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Voto de TOM REGAN:
7
7,2
4.847
Drama
Un autobús escolar se despeña montaña abajo y se hunde en un lago helado. En el accidente mueren todos los niños del pueblo. El abogado Mitchell Stevens se entrevista con los padres, reabre sus heridas del pasado y les propone llevar el caso a los tribunales. (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
351/29(28/09/21) Buen drama canadiense escrito y dirigido por el cineasta de origen egipcio Atom Egoyan, protagonizada por Ian Holm, Sarah Polley y Bruce Greenwood, y adaptada de la novela de 1991 de Russell Banks (“Aflicción”), cuenta la historia de un accidente de autobús escolar (inspirada en el accidente de autobús de 1989 en Alton-Texas), en un pequeño pueblo nevado (filmada en la Columbia Británica y Ontario) donde mueren 14 niños, donde un abogado busca iniciar un pleito para sacar compensaciones económicas, esta reapertura de las heridas divide a las familias implicadas, dejando al descubierto secretos en la comunidad (resentimientos, infidelidades, incesto, …) que nos hacen ver que no todo es tan idílico. Todo esto mezclado con efluvios alegóricos al cuento de “El Flautista de Hamellin” (que oímos en varios tramos voz en off), donde un hombre raptaba a los niños de un pueblo por los ‘pecados’ (incumplimiento de un trato) de sus padres, es fácil en este sentido ver la metáfora, creando un halo lírico sobre los fotogramas, la sutilidad es escasa (siendo benévolos), ello mientras se intenta entrar en la psique de unos personajes dañados por la pérdida. Donde sobre todo se nos habla de las complicadas relaciones paterno-filiales, de la grieta generacional entre ambos, tocando temas como el peso del pasado, el aislamiento emocional, los sentimientos de culpa, del como seguir con nuestras vidas cuando lo que da sentido a ellas desaparece, sobre los chivos expiatorios de nuestra ira. Todo esto desarrollado con una ambientación poética, con imágenes bucólicas de precioso parajes blancos de nieve gracias a la fascinante cinematografía en patinados pastel de Paul Sarossy (“Remember”) , así como adornado por una música de índole medieval turbadora que da un aire extraño a la historia de Mychael Danna (“La vida de Pi”), imbuyendo de tristeza climática a una narración marcadamente intimista.
En la pequeña ciudad de Sam Dent, Columbia Británica, un autobús escolar choca contra un trozo de hielo, atraviesa una barrera y se estrella contra un lago, matando a 14 niños. Los afligidos padres son abordados por un abogado de fuera de la ciudad, Mitchell Stephens (Ian Holm), quien está obsesionado por su relación disfuncional con su hija adicta a las drogas. Stephens persuade el conductor del autobús y los padres reacios para presentar una acción de clase demanda contra la compañía de autobuses de la ciudad y de los daños, argumentando que el accidente es el resultado de la negligencia en la construcción de la barrera o el autobús. El caso depende de entrenar a los pocos testigos sobrevivientes para que digan las cosas correctas en la corte, particularmente a Nicole Burnell (Sarah Polley), una joven de 15 años paralizada de cintura para abajo como resultado del accidente. Antes del accidente, Nicole era aspirante a músico.
El inicio marca e tono de la historia, cuando vemos una escena evocadora a felicidad con un padre y madre durmiendo en el suelo de un a casa de madera en medio de un exterior blanco de nieve, proyectando calidez humana, ello visto a través de un movimiento suave de cámara, haciéndonos al espectador un incómodo voyeur que nos hemos colado en este plácido hogar. Luego asistimos a la llegada al pueblo de un abogado que hace prever un film judicial a lo Grisham, pero esto es solo una excusa para entrar en esta comunidad. Mediante las entrevistas del leguleyo iremos deconstruyendo a una comunidad herida, que tiene sus secretos, así como su hipocresía, donde la supuesta dignidad y orgullo chocan con sus miserias morales. Todo esto desarrollado a un ritmo lento, dejando que las situaciones calen (unas mejor que otras), pero siempre con la gelidez atmosférica calándote cual, si estuvieras allí, haciéndote reflexionar sobre uno mismo y las relaciones en dos vías, las con nuestros padres, y las que tengamos, con nuestros hijos.
La pareja de dueños del motel, Wendell (Maury Chaykin) y Risa Walker (Alberta Watson), donde el primero tiene mala opinión del resto de padres; Sam (Tom McCamus) y Mary Burnell (Brooke Johnson) son los padres de Nicole, la joven cantante de música country en ciernes que ahora está en silla de ruedas, la relación entre padre e hija resulta extraña (subrepticiamente sabremos porque); Wanda (Arsinee Khanjian) y Hartley Otto y (Earl Pastko) perdieron a su hijo, un niño indio adoptado; Billy Ansell (Bruce Greenwood) seguía por casualidad al autobús en su camioneta y saludó a sus hijos justo antes de que se accidentara. Reacio a tener nada que ver con la demanda y está resentido con quienes lo hacen. Tiene una aventura con Risa, la esposa del dueño del motel.
La película gradualmente sufre un cambio de visión. Primero es la mirada del ser de fuera, un pleiteador, Mitchell, profesional que viene a sacar provecho de la desgracia, surtiéndose de la desgracia de esta comunidad. Pero a su vez este tiene fantasmas en el armario que le hacen herido y entroncan con el duelo de este pueblo, y es que su hija es una drogadicta, caída en la marginalidad, que solo llama a su padre para pedirle dinero. De vez en cuando le llama sintiendo el espectador el que su trabajo puede ser una válvula de escape, o incluso un mod de buscar culpables a su ‘tragedia’, cuando a veces las cosas son más simples. Ian Hom encarna a este en principio buitre de los juzgados con temple, serenidad y a la vez mostrando mundo interior que termina implosionando en la historia que cuenta a una antigua amiga de su hija en el avión sobre como estuvo a punto de abrirle la tráquea de pequeña para salvarle la vida, una narración cargada de sentimiento a flor de piel, mostrando en ello el amor que siente por su cuasi-perdida retoña... (sigo en spoiler)
En la pequeña ciudad de Sam Dent, Columbia Británica, un autobús escolar choca contra un trozo de hielo, atraviesa una barrera y se estrella contra un lago, matando a 14 niños. Los afligidos padres son abordados por un abogado de fuera de la ciudad, Mitchell Stephens (Ian Holm), quien está obsesionado por su relación disfuncional con su hija adicta a las drogas. Stephens persuade el conductor del autobús y los padres reacios para presentar una acción de clase demanda contra la compañía de autobuses de la ciudad y de los daños, argumentando que el accidente es el resultado de la negligencia en la construcción de la barrera o el autobús. El caso depende de entrenar a los pocos testigos sobrevivientes para que digan las cosas correctas en la corte, particularmente a Nicole Burnell (Sarah Polley), una joven de 15 años paralizada de cintura para abajo como resultado del accidente. Antes del accidente, Nicole era aspirante a músico.
El inicio marca e tono de la historia, cuando vemos una escena evocadora a felicidad con un padre y madre durmiendo en el suelo de un a casa de madera en medio de un exterior blanco de nieve, proyectando calidez humana, ello visto a través de un movimiento suave de cámara, haciéndonos al espectador un incómodo voyeur que nos hemos colado en este plácido hogar. Luego asistimos a la llegada al pueblo de un abogado que hace prever un film judicial a lo Grisham, pero esto es solo una excusa para entrar en esta comunidad. Mediante las entrevistas del leguleyo iremos deconstruyendo a una comunidad herida, que tiene sus secretos, así como su hipocresía, donde la supuesta dignidad y orgullo chocan con sus miserias morales. Todo esto desarrollado a un ritmo lento, dejando que las situaciones calen (unas mejor que otras), pero siempre con la gelidez atmosférica calándote cual, si estuvieras allí, haciéndote reflexionar sobre uno mismo y las relaciones en dos vías, las con nuestros padres, y las que tengamos, con nuestros hijos.
La pareja de dueños del motel, Wendell (Maury Chaykin) y Risa Walker (Alberta Watson), donde el primero tiene mala opinión del resto de padres; Sam (Tom McCamus) y Mary Burnell (Brooke Johnson) son los padres de Nicole, la joven cantante de música country en ciernes que ahora está en silla de ruedas, la relación entre padre e hija resulta extraña (subrepticiamente sabremos porque); Wanda (Arsinee Khanjian) y Hartley Otto y (Earl Pastko) perdieron a su hijo, un niño indio adoptado; Billy Ansell (Bruce Greenwood) seguía por casualidad al autobús en su camioneta y saludó a sus hijos justo antes de que se accidentara. Reacio a tener nada que ver con la demanda y está resentido con quienes lo hacen. Tiene una aventura con Risa, la esposa del dueño del motel.
La película gradualmente sufre un cambio de visión. Primero es la mirada del ser de fuera, un pleiteador, Mitchell, profesional que viene a sacar provecho de la desgracia, surtiéndose de la desgracia de esta comunidad. Pero a su vez este tiene fantasmas en el armario que le hacen herido y entroncan con el duelo de este pueblo, y es que su hija es una drogadicta, caída en la marginalidad, que solo llama a su padre para pedirle dinero. De vez en cuando le llama sintiendo el espectador el que su trabajo puede ser una válvula de escape, o incluso un mod de buscar culpables a su ‘tragedia’, cuando a veces las cosas son más simples. Ian Hom encarna a este en principio buitre de los juzgados con temple, serenidad y a la vez mostrando mundo interior que termina implosionando en la historia que cuenta a una antigua amiga de su hija en el avión sobre como estuvo a punto de abrirle la tráquea de pequeña para salvarle la vida, una narración cargada de sentimiento a flor de piel, mostrando en ello el amor que siente por su cuasi-perdida retoña... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero la historia va virando hacia el enfoque de la superviviente Nicole, con secretos que la hacen sufrir, sintiéndose ese personaje de ‘El flautista de Hamellin’ que no pudo seguir a los demás niños y por ello sin querer se salva, seguramente sintiéndose ser una pecadora que debió fallecer en el bus, ahora su castigo es la invalidez, teniendo de bastón a un padre con el que tiene una relación malsana. La actriz Sarah Polley le d vida con gran sentido trágico, con una sutil y amargada expresividad que te llega.
Egoyan juega con los flash-backs para en momentos determinados rellenar los huecos emocionales, en uno de ellos asistimos al accidente desde el punto de vista de uno de los padres, momento desgarrador de impotencia.
Pero no todo es ‘oro’ en esta cinta. Tiene un inicio un tanto desorientador, donde se nos inunda de datos y personajes que aún no hemos visto, y con ello me siento descolocado, como comenzando a leer un libro por la mitad, ello redunda en querer quizás abarcar demasiado; A mi parecer hubiera ganado si se hubiera centrado más en algún personaje y no dispersarse por varios de los afectados, muchos de ellos mostrados esquemáticamente; Su pretenciosidad a la hora de querer toarnos la fibra sensible le puede, sintiéndome empujado a emocionarme y eso me llega a molestar; Nicole me resulta un tanto distante, sin que me sienta empatizada por ella, aun calándome su dolor.
‘En la película se lee el poema del londinense Robert Browning sobre el flautista (adhiriendo un carácter místico), la figura más triste de ese poema era el niño cojo que no podía unirse a los demás para seguir al flautista. En "The Sweet Hereafter", un personaje importante es una adolescente que pierde uso de sus piernas en el accidente; sobrevive, pero parece no dispuesta a aceptar la vida que le queda.’
‘Los Pied Piper referencias influenciados compositor Mychael Danna música 's, que utiliza una flauta ney persa junto con instrumentos antiguos, tales como grabadoras, crumhorns y laúdes, la creación de una 'pseudo- medieval puntuación.' La partitura combinaba así los intereses de Danna en la música antigua y exótica. Egoyan dijo que se utilizó música de estilo medieval para hacer que la película se sintiera atemporal, evocando los cuentos de hadas de los hermanos Grimm y evitando la sensación de una película para televisión.’
Frase epítome del film del abogado Mitchell al granjero Billy: "...porque todos perdimos a nuestros hijos...están muertos para nosotros...se matan en las calles...pasean como zombies por los centros comerciales...algo terrible ha pasado...nos han quitado a nuestros hijos...es demasiado tarde...ya están perdidos"
Final: El clímax es la audiencia en un salón de actos del pueblo, donde las mesas y sillas plegables esperan para cenas compartidas y noches de bingo. Una mesa de futbolín está en una esquina. Allí asiste Nicole para se supone con su testimonio clave dar la espoleta de salida a la demanda. Nicole, en su silla de ruedas, describe el accidente. Ella miente, dice que todo fue culpa de la mucha velocidad que la conductora del bus llevaba, dando al traste con la demanda. Entendemos que para vengarse de su padre, que todos intuimos tiene sexo con ella, y ahora inválida se puede sentir despreciada, o ha entendido lo malsano de lo que le hacia su padre.
A diferencia de la novela original, la película presenta a Sam como un padre cariñoso, como si el incesto fuera el resultado de demasiado afecto.
Tuvo dos nominaciones sin premio al Oscar, como Mejor Director y Mejor guión adaptado.
Me queda un film sugestivo al que algunas comentadas aristas le impiden elevarse más. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/10/el-dulce-porvenir.html
Egoyan juega con los flash-backs para en momentos determinados rellenar los huecos emocionales, en uno de ellos asistimos al accidente desde el punto de vista de uno de los padres, momento desgarrador de impotencia.
Pero no todo es ‘oro’ en esta cinta. Tiene un inicio un tanto desorientador, donde se nos inunda de datos y personajes que aún no hemos visto, y con ello me siento descolocado, como comenzando a leer un libro por la mitad, ello redunda en querer quizás abarcar demasiado; A mi parecer hubiera ganado si se hubiera centrado más en algún personaje y no dispersarse por varios de los afectados, muchos de ellos mostrados esquemáticamente; Su pretenciosidad a la hora de querer toarnos la fibra sensible le puede, sintiéndome empujado a emocionarme y eso me llega a molestar; Nicole me resulta un tanto distante, sin que me sienta empatizada por ella, aun calándome su dolor.
‘En la película se lee el poema del londinense Robert Browning sobre el flautista (adhiriendo un carácter místico), la figura más triste de ese poema era el niño cojo que no podía unirse a los demás para seguir al flautista. En "The Sweet Hereafter", un personaje importante es una adolescente que pierde uso de sus piernas en el accidente; sobrevive, pero parece no dispuesta a aceptar la vida que le queda.’
‘Los Pied Piper referencias influenciados compositor Mychael Danna música 's, que utiliza una flauta ney persa junto con instrumentos antiguos, tales como grabadoras, crumhorns y laúdes, la creación de una 'pseudo- medieval puntuación.' La partitura combinaba así los intereses de Danna en la música antigua y exótica. Egoyan dijo que se utilizó música de estilo medieval para hacer que la película se sintiera atemporal, evocando los cuentos de hadas de los hermanos Grimm y evitando la sensación de una película para televisión.’
Frase epítome del film del abogado Mitchell al granjero Billy: "...porque todos perdimos a nuestros hijos...están muertos para nosotros...se matan en las calles...pasean como zombies por los centros comerciales...algo terrible ha pasado...nos han quitado a nuestros hijos...es demasiado tarde...ya están perdidos"
Final: El clímax es la audiencia en un salón de actos del pueblo, donde las mesas y sillas plegables esperan para cenas compartidas y noches de bingo. Una mesa de futbolín está en una esquina. Allí asiste Nicole para se supone con su testimonio clave dar la espoleta de salida a la demanda. Nicole, en su silla de ruedas, describe el accidente. Ella miente, dice que todo fue culpa de la mucha velocidad que la conductora del bus llevaba, dando al traste con la demanda. Entendemos que para vengarse de su padre, que todos intuimos tiene sexo con ella, y ahora inválida se puede sentir despreciada, o ha entendido lo malsano de lo que le hacia su padre.
A diferencia de la novela original, la película presenta a Sam como un padre cariñoso, como si el incesto fuera el resultado de demasiado afecto.
Tuvo dos nominaciones sin premio al Oscar, como Mejor Director y Mejor guión adaptado.
Me queda un film sugestivo al que algunas comentadas aristas le impiden elevarse más. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/10/el-dulce-porvenir.html