141/24(25/05/23) Divertidísima secuela de la exitosa de 1997, que llegó a superar comercialmente a la primigenia, ello por saber in novarse sin dejar de ser lo mismo con la inclusión de nuevos y pintorescos personajes que enriquecen el contenido, y no nos vayamos a engañar, si a alguien no le gustó la primera para que ve esta, pues es más de lo mismo. Dirige Jay Roach, aunque el verdadero Tótem del film es el cómico canadiense Mike Myers, que produce, escribe y protagoniza en tres personajes la cinta, con el playboy protagonista sesentero, el carismático villano amanerado Dr. Maligno e introduciendo a un rol nuevo en la figura del asqueroso Fat Bastard (amenazantemente guiñolesco, como cuando le dice al mini Yo: "Pareces un bebé. Métete en mi barriga"), para una descacharrante parodia de los films de James Bond (comienza con un tema musical claramente bondiano sobre unos créditos iniciales embebidos de la saga), aunque con otro tropel de guiños cómicos a la cultura pop como “Star Wars” (el título es una parodia del film de James Bond “La espía que me amó”; la introducción del texto desplazado hacia arriba sobre el espacio estrellado para contarnos el contexto; también con el gag de Dr. Maligno de ‘Yo soy tu padre’; o por supuesto la parte final claramente émulo sarcástico de “Moonraker”), como el delirante dardo contra los amarillistas programas de testimonios, en este caso con el popular en USA “The Jerry Springer Show”, haciendo chanzas de los viajes en el tiempo y sus infinitas paradojas, estirando gags de la primera parte para mejorarlos en la segunda, jugando con los desnudos que alegóricamente se van tapando con elementos que resalta el significado de lo opacado, esto de los chistes sexuales atomizado como cuando un cohete con forma de pene y escroto surca los cielos y hay un fabuloso encadenado de personajes diciendo sin pretenderlo formas de denominar a este aparato, gags de índole sexual tan arrolladores como es el de jugar con las sombras chinescas a través de una tienda de campaña y como parece que Austin tiene en su recto todo un almacén.

Hay que mencionar la inclusión de un rol que casi un cuarto de siglo después sigue siendo Antológico como es el Mini Yo encarnado por Vernon Jay "Verne" Troyer y sus 88 cm de altura, sublime como alter ego del Dr. Maligno como lo imita sin decir palabra (como el icónico gesto de llevarse el dedo meñique a la comisura d ellos labios como señal de algo perverso, o cuando hacen el gesto de entre comillas), una creación Homérica (el pequeño actor murió en 2018 a los 49 años por envenenamiento alcohólico). Este genial rol dijo Myers que fue inspirado por la miniatura de Marlon Brando en "La isla del Dr. Moreau".

Lo de menos es su delirante trama, nadie se la toma en serio, hasta hacen coñas con sus agujeros (el hijo de Dr. Maligno quejándose de que cuando tiene preso a su némesis simplemente no le pega un tiro y lo mata y en cambio prepara sofisticados planes para eliminarlo; o como ataca la forma Idiotesca de manejar la máquina del tiempo). Un argumento que es solo una excusa para ir encadenado gags de todo tipo, desde el slapstick, el sexual, los juegos de palabras (pierden mucho en el doblaje o subtítulos, ejemplo claro es el nombre de la partenaire de Austin, aquí llamada Marifé Lación [en versión original Felicity Shagwell], o la femme fatale María Unpajote [en v.o. Ivana Humpalot] ¿?), la parodia, los equívocos, los racord de cine (riéndose de cómo cambian los escenarios en cine: ejemplo cuando una secuencia está ambientada en la campiña inglesa y se nota no es allí Austin comenta: "Es curioso cómo Inglaterra no se parece en nada al sur de California", y por supuesto es el sur de este estado USA), el escatológico (de lo peor es esta variante sal gorda, siendo el súmmum cuando se pasan de rosca con el gag del café sabiendo a mierda), un totum revolutum que dista de ser cohesionado o sólido, pero en la suma me deja un resultado chispeante, con momentos de humor descojonante (ejemplo la pelea entre el Mini Yo y Austin Powers), habiendo pequeños papeles (ahora llamados cameos [pervirtiendo el origen de la palabra]), para Woody Harrelson, Willie Nelson, Elvis Costello y Burt Bacharach (estos dos último en un genial gag rompiendo la cuarta pared para un número musical).

Mike Myers vuelve a deleitarnos con un festival de personajes entrañables y muy divertidos. Con su titular hedonista de dientes de caballo Austin Powers, ya desde el inicio luciendo palmito cuando se pasea por el hotel desnudo, dejando ver su frondoso vello del torso en forma de pene y escroto, acabando su entrada en escena con una furibunda parodia de las coreografías acuáticas que popularizó Esther Williams; Formidable en su ingenuidad, en esta ocasión se le ve el talón de Aquiles cuando le extraen el ‘mojo’ (palabro que desde entonces a pasado a formar parte del acervo popular), formidable en su pompa de seductor cargado de magnetismo, formidable en la pelea con Mini Yo; Aunque el roba escenas por excelencia es su encarnación del afeminado Dr. Maligno, un megalómano neurótico, siempre de mal humor, no sabiendo de dinero (gag que tira de la primer aparte donde pide un millón de dólares en 1997 y se riend e él), teniendo problemas paterno-filiales, con una fabulosa química con su Mini Yo, uno de sus zenit bailando los dos un rap con "Just the Two of Us”. Entrañable en su inocencia de malo achuchable; Y en esta segunda entrega da vida a otro personaje en Fat Bastard, un obeso mórbido escocés con patillas Curro Jiménez y falda escocesa, un mugriento y viscoso sicario que gusta de regodearse en lo que es ("Es un gordo escocés, cruel, repugnante y vomitivo, realmente nos da asco pero para que no se entere que nos da asco lo llamamos disimuladamente... GORDO CABRÓN").