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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
10
Intriga Un reportero fotográfico (Stewart) se ve obligado a permanecer en reposo con una pierna escayolada. A pesar de la compañía de su novia (Kelly) y de su enfermera (Ritter), procura escapar al tedio observando desde la ventana de su apartamento con unos prismáticos lo que ocurre en las viviendas de enfrente. Debido a una serie de extrañas circunstancias empieza a sospechar de un vecino cuya mujer ha desaparecido. (FILMAFFINITY)
11 de julio de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
146/28(29/06/12) Una de las Obras Maestras que el genial realizador británico nos regaló, Hitchcock tocó una de las cimas creativas del Séptimo Arte con este magnífico film, además fue unos de sus mayores éxitos de taquilla. Jeff (buen James Stewart), es un reportero fotográfico que tiene una pierna escayolada a causa de un accidente, pasa los calurosos días de verano sentado en una silla de ruedas en un piso del neoyorkino barrio de Greenwich Village, allí su diversión es mirar por su ventana trasera que da a un enorme patio con vistas a otras ventanas por las que se deleita con microhistorias sobre sus vecinos, su obsesión va creciendo y utiliza prismáticos y un teleobjetivo, lo que más le llama la atención, un vendedor de joyas (Raymond Barr) que cuida de su enferma esposa postrada en cama, tras unos cuantos indicios observados en este apartamento sospecha que el marido a asesinado a su esposa, para seguir indagando recaba la ayuda de su novia, Lisa Fremont (bellísima Grace Kelly, vestida de lujo por Edith Head), de su fisioterapeuta, Stella (gran Thelma Ritter) y de un amigo teniente de policía, Tom Doyle (correcto Wendell Corey), todos ellos no le creen y su obsesión crece. Es la primera colaboración entre el guionista John Michael Hayes (‘El hombre que sabía demasiado’, ‘Atrapa a un ladrón’ o ‘Nevada Smith’, ‘) y Hitchcock, basado en una novela corta de Cornell Woolrich, ‘It had to be murder’, es un magnífico fresco voyeurista de la sociedad de mediados de siglo pasado, tiene la particularidad de que toda la acción es vista desde el apartamento de Jeff, es su estático punto de vista lo que tenemos, un ejercicio de estilo propio de un valiente, como en ‘Náufragos’ o ‘La soga’, Hitch se autoimpone la dificultad de hacer ágil un único escenario, sale victorioso, hace que nos sintamos unos mirones como Jeff, la impresión de subjetividad es tremenda, a ello ayuda el recurso de que solo se oyen los sonidos ambientales, no hay más música, la de Franz Waxman (‘Traidor en el infierno’ o ‘Capitanes intrépidos’), que la de los títulos de crédito, el resto de lo que se oye es diegético así aparecen temas de Bing Crosby, Nat King Cole o Dean Martin, escuchadas a través de la radio, así como temas tocados por el pianista. Hitchcock crea un microcosmos de personajes e historias contadas de modo prodigioso en lo que se asemeja a una multipantalla de cine mudo, del que manan relatos que sobre todo reflejan las dificultades de las relaciones de pareja, una bella bailarina asediada por pretendientes, una solitaria mujer de mediana edad que anhela encontrar su amor, un melancólico compositor, una pareja reciencasada y por supuesto la propia del protagonista, un tipo al que le cuesta atarse y solo parece que la insistencia de su amada pudiera hacer llegar a buen puerto su relación. (Continua en spoiler sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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