116/04(05/07/19) Potente segunda parte de las aventuras de Ralph y Vanellope por el paralelo mundo tras los videojuegos, esta vez saltando de los juegos arcade a los On Line. Comedia de acción animada por computadora en 3D, producida por Walt Disney Animation Studios y distribuida por Walt Disney Pictures, secuela de la película de 2012 “Wreck-ItRalph”, dirigida por Rich Moore y Phil Johnston (escribió el guión con Pamela Ribon). La cinta se convierte en una sugestiva travesía emocional combinando con habilidad y agilidad narrativa las escenas espectaculares visualmente, con lo dramático de tratar temas universales sobre la amistad (con el leit motive: “Tus sueños no siempre coincidirán con los de tu mejor amigo”, las co-dependencias y cómo afrontar los cambios, dejando algunos otras (superficiales) reflexiones sobre la familia, la adopción, o la educación, ello sumado a su refrescante humor que llenará tanto a peques como a adultos, con toda una galería de referencias culturales pop que nos sacarán cuando menos una mueca de sonrisa, una buddy-movie a la que maximizan sus estupendos secundarios, jugando en su devenir con el tránsito de lo analógico a lo digital, en lo que se puede entender el clásico choque entre conservadurismo (Ralph) y el irreversible progreso (Vanellope), para bien y para mal, el gusto por vivir en la rutina, y las ansias de buscar mundos nuevos. Fue nominada a Mejor Película de Animación en los Oscar, en los Globos de Oro y en los Premios de la Crítica, pero perdió ante “Spider-Man: Intothe Spider-Verse”.

Tras un inicio mejorable, algo espeso, la historia toma impulso con la entrada del disfuncional arcade-binomio protagonista en el Universo On Line, donde con una imaginación desbordante los diseñadores nos introducen un Cosmos que parece inspirado la Nueva York del film galo “El Quinto Elemento”, donde la mente juguetona de los directores nos inundan con una mezcla de referencias culturales (ampliando lo ya mostrado en la primigenia), así como de publicidad encubierta de las macro-compañías que dominan la red de las que remanece una turbadora mezcla entre spot y sátira, con apariciones de Twitter, Amazon, Wikipedia, IMDb, YouTube, Pinterest, eBay o algo metido con calzador el Disney. Y con esta última mirándose el ombligo y haciendo onanismo exhibiendo su catálogo de productos populares como el Universo Star Wars, el Marvel (con la nostálgica presencia del recientemente fallecido Stan Lee hablando con Iron Man), películas de Pixar, Los Muppets. Y sobre con el brillante bloque en el que aparecen en el Boudoir todas las princesas Disney (Blancanieves, Rapunzel, Pocahontas [con su mapache Meeko], La Sirenita, Moana, Anna y Elsa [de Frozen], Anna y Elsa, Ariel, Belle, Mulan, Merida, Tiana, Jasmine [con su tigre Rajah], Cenicienta [con sus amigos ratoncitos] y Aurora) con sus voces originales (a excepción de Cinderella y Aurora, ahora de Jennifer Hale y Kate Higgins), en lo que es un hermoso y cálido homenaje a la legendaria galería de heroínas, donde saben reírse de sí mismos, y de su en muchos casos dependencia masculina, así como de su cercanía a lo pretencioso, sabiendo hacer burla del vintage concepto de princesita desvalida Disney, donde ya d entrada choca el atuendo de ella vs las princesitas,, luego el modo cursi en que dicen cantar cuando están tristes (¿?),como necesitan de un hombre que las salve de los problemas (esto en realidad con el paso del tiempo ha dejado de ser así en los films animados de la casa del ratón). Aunque todo esto de las Disney’s Princess resulta algo metido con calzador, y tampoco es que el final de este segmento se humor inteligente, más bien brocha gorda (spoiler).

Al entrar en el fulgente Universo Internet el argumento sabe entrelazar este elemento (vicio) a nuestros temores, dudas, inseguridades (Yesss: “La primera regla de Internet: No leas los comentarios”), endiosamientos pasajeros, para ello hace alegorías sobre los spam, los virus informáticos que tiene su caldo de cultivo en las inseguridades, sobre los endemoniados likes (toda la subtrama de Ralph como nueva “estrella” de vídeos refleja esta fugaz cita con ser la celebridad de los último minutos que prodiga YouTube), los trending-topics donde los usuarios terminan por convertirse en manipulados por los que gobiernan la red, gobernado por los videos virales, cual marionetas manejados, perdiendo en el tránsito nuestra individualidad. Universo internet radiante en su más recargado sentido, donde predomina (a ojos de la inquieta Vanellope) el juego Slaughter Race, juego de carreras inspirado en GTA y de caros resonancias al de Oasis en ‘Ready Player One’.

Taras (alguna ya mencionada): Con menos tiempo mejor administrado hubiera ganado en solidez y hubiera aminorado cierta sensación de dispersión; Hay tramos que se hacen redundantes y se podrían haber eliminado; El tema del virus asociado al mal de celos en conjunción con las inseguridades está bien, pero una vez desarrollado en la película se hace muy aparatoso, desmesurado perdiendo su sentido simbólico cuando además esta batalla se alarga más que la visita de los suegros.

Ralph sigue siendo un personaje tridimensional maravilloso, con un físico exuberante pero con un corazón de oro, con sus dudas, dilemas, celos, y sobre todo ansias de amistad; Vanellope resulta tan adorable y achuchable como en la primera, un encanto lleno de punch, de energía, vitalidad híper-activa, excelente; Entre los secundarios destaca Shank con voz original de Gal Gadot, seguro como guiño al rol que la ha hecho famosa, Wonder Woman, es una mujer segura de sí misma, autosuficiente, líder de su banda, aunque quizás debieron hacerle alguna arista para humanizarla y no pareciera tan cliché;… (sigue en spoiler)