260/19(18/09/23) Irregular comedia perteneciente al subgénero del absurdo que parodia películas pertenecientes a la cultura pop, ese en el que se movía Mel Brooks, con discípulos en sagas como “Loca academia de policía” o “Scary Movie”, siendo alumnos aventajados de este el trio David & Jerry Zucker más Jim Abrahams, con sus exitosas “Aterriza como puedas”, “Top Secret” o “Agárralo como puedas” (menudos tarugos los que ponen los títulos en español). Aquí los tres amigos se separan, más bien los hermanos dejan a Jerry Abrahams, este escribe y dirige por vez primera en solitario, aunque con la ayuda del guionista del grupo Pat Proft. Siendo el molde el mismo estilo desenfadado, surrealista, donde se acumulan en tropel gag sobre gag, incluso en segundo plano, y siempre en la acumulación hay lugar para algunas sonrisas, pero para disfrutarla hay que desconectar de la realidad, y no esperar humor mordaz inteligente. Es decir, que nadie espere inteligencia de calado tras las viñetas, esto que por ejemplo manaba de reírse de un hombre metido dentro de los engranajes de una máquina (“Tiempos Modernos” criticando el abuso a los trabajadores; esos tipos ‘delineando’ un contrato mientras lo van recortando (“Una noche en la ópera” criticando el lenguaje leonino en los contratos, ese piloto que obedece sin pensar cuando Hitler le ordena se tire de un avión en vuelo sin paracaídas (“Ser o no ser” criticando la fe ciega en un líder), o la tremebunda sátira contra el comunismo de Billy Wilder en “1, 2, 3”, o como arremeter de modo profético contra los populismos en gags como los de ‘Que han hecho los romanos por nosotros?” en la ‘montypythoniana’ “La vida de Brian”. Aquí son un encadenado desequilibrado de set pieces montadas a partir de reírse de forma de pelis famosas como “Bailando con lobos”, “9 semanas y media”, “La chaqueta metálica”, “Los fabulosos Baker boys”, “Rocky”, “Superman” “Marathon Man”, “Lo que el viento se llevó”, o por supuesto la que es la plantilla del argumento, la taquillera “Top Gun”, donde Charlie Sheen es claro alter ego bastardeado de Tom Cruise, la sexy Valeria Golino es de Kelly McGillis, y Cary Elwes lo es de Val Kilmer, junto a ellos destaca un formidable Lloyd Bridges, se nota disfrutando volviendo a su delirante gerifalte emulo del similar que él mismo interpreto en otra peli dirigida por Abrahams (co dirigida con los hermanos Zucker), en ¡Aterriza como puedas”. El hándicap del film en que falta más calidad en la sucesión de gags seguramente está en que faltan los Zucker, con el trío había mayor solidez, había más gags de nivel. En esta cinta buenos ‘sketches’, pero también mucho michelín sin gracia. Film que en el centro hace se ríe del militarismo, deconstruyendo el patriotismo (en el rush final aparece Saddam Hussein por aquello del contexto temporal de estar en pleno de la 1ª Guerra del Golfo) y los clichés (al menos intentándolo).

Tiene un divertido comienzo cuando un piloto recién caído a tierra con paracaídas es confundido con un ciervo por lo que se le ha pegado al casco, recordando claramente esto a gags de los looney tunes de la Warner; En su devenir hace chanzas de los traumas psicológicos de los veteranos de combate, algo muy manido, y de lo que es fácil reírse por lo tópico; Tras el prólogo, tenemos una parodia muy simplista de “Bailando con lobos”, tirando de ideas burdas; Tendremos un romance (se quiere hacer triángulo, pero esta supuesta rivalidad solo se roza), donde tendremos el zenit en la delirante parodia erótica-culinaria de “9 semanas y media”, donde Mickaey Rourke derretía un cubito de hielo en la barriga de Kim Basinger, aquí Charly Sheen irá un poco más allá sobre el cuerpo ardiente de Valeri Golino; Me gustan el encadenado de situaciones que nos llevan a otra en un crescendo cómico ingenioso, aquí se da con el piloto con problemas de vista, Mailman Pfaffenbach ("Wash Out" bufonesco Jon Cryer), y ‘Fiambre’ Thompson ("Dead Meat" encarnado por un grácil William O'Leary),comenzando por como el segundo es acompañado al caza por su esposa en una conversación desternillante en la forma en que se anuncia que va a morir este, desde que no tiene boli para firmar el seguro de vida, se le rompe un espejo a ella, pasan bajo una escalera, él dice tener la solución al efecto invernadero, y que también ha descubierto quien asesinó a Kennedy, y que lo anunciará cuando vuelva del vuelo, aquí si hay el brillo de los mejores momentos ZAZ, aderezados por lo que les sucede cuando caen a tierra, estrambóticamente jocoso; El gag extendido de Rocky no ha sido aprovechado, aunque su final con el combate de los boxeadores de Don King compensa; También me ha gustado la pelea en bel bar, por como han enfrentado a rivales tópicos, con el culmen de los verdaderos Charles Barkley y Bill Laimbeer (famosos baloncestistas en su momento, populares por ser chicos malos, uno de los Philadelphia Sixers y el otro de los Detroit Pistons).

Charlie Sheen da vida al ‘héroe’ de este film, especie de encarnación estoica cual alter ego del Leslie Nielsen joven de su Frank Drevin, aunque con menos carisma, aunque cumple poniendo rostro inexpresivo; Me faltan secundarios que den apoyo al protagonista, son poco estimulantes, unas caricaturas perchas para gags más o menos inspirados, pero roles sin personalidad, aparte por supuesto del que está fuera de catálogo como es Lloyd Bridges como senil Almirante.

Cuando la psiquiatra (Golino) invita a Topper (Sheen) asu casa él le pregunta por la casera (refiriéndose a si el sexo que espera tener podrá molestarla), la respuesta de la doctora es: "Te la puedes tirar también (¿?)”.

Hay otros gags con menos éxito, como el del vuelo de Superman, o el del número musical parodiado de Los fabulosos Baker Boys.