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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Serie de TV. Intriga Miniserie de TV. 8 episodios. Narra la verdadera historia de Marie, una adolescente que fue acusada de denunciar falsamente haber sido violada, y las dos detectives que siguieron un camino sinuoso para llegar a la verdad. Basada en el artículo ganador del Premio Pulitzer "An Unbelievable Story of Rape". (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2019
15 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
171/06(06/10/19) Interesante miniserie de 8 episodios incrustada en la ola #metoo, creada y producida por Susannah Grant, Michael Chabon, Ayelet Waldman, basándose en el artículo de noticias de 2015 "Una historia increíble de violación", escrito por T. Christian Miller y Ken Armstrong, dramatización de los casos de violación en serie en los estados de Washington y Colorado de 2008–2011, mezclando la investigación de una pareja de detectives con la post-violación de una joven (Marie), y como a la vejación física se unió que no creyeran lo sucedido ni la policía, ni sus amigos, dos historias paraleles, juntadas de modo irregular, pues se sienten dos films en uno. Por un lado está el primer episodio dedicado en exclusiva a la mencionada víctima, su odisea, el modo humillante en que la hacen revivir una y otra vez lo acontecido, para después entrar en una espiral de dudas por parte de la policía, sintiéndose la joven doblemente violada. Este capítulo es un torpedo ácido contra el sistema que atiende a estas mujeres violadas, la frialdad con que son examinadas, el modo agrio en que son interrogadas, no entendiendo que su confusión, provocando un metraje de inicio estimulante, aunque errores como son los molestos e intrusivos flash-back que restan sutilidad y misterio. Y a partir del segundo episodio entran en escena la pareja de detectives (Grace y Karen), que investigaran unos casos de violación que parecen similares, y por tanto podría ser obra de un violador en serie, con salpiqueo de pequeñas pistas que no llevan a sitio alguno, con pequeños avances, dejando por el camino estadísticas que parecen recitadas claramente al espectador, esto sumado a una suave introspección de las agentes policiales, esta trama detectivesca procedimental será el grueso del resto de las siete entregas, salpicando de vez en cuando con las penosas secuelas que sufre Marie, en caída psicológica al vacío, con escarnio público, pero esto se siente un y más y más, donde todos a su alrededor son gente aviesa, y ella no se sabe porque, no acepta la ayuda de nadie, está alienada del mundo. Tiene entre sus grandes bazas las actuaciones de Toni Collette, Merritt Wever y Kaitlyn Dever. Dirige de modo sólido los tres primeros capítulos Lisa Cholodencko (“Olive Kitteridge”), los tres siguientes Michael Dinner (“Aquellos maravillosos años”) y Susannah Grant (Guionista nominada al Oscar por “Erin Brockovich”) los dos últimos.

En su arranque, ya mencionado la estrella absoluta es la introspectiva actuación de Kaitlyn Dever como Marie Adler, con muchos tramos en que en silencio debe expresar todo un mundo interior efervescente, derrochando dimensión humana en su comportamiento, cargado de matices, debilidades, joven que vive en un sistema de acogida experimental, vemos el modo en que acepta revivir una y otra vez los hechos, el modo en que se enfrenta a interrogatorios glaciares, Eric Lange (el Detective Robert Parker) y Bill Fagerbakke (Detective Pruitt) la forma en que sufre el arco de desarrollo de víctima a ser vista como un fraude, ello llevado con mesura y haciéndonos sentir empatía por su sufrimiento, descenso al Infierno de Dante, donde parece que la violación es lo peor, pero aun ahí círculos interiores que empeoraran su situación hacia una pesadilla redoblada, como es la intimidación que sobrelleva ante dos policías insensibles. Esto se contrapone al segundo episodio, otra víctima de violación Amber (Danielle Macdonald), es asistida por la agente Karen Duvall (Merritt Wever), siendo todo lo contrario que con Marie, el trato que tienen con ella es radicalmente diferente, sin caer en la caricaturización de los métodos antagonistas, si se nota mejor tacto, más cariño, más calor con la violada, quedando ya marcada la línea de la serie, donde los hombres van en un registro de entre poco valientes, incompetentes (lo de reirse Karen de un becario que quiere investigar denuncias de desapariciones de ropa interior femenina, espetándole que las mujeres no denuncian desapariciones de bragas, como si los hombres si lo hicieran de calzoncillos!), malos o violadores, dejando un substrato de misandria peligroso. Y es que hay que tener en cuenta que en el caso de Marie no había prueba alguna de que nadie hubiera entrado al apartamento de ella forzándolo, y tampoco en ella había secuelas física alguna, se suma que la gen te que conoce a la chica habla en contra de ella, y esto no lo vemos en el caso de Amber, hay indicios de que han forzado su residencia y ella tiene secuelas físicas, con lo que no son casos iguales.

Parte de las sustancia de la serie está en la relación de estas dos detectives que tratan de capturar al violador. Karen Duvall es una mujer casada, de fuertes creencias cristianas, es dulce en su trato, y obstinada, en contraposición a Grace Rasmussen (Toni Collette), veterana de la policía, desencantada, nihilista, no creyente, dura, clásico dueto de agentes, donde uno es el poli bueno y el otro el poli malo, solo que en versión femenina.

El ritmo de la serie es sereno, sin ser lento, sabe componer escenas que aportan interés, haciendo exposiciones sobre la violencia contra la mujer y la percepción general que hay de ello. Creando un halo de turbiedad en el trabajo de la policía al colocar la diana sobre ellos la investigación, por el modo en que el violador oculta sus actos, y apoyándose en que el alto porcentaje de maltratadores en esta institución. Somos partícipes de todos los pasos las llamadas telefónicas para conectar casos, las huellas de calzado, el ADN, la ayuda del FBI, viajes a otros estados para seguir casos parecidos, el seguimiento a cámaras exteriores, el Mazda blanco, vamos, nada nuevo bajo el sol para los asiduos a series procedimentales.

Kaitlyn Dever resulta enternecedoramente empática en su pesadilla interminable en varias fases, en un desarrollo que nos comulgar con las ruedas de molino deshumanizadas
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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