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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Animación. Fantástico. Aventuras En una época en la que reinan la superstición y la magia, los lobos están considerados como una fuerza demoníaca que debe ser eliminada. Robyn es una joven aprendiz que viaja hasta Irlanda junto a su padre para erradicar al último grupo de lobeznos que conoce, pero la situación cambia cuando Robyn salva a Mebh. Su amistad la lleva a conocer el mundo de los denominados "Wolfwalkers", transformándose en aquello que su padre la ha mandado a destruir.  [+]
11 de enero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
09/09(09/01/21) Precioso y delicioso film de animación dirigido por Tomm Moore (co-fundador del estudio de animación Cartoon Saloon con sede en Kilkenny, precisamente la ciudad protagonista de la cinta) y el debutante en la materia Ross Stewart, tercera entrega de la "Trilogía del folclore irlandés" de Moore, después de sus películas anteriores “The Secret of Kells” (2009) y “Song of the Sea” (2014), amabas nominadas al Oscar a Mejor Film de Animación. Ello adaptando un guión de Will Collins (“Song of the sea”) basándose en una historia creada por los directores Moore y Stewart, en lo que es una fábula original con tintes de aventura y fantasía folk, anclada en la historia de Irlanda, concretamente en la invasión inglesa comandada por Oliver Cromwell entre 1640 y 1650, donde el bosque atacado por el Lord Protector (eufemismo del icónico Cromwell) es en realidad una alegoría del alma irlandesa, los lobos son la tradición mística del pueblo Irish, de hecho se considera a Cromwell el instigador de que la isla ya no tenga a este noble animal, en lo que claramente es un alegato en favor de la independencia Irish, asociando sutilmente la destrucción medioambiental a la ocupación colonialista, en pos del mantra del Lord Protector “Lo que no puede ser domesticado, debe ser destruido”. Teniendo varios sub textos como es el empoderamiento femenino, la amistad, el colonialismo que conlleva la anulación de la identidad, la comunión del humano con la naturaleza, la comprensión de lo diferente, sobre el despertar a la madurez, sobre las complicadas relaciones padres-hij@s, ello en un relato que parece una mezcla de “Como entrenar a tu dragón” “Pocahontas” y “Avatar” (la idea de dejar los cuerpos inertes para erigirse en otra forma), en cómo debemos intentar comprender a los que suponemos hostiles, ello adentrándonos en el mundo de los mitos y leyendas. Historia que mezcla con equilibrio el drama, la acción, la magia, el lirismo visual, haciéndote emocionar con unos personajes con los que empatizas, ello con rasgos de oscuridad tenebrosa.

En 1650 Irlanda , los residentes de la ciudad de Kilkenny están trabajando para limpiar los bosques cercanos para la agricultura bajo las órdenes del autorizado Lord Protector Oliver Cromwell (voz original de Simon McBurney), poniéndolos en desacuerdo con una manada de lobos que viven allí. El cazador inglés Bill Goodfellowe (v.o. Sean Bean), con su joven rebelde hija Robyn (Honor Kneafsey), ha sido convocado a Kilkenny por el Lord Protector para exterminar a los lobos, para detener su interferencia con el trabajo de los leñadores. Al no gustarle la naturaleza confinada de Kilkenny y querer ayudar a Bill, Robyn se escapa de la ciudad un día para seguirlo con su halcón mascota, Merlyn. Después de disparar accidentalmente a Merlyn con su ballesta mientras intentaba matar a un lobo que atacaba a un pastor y su rebaño, Robyn observa cómo una misteriosa niña, Mebh (Eva Whittaker), lleva a Merlyn adentrándose al bosque con los lobos en retirada.

Ya desde el inicio se marca el tono sombrío y a la vez hermoso del relato, con ese bosque lóbrego, cerrado de vegetación con una manada lobos aparentemente aterradores de dientes afilados, donde los humanos son en realidad los depredadores con sus aviesas hachas, y en medio del asedio de estas fieras a un leñador aparece un wolfwalker que salva al hombre y dirige a la manada al interior del bosque.

Habiendo una fascinante miscelánea entre la ágil y trepidante narración y una extraordinaria animación influenciada por pinturas medievales, a contracorriente de la del ordenador que ha puesto en solfa Pixar, esta se apoya en un tradicionalismo imperfecto el que hace gala pareciendo un cuento de ilustraciones, precioso en su estética 2D, cuidados al detalle, cautivadores en sus formas, con estilo de acuarelas, se recrea en lo artesanal, dotando de una expresividad fabulosa a los personajes, y haciendo de la dualidad de escenarios todo un prodigio dramático, con esa rigidez de líneas rectas y cuasi-planas de la ciudad amurallada, con sus edificios acabados en puntiagudos techos, ello en colores apagados sin vida, pudiendo estar influenciado por la pintura de Pieter Brueghel, frente al mundo del bosque, rebosantes de color (sobre todo el verde, rojos y dorados) y vida, con vegetación cerrada, cascadas, animales, con sus formas caóticas y circulares, con muchas escenas que forman espirales cuasi-hipnóticas. Además está el recurso de la pantalla dividida para potenciar la tensión dramática. Los personajes se mueven con fluidez natural por las escenas, en sinergia con los bellos decorados en los que se funden de modo sibarita. Siendo llamativo el recurso visual de la transformación del wolfwalker cual haz de luz brillante, donde el punto de vista subjetivo del lobo resulta muy atractivo visualmente.

Y todo esto adornado por la epidérmica y electrizante música de los colaboradores habituales el galo Bruno Coulais y el grupo folk irlandés Kíla, con el añadido de la cantautora noruega Aurora, con una nueva versión de su sencillo ya publicado "Running with the Wolves", que suena de forma conmovedora en el paseo de las dos wolfwalkers por el bosque, un entusiasta recorrido travieso evocador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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