libro, sobre las falsas apariencias, sobre los prejuicios sociales, sobre las obsesiones, sobre el despotismo, sobre rebelarse contra las injusticias, sobre el amor platónico o sobre los sacrificios desinteresados, pero ello desarrollado de modo un tanto plano, sin calado. La historia tiene su fuerte en la altas dosis de violencia de escenificación de la misma, transgresora, secuestros, torturas, apuñalamientos, intentos de ahorcamiento, muertes de personas que caen de enorme altura, intento de violación, una cruenta batalla con muertes por aplastamiento por bloques o vigas, vertido de aceite hirviendo. Y ello maximizado en su vibrante clímax final, veinte minutos radiantes de acción y de intensidad, una cruenta y vigorosa batalla muy bien escenificada.
Llama la atención el modo en que el film muestra los dos mundos, el del status quo de las autoridades oficiales que para sacar información llega a torturar sin compasión, pero es que el submundo gobernado por “El Rey de los Mendigos” no es mucho mejor, al pobre poeta Gringoire lo van a ahorcar de buenas a primeras, los polos opuestos se tocan. Hay tono racista cuando vemos a los gitanos secuestrar a una niña, esmeralda, esto remanece del libro de Victor Hugo. Asimismo destacable es el modo en que la cinta retrata al poeta Gringoire, lo pervierte en un tipo amanerado, afeminado, grotesco.
La puesta en escena resulta espléndida, monumental, con una fabulosa dirección artística de Elmer Sheelley (“El Mago de Oz”), y Sidney Ullman (“La patrulla perdida”), con decorados de Hans Dreier (“Perdición”, “Días sin huella” o “Sunset Boulevard”), una labor superlativa de seis meses con más de 750 técnicos en la construcción de la catedral de Notre Dame, con la brillante “Galería de los Reyes”, conjunto de 35 estatuas de 3 m de altura sobre la fachada de la catedral, asemejándose al detalle a la original, con su grandiosa explanada rodeada de viviendas de la época y con la recreación de las callejuelas parisinas del SXV, la catedral se mantuvo en pie hasta que se incendió en 1967, hasta entonces fue aprovechado el set para producciones de terror de la compañía, a esto se suma un magnífico manejo de cientos de extras, con escenificación de fiestas con muchos figurantes, y con la formidable batalla final en la explanada de la catedral. Se necesitaron 3000 trajes para los extras, seis semanas de labor para el departamento de vestuario dirigido por Gordon Magee. La fotografía es de Robert Newhard potenciando la grandiosidad de los escenarios, con tomas cenitales vertiginosas (para su tiempo), sabiendo moverse entre las masas de gente, con muy expresivos primeros planos, sobre todo de Quasimodo, incluso innovando con insertos de simbolismos visuales como el de los insectos atrapados en la telaraña, en alegoría de lo que le va a ocurrir a Quasimodo. Capítulo aparte requiere la impresionante transformación de Lon Chaney en Quasimodo, maquillaje realizado por el mismo, cuatro horas requerían cada día, una especie de gárgola más de la catedral que toma vida, con pómulos deformados, un ojo retorcido, una nariz desfigurada, dentadura caótica, cabello de estropajo, una joroba enorme, de 35 kg de yeso que le hacía andar encorvado al actor, vellos cuasi-lobezno por el cuerpo, para sus andares Chaney se colocó aparato ortopédicos en las piernas (esto al parecer le causó problemas el resto de su vida).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Lon Chaney impregna en su personaje, a pesar de la carga de maquillaje, alma, personalidad, angustia, una emocionante mezcla de inocencia y amargura existencial de saber que nunca tendrá lo que desea, a esmeralda, lo dota de humanidad, además de dinamismo, aunque en las escenas que se descuelga por la fachada de Notre dame es un doble, de hecho una de las taras del film es tenerlo fuera de foco mucho tiempo, amigo de Tod Browning, era el elegido para interpretar a Drácula en la versión del director, pero un cáncer de pulmón se lo llevó el 26/08/30, yendo a recalar el rol en el húngaro Bela Lugosi. Patsy Ruth Miller aporta dulzura y ternura, con gran candidez, seduciendo con su baile y encanto. Brandon Hurst es un villano de carácter que infunde temor con la sutilidad propia del cine mudo. Ernest Torrence dota de carisma a su Rey de los Mendigos, infunde personalidad. Norman Kerry como Febo queda plúmbeo y vacuo.
Spoiler:
Momentos recordables: El espectacular descenso de Quasimodo por la fachada de la catedral; El turbador baile de Esmeralda en la fiesta pagana; Todo el tramo en la picota de Quasimodo, como recrean con el reloj de arena los latigazos, con la gente tomándoselo con algarabía y regocijo, y con el colofón de Esmeralda conmoviéndose por ver a Quasimodo pedir agua y ella ofreciéndosela; La tortura a Esmeralda, con las botas; El paseíllo de Esmeralda por la ciudad hacia la horca, tétrico; El rescate de Esmeralda de la horca por Quasimodo, el descenso y posterior refugio en la catedral al grito de “Santuario!!!”; Y por supuesto el clímax final, el ataque de los mendigos a la catedral para sacar a esmeralda, con la defensa de Quasimodo, con la llegada de la Guardia Real con la batalla, con Jehan intentando violar a Esmeralda y Quasimodo salvándola, tirando a Jehan desde las alturas de la catedral, con la última imagen del Jorobado con su último aliento tocando las campanas, las únicas que no le han fallado.
El guión tergiversa personalidades del libro de Victor Hugo: El archidiácono Claude en la novela es el villano obsesionado lujuriosamente con Esmeralda, pues el film convierte un villano en la persona de su laico hermano Jehan, que en la obra literaria tenía muy poco peso, ello para no molestar a la Iglesia, este cobarde recurso se ha utilizado en varias de las versiones posteriores; asimismo además de sintetizar y eliminar subtramas, lo más llamativo es la alteración del final para acomodarlo a una conclusión pretendidamente “Happy end”, Quasimodo es apuñalado por Jehan mientras lo lanza desde lo alto de Notre Dame, Quasimodo se desangra letalmente, tocando las campanas, mientras Febo y ella se funden en un amoroso abrazo, qué más da que hasta entonces no hubiera movido un dedo por ella. En el libro el final es bastante diferente, Febo termina casándose con Fleur de Lys, Esmeralda termina siendo ahorcada, lo único similar es que el villano es lanzado desde lo alto de Notre Dame por Quasimodo, y este no muere apuñalado, cuando Esmeralda muere es enterrada en el lugar de los condenados, donde 18 meses después son hallados los dos esqueletos, Quasimodo ha muerto de inanición, al intentar separarlos los dos se deshacen juntos en polvo.
Hubo versiones anteriores a esta de 1923: Un corto de 1905 llamado "Esmeralda", dirigido por la pionera directora Alice Guy Blaché y Victorin-Hippolyte Jasset; En 1911 “Notre Dame de Paris”, producción gala dirigida por Alberr Capellani; En 1917 una versión estadounidense, "The Darling de París", de Gordon Edwards, con Theda Bara 1917; Y una película británica en 1922 también titulada "Esmeralda".
Circuló una leyenda por Hollywood respecto a los muchos extras, se dice que las mujeres figurantes eran prostitutas reclutadas del centro de Los Ángeles, diciéndose que aprovecharon para hacer negocio durante el rodaje.
Recomendable a todos los que gusten de cine clásico del mudo. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Momentos recordables: El espectacular descenso de Quasimodo por la fachada de la catedral; El turbador baile de Esmeralda en la fiesta pagana; Todo el tramo en la picota de Quasimodo, como recrean con el reloj de arena los latigazos, con la gente tomándoselo con algarabía y regocijo, y con el colofón de Esmeralda conmoviéndose por ver a Quasimodo pedir agua y ella ofreciéndosela; La tortura a Esmeralda, con las botas; El paseíllo de Esmeralda por la ciudad hacia la horca, tétrico; El rescate de Esmeralda de la horca por Quasimodo, el descenso y posterior refugio en la catedral al grito de “Santuario!!!”; Y por supuesto el clímax final, el ataque de los mendigos a la catedral para sacar a esmeralda, con la defensa de Quasimodo, con la llegada de la Guardia Real con la batalla, con Jehan intentando violar a Esmeralda y Quasimodo salvándola, tirando a Jehan desde las alturas de la catedral, con la última imagen del Jorobado con su último aliento tocando las campanas, las únicas que no le han fallado.
El guión tergiversa personalidades del libro de Victor Hugo: El archidiácono Claude en la novela es el villano obsesionado lujuriosamente con Esmeralda, pues el film convierte un villano en la persona de su laico hermano Jehan, que en la obra literaria tenía muy poco peso, ello para no molestar a la Iglesia, este cobarde recurso se ha utilizado en varias de las versiones posteriores; asimismo además de sintetizar y eliminar subtramas, lo más llamativo es la alteración del final para acomodarlo a una conclusión pretendidamente “Happy end”, Quasimodo es apuñalado por Jehan mientras lo lanza desde lo alto de Notre Dame, Quasimodo se desangra letalmente, tocando las campanas, mientras Febo y ella se funden en un amoroso abrazo, qué más da que hasta entonces no hubiera movido un dedo por ella. En el libro el final es bastante diferente, Febo termina casándose con Fleur de Lys, Esmeralda termina siendo ahorcada, lo único similar es que el villano es lanzado desde lo alto de Notre Dame por Quasimodo, y este no muere apuñalado, cuando Esmeralda muere es enterrada en el lugar de los condenados, donde 18 meses después son hallados los dos esqueletos, Quasimodo ha muerto de inanición, al intentar separarlos los dos se deshacen juntos en polvo.
Hubo versiones anteriores a esta de 1923: Un corto de 1905 llamado "Esmeralda", dirigido por la pionera directora Alice Guy Blaché y Victorin-Hippolyte Jasset; En 1911 “Notre Dame de Paris”, producción gala dirigida por Alberr Capellani; En 1917 una versión estadounidense, "The Darling de París", de Gordon Edwards, con Theda Bara 1917; Y una película británica en 1922 también titulada "Esmeralda".
Circuló una leyenda por Hollywood respecto a los muchos extras, se dice que las mujeres figurantes eran prostitutas reclutadas del centro de Los Ángeles, diciéndose que aprovecharon para hacer negocio durante el rodaje.
Recomendable a todos los que gusten de cine clásico del mudo. Fuerza y honor!!!