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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama Luis (Luis Bermejo), profesor de literatura en paro, trata de hacer realidad el último deseo de su hija Alicia (Lucía Pollán), una niña de 12 años enferma de cáncer terminal: tener el vestido oficial de la serie japonesa de dibujos animados "Mágical Girl Yukiko". El elevado precio del vestido llevará a Luis a intentar encontrar el dinero de forma desesperada cuando conoce a Bárbara (Bárbara Lennie), una atractiva joven casada que sufre ... [+]
31 de octubre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
252/24(24/10/17) Estimable segunda obra del madrileño (dirige y guioniza) Carlos Vermut (antiguo ilustrador de El Mundo, y autor de cómics-álbumes de culto como El banyán rojo o Psicosoda), cinta con muchos aciertos y algunas taras, director a seguir, pero no estoy de acuerdo con muchas de las críticas loadoras a esta irregular película. Film que tiene en su estructura puzle e historias cruzadas, en su cuidada puesta en escena (de tono malsano in crescente) una de sus atractivas bazas, marcando con un estilo propio y singular el alambicado relato, con sus altibajos y complejidades narrativas, con sus elipsis, sus fuera de campo, descriptivos silencios, todo sumado da un recomendable trabajo, que explora las ambigüedades de la retorcida psique humana, en como el efecto caos se puede poner en marcha cuando menos te lo esperas, no hay “el fin justifica los medios” sin que los medios te puedan atropellar. Sabe jugar con el misterio críptico inquietando al espectador con lo que no ve y lo que sabe (ni sabrá), provocando que sea el público el que tenga que rellenar estos huecos, con lo que se pueden hacer diferentes sub-lecturas, esto desde ese sugerente inicio con esa voz (reconocida de José Sacristán) que se oye antes que la imagen, hablando a una clase que no vemos, y manteniendo un duelo mental con una alumna. Un drama con trazas de thriller cine negro, con elementos de este género, en la amoralidad, en la femme fatale, en las tretas del destino, en la violencia latente, sabiendo no caer en lo sentimentaloide a pesar de tratar temas como el cáncer infantil, el sadomasoquismo, o la depresión pre-suicida. Se mezcla el cáncer terminal, con redes de prostitución sado, con infidelidades, con chantajes, con obsesiones pederastas, con la pasión por el anime japonés, con la desesperación, con venganzas, con manipulación, con desengaños. Se divide en tres capítulos alegóricos a cada bloque (que se cruzan), llevan por título “Mundo”, “Demonio” y “Carne”, los tres enemigos del alma para los católicos, como Vermut ha manifestado, siendo relevante de la obsesión de cada personaje (Luis, Bárbara y Damián).

Luis (Luis Bermejo), profesor Literatura en paro, trata hacer realidad último deseo de Alicia (Lucía Pollán), su hija de 12 años, enferma de cáncer terminal: poseer el vestido oficial de la serie de anime Magical Girl Yukiko. El elevado precio del vestido hará que Luis se adentre en una insólita y oscura cadena de chantajes que involucrarán a Damián (José Sacristán) y Bárbara (Bárbara Lennie), cambiando sus vidas para siempre.

Vermut compone un microcosmos de personajes alienados por el mundo en que viven, seres grises, con sus aristas, partiendo de la bondad y loables intenciones se sumergen gradualmente en un torbellino de maldad que los engulle y devora sin posibilidad de escape, en lo que puede verse como una representación sórdida de una sociedad carcomida y potencialmente corrupta moralmente. Marcando músculo el realizador con su buen uso de los fuera de campo (Bárbara y la red de sadomasoquismo, que es de ella en estas sesiones sado, su difusa relación con Damián, Damián y porque estuvo en prisión, preguntas sin respuestas), mediante insinuaciones, con medias palabras, con mucha información en los bordes para que el espectador complete. Hay un cierto aire al cine del austriaco Haneke en el modo seco del manejo de la violencia, en el uso de los silencios adustos, asimismo subyace un subtexto misógino incisivo, ya que las dos féminas que aparecen, Bárbara y Lucia, son detonadores detodolomalo que acontecer, sin desmerecer su manipulación con sus armas de mujer.

Mundo: Su arranque combina con equilibrio la dramedia, miscelánea entre la tragedia del cáncer infantil (niña de 12 Años), conoceremos a la chica que lo padece, sus ilusiones a través de su diario, y la ternura de como un padre (en solitario, no sabemos que fue de su madre) en precaria situación económica (profesor de literatura en paro), el epítome patético del perdedor, intenta hacer posible el sueño de su hija enferma terminal, comedia en el modo en que se desprecia la cultura cuando en una librería compran los libros por kilos, tramo bien manejado, describiendo la congoja del progenitor y su pesar son incisivo tono punzante (aunque recordando en cierto modo a “Un padre en apuros”, 1996), pero el azar interviene…; Luis Bermejo da un rendimiento plano en un rol anodino, un cara-besugo sin capacidad para hacerme conmover o que me importe lo que le pase, no ayuda que en un momento dado lo emparejen con Bárbara Lennie; La joven Lucía Pollán, la que da título al film, resulta estupenda en su papel de frágil chica soñadora en el triste ocaso de su vida, ello sin caer en la fácil azúcar, muestra una naturalidad brillante en su endeble físico.
Carne: Entonces lo que comienza como una travesía dulce y dramática, se corta y pasamos a otro bloque, conoceremos a Bárbara, y este segmento flojea bastante, no me creo a esta mujer, mal descrita, joven mujer acomodada, con algún trastorno mental, parece nihilista autodestructiva (sadomasoquista), y va y conoce a un tipo mal vestido, descuidado, feucho, sobre el que ella ha vomitado, y como es lógico se acuesta con él (ataque de ironía), menudo atropello a la inteligencia, de verdad pretende el realizador que nos traguemos este chusco recurso metido con calzador? Pero es que encima el “afortunado” que se acuesta con ella decide grabar su “éxito” fornicador para chantajearla (me quedo a cuadros), se pasa Vermut al rizar el rizo. Y ella que parece darle todo igual acepta ser chantajeada para que su esposo no se entere del adulterio, inverosímil, sobre todo porque no se ve calor alguno en este matrimonio sin alma… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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