62/16(17/03/12) Buster Keaton nos ofrece aquí su trabajo más personal, un film donde tenía todo el poder, la escribió, produjo, dirigió y por supuesto protagonizó, es una entretenida comedia que parodia el género del oeste, un mundo de tipos duros, rudos, que chocan con el carácter bonachón y torpón de Buster. El personaje conocido como el ‘Sinamigos’ (gran Buster Keaton), vive en una ciudad en la pobreza y decide vender sus escasas riquezas, con lo ganado, muy poco, se monta en un tren de mercancías de polizón y a ver lo que el destino le depara, por accidente cae del vagón y va a parar a un rancho de ganado donde le dan trabajo, pero sus nulos conocimientos en el medio le ponen en dificultades, allí no encuentra más amistad que una vaca. La cinta posee un gran arranque con gags visuales de gran ingenio, la patética venta de sus pertenencias, el modo sutil en que nos sugieren la larga travesía a través de una tripa de charcutería, allí los momentos humorísticos físicos se multiplican en hilarantes escenas que satirizan el modus vivendi de los vaqueros, desde montar a caballo, el marcado de reses, los tiroteos, las peligrosas partidas de póker (donde se autoparódia, burlándose de que nunca ríe mostrando que le es imposible hacerlo, hilarante), el clásico para en su tramo final embalarse en una escena espectacular, muy al estilo Keaton que gustaba de sumergirnos en un frenesí en los últimos minutos, donde la acción y el humor se funden, prueba de ello son ‘El Maquinista de la General’, ‘Siete Ocasiones’ o ‘El Héroe del Río’, aquí el broche conclusivo es la estampida de ganado vacuno por Los Ángeles y el ‘Sinamigos’ intentando guiarlo disfrazado de diablo rojo, espectacular. Es un relato rebosante de optimismo, con algunos gags que perduran en la memoria y donde se relata una entrañable historia de amor políticamente incorrecto, plasmado en un final delicioso. No es el trabajo más redondo de Keaton pero pasaras un muy buen rato viéndolo. Fuerza y honor!!!