129/26(19/03/09) Uno de los más grandes alegatos en contra de la intolerancia que se hayan realizado en el cine, en este caso en contra de la persecución que los nazis llevaron en contra de los judíos. El argumento gira en torno un apolítico carpintero checo, Tono (Josef Kroner ), durante la ocupación nazi es nombrado controlador ario de una tienda judía en la plaza del pueblo, esta tienda la lleva una anciana senil, la señora Lauttman (Ida Kaminska) y entonces se produce un encariñamiento por parte de Tono hacia la anciana que le lleva a intentar salvarla de la deportación. Vemos como un hombre corriente sin ningún tipo de ideal político es forzado por la situación a tomar partido en medio de la barbarie. La cinta comienza en lo que parece va a ser una comedia negra para desembocar en un drama tortuoso, donde la lucha interior del protagonista nos llega, vemos como a su alrededor crece la xenofobia, pero aún quedaban personas a arriesgar su vida por salvar a otros, la historia es un prodigio de sensibilidad donde la extraña relación que se produce entre el carpintero ario y la anciana tendera nos conmueve brillantemente. Asimismo el pueblo es un fresco de cómo los europeos se tomaron el nazismo y sus consecuente racismo, unos aliándose con ellos, otros los que lo sufrían, otros pasando, otros como la esposa del carpintero queriéndose aprovechar y otros como Tono asumiendo responsabilidad. Su puesta en escena es maravillosa, utilizando los espacios al máximo tanto en los abiertos, destacando la metafórica pirámide de la plaza, como en los cerrados de la tienda, creando una claustrofobia asfixiante que nos ayudaba a meternos en la piel de Tono y coronándolo con los sueños utópicos de un mundo mejor. Los actores protagonistas realizan unos trabajos extraordinarios, haciendo creíble esta extraña pareja, Kroner transmite la angustia del personaje y Kaminska lo borda en su papel, magníficos, Recomendable a los que gusten de grandes historias humanas. Fuerza y honor!!!