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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
2
Drama. Fantástico. Intriga Tercera y última parte de las tres que componen "La flor", tercer largometraje de Mariano Llinás.

Fue premiada como la mejor película en la competencia internacional del BAFICI como una sola película junto a las dos partes restantes, que en total suman 840 minutos (14 horas), siendo exhibidas por separado. (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
15/15(15/01/21) Al fin he terminado este desafío personal que para mi fue ver por completo el llamado ‘Film con más metraje de la Historia’, con casi 14 horas de duración, aunque en realidad es el ‘truco del almendruco’ de su director y guionista Mario Llinas, pues en realidad son seis historias independientes unas de otras, cual serie de tv antológica, como si cogemos la serie “Black Mirror’ y juntamos todos sus episodios y decimos que es una película ómnibus. Un experimento de producción argentina, mega-pretencioso que ha tenido una cohorte de loadores a los que mi humilde mente no puede ni medio acompañar. Posee una estructura que el propio realizador explica: Seis fragmentos de la historia (cuatro sin final, uno sin comienzo y otro sin comienzo ni final), ninguno de los cuales está relacionado abiertamente con el otro más allá de la aparición recurrente de las actrices (El grupo teatral Piel de Lava) Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa y Laura Paredes. Cada viñeta es (básicamente) representativa de un género diferente. La aparatosa cinta ha sido partida en tres partes, las dos primeras ya comentadas anteriormente, aquí comento la tercera con tres historias, y dentro del peñazo y la tomadura de pelo que es, al menos tiene un elemento que me ha sacado de una modorra de más Guiness que el minutaje de este producto pedante, este es que un director cansado de sus actrices decide hacer una película sobre árboles (¿?), ya sé que no es mucho, pero en el erial que es esto no se puede pedir mucho más. Película donde la mayor parte de su tiempo no pasa nada, siendo un ejercicio de onanismo de Llinas, donde al parecer cree que el espectador se lo traga todo, en un desarrollo de sub tramas de lo más superficial, sin hondura alguna en ningún lado, sin intensidad, sin dramatismo, sin emociones, sin más nada que comentar queda de ella que poder decir que la he terminado, cual día malo que por fin se termina, como cuando sales de un lugar que te ha sido fastidioso y te dices que por fin se queda atrás, pues eso ha sido para mí esta cosa, más aburrida ver crecer la hierba.

Esta tercera parte comienza en la cuarta historia, un relato de meta ficción donde un director de cine se encuentra con sus cuatro actrices en contra de él, ello mostrado en un plano sostenido de varios minutos (igual fue una hora o dos, la noción del tiempo se pierde sumidos en este engendro). Entonces el director tras buscar árboles para rodar fondos por toda Argentina desaparece, y un tipo comienza a divagar sobre lo que le ha podido pasar y de pronto estamos metidos en una historia sobre Casanova. Intenta ser una reflexión sobre el proceso creativo, y se queda en algo que mezcla de modo caótico géneros e historias dentro de la historia, sacándome de cualquier posibilidad de empatizar con nadie o alguna idea; El quinto es en blanco y negro y sin sonido (solo unos segundos para oír unas avionetas con acrobacias en el cielo), siendo una versión gaucha de la bucólica “Una partida de campo” (1936) de Jean Renoir, que a su vez está inspirado en un relato de Guy de Maupassant. Todo tan evocador como vacío de contenido. Lo mejor es que el metraje es el segundo más bajo con 41 minutos, en lo que es otra demostración de la nadería que es esta cinta. Por primera vez, las cuatro actrices de La Flor no aparecen y se da el protagonismo a otros intérpretes; El sexto es el de menor duración con 23 minutos, cuenta a través del diario de una inglesa que vivió en América durante el siglo XIX, ‘Recuerdos de una inglesa cautiva en las llanuras de la América del Sur de Sarah S. Evans (1900), ella y otras tres mujeres abandonan el desierto después de haber estado cautivas durante muchos años. Narrado cual cine mudo, con intertítulos y música de fondo, con imagen saturada, desenfocada y filmado con filtros de tela de gasa que se asemejan a cuadros impresionistas; Todo esto suena mejor narrado que visto en la cinta, un bodrio insufrible.

Podría hablar de la puesta en escena, de la fotografía, de la música, del montaje, del estilo, pero esto además de no ser nada especial, debe ser accesorio de algo entretenido, emocionante, divertido, o que te haga reflexionar, y esto que he visto (padecido) no me ha movido a sensación alguna más allá del tedio.

Ah, y tenemos la nada despreciable cantidad de 27 minutos de créditos finales con el telón de fondo de una secuencia en el campo montando y desmontando (creo) unas tiendas de campaña, con la particularidad de que lo vemos boca abajo, porque? Pues llegados a este punto, y que más da, la pregunta nos ería por estos pomposos y ridículos créditos, si no porque... este film?

Tenía en ‘boxes’ "Historias extraordinarias" de Llinas, pero este bodrio me hace repensarme si hacerla dormir el sueño eterno en la papelera. Fuerza y honor!!!

PD. Hay películas que merecen premios, en este caso lo merecen los espectadores que empiecen y terminen esta cosa bochornosa.
TOM REGAN
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