55/09(10/03/12) Primer largo de Gustavo Taretto que se basa en su corto homónimo, es una deliciosa comedia romántica argentina que nos habla de la soledad en la inmensidad del océano de una anárquica urbe, Buenos Aires, una dura crítica que relaciona el caos urbanístico con el galimatías de nuestra sociedad. Relata en dos historias paralelas las rutinarias vidas de dos jóvenes solteros, Mariana (encantadora Pilar López de Ayala) y Martín (buen Javier Droblas), que viven en bloques de pisos enfrente uno de otro, y que no se conocen, ella es arquitecta reciclada en decoradora de escaparates, es claustrofóbica y aficionada a jugar a ‘Donde está Wally?’, él es diseñador de webs y apenas sale de su vivienda, todo lo consigue a través de internet, cuida a una perrita que una ex-novia le endosó, los dos nos van contando en paralelo sus vidas rutinarias e insatisfechas voz en off. La cintas es el cortometraje alargado, resulta un muy ingenioso y divertido ejercicio de estilo que bebe inconfundiblemente de Woody Allen, su arrollador comienzo recuerda al de ´Manhattan’, e incluso los protagonistas ven emocionados el final de la película, asimismo emanan efluvios del cine del galo Jacques Tati, en lo de lo superfluo de la arquitectura que nos rodea, de cómo los avances suponen barreras a la comunicación, además, Martín siempre lleva en su mochila un dvd suyo. De la historia emana una melancolía entrañable, un lirismo agridulce penetrante, donde el humor inteligente abunda, tanto visual como hablado es muy sutil, donde las situaciones tiernas rebosan gracia entre dos personajes condenados a encontrarse. Lo de la ventana en la medianera del edificio resulta muy brillante, como intentan escapar al sistema por una rendija que les entre un poco de sol, que representa un poco de aire fresco, por cierto esto me recuerda a otro notable film argentino ‘El Hombre de al Lado’. El ritmo es fluido, te atrapa desde el comienzo por dos personajes empáticos con los que conectas desde el comienzo. Pilar López de Ayala está maravillosa, destila simpatía y dulzura, imposible no enamorarse de ella, Javier Droblas borda su rol que también hizo en el corto, magnífico en papel de tipo que roza la agorafobia, transmite la inseguridad y esperanza que es nuestro mundo. Es una cinta original que sin ser redonda engancha y te deja huella por su singular puesta en escena. Fuerza y honor!!!