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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Acción. Comedia Época de la Ley Seca. Mike Murphy, un antiguo policía, ha montado en Kansas City una pequeña agencia de detectives que apenas le da para vivir. Tiene un socio llamado Swift y una secretaria que lleva tres meses sin cobrar. Cuando un día Swift aparece con dinero suficiente para resolver todos sus apuros, Murphy empieza a temer que se haya metido en un lío demasiado grande. (FILMAFFINITY)
26 de mayo de 2013
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
101/16(25/05/13) Atractivos ingredientes, dos estrellas en el zenit de sus carreras, Clint y Burt, sumergidos en una trama gangsteril de los años 30 con grandes dosis de comedia, eso debieron pensar los productores y se frotaron las manos, mientras lo hacían se debieron olvidar de que hacía falta un guión, siendo el resultado un descafeinado producto donde se lo debieron pasar mejor los actores que los espectadores, huele a rancia y a ajado por todos lados, se nota desidia y poco trabajo. Un universo de clichés, estereotipos, autoparodias y más artificios mal usados. Mike Murphy (pasado Burt Reynolds) es un detective en Kansas City en los años 30, Speer (correcto Clint Eastwood) es un teniente de policía que fue compañero del primero, sus caminos se cruzan en un caso de asesinato y secuestro. La película iba a ser dirigida por Blake Edwards pero por diferencias creativas con Clint este salió del proyecto, pero quedó su mediocre guión, aunque firmado con el seudónimo Sam O. Browne, un engorroso libreto donde se pierde más tiempo en unas indagaciones farragosas y que a nadie importan que en juntar en pantalla a lo que da salsa al film, Clint y Burt. Esto en la trama, una marea de lugares comunes, en lo de los diálogos es aún más sonrojante, con pretendidas frases divertidas que no llegan despertar ni muecas, todo esto llega a provocar el tedio, delito con estos dos actores en liza y con una cinta de acción, bueno pero es que en acción solo se salva una escena, el resto es puro telefilm, nada reseñable, poca inventiva, tiroteos anodinos, peleas del montón, persecuciones limitaditas, y bien en todo esto los malos son unos auténticos zoquetes, no aciertan a dar a la Casablanca aunque la tuvieran a un metro, si alguna vez me van a fusilar mi última voluntad es que me disparen los villanos de esta película, no ven a tres en un burro. Los personajes carecen de cualquier carisma, cualquier alma, cualquier empatía, secundarios sin peso alguno, los protagonistas hacen lo que se espera de ellos con el piloto automático, por lo menos Clint parece consciente de que se está riendo de ‘Harry El Sucio’, siendo grave que su mejor escena juntos sean los primeros 5 minutos del film, su presentación, el escenario una cafetería, dos malos malísimos se pelean con Mike/Burt mientras Speer/Clint asiste impávido bebiéndose una taza de café, le están dando una paliza, hasta que uno de los malhechores derrama por accidente la taza sobre Speer, este tuerce el gesto el gesto y se desata la tormenta entre Speer y Mike les dan una paliza a los villanos, buena puerta de entrada a lo que nos espera, una distendida cinta que bufonea con el género gangsteril que tanto brillo dieron gente como Cagney, Edwrd G. Robinson o Humphrey Bogart, pero este espíritu burlón inteligente se diluye como un azucarillo en la nadería. Lo peor es que el vulgar realizador se decanta más por que sea un film de Reynolds que de Clint, cayendo esto en un burlesco film con chistes que navegan entre la sosería y la torpeza. La ambientación es correcta, se nota demasiado su no mucho presupuesto pues casi todas las escenas son rodadas de noche, se nota que están rodadas en estudios, rodadas muchísimas en interiores, esto para no tener rodar en exteriores, con lo que esto eleva el coste al tener que ambientar en esta época, el vestuario si es bueno, sombreros de ala ancha, gabardinas, por supuesto coches de época, ametralladoras Thompson o clubs de jazz de negros. La fotografía de Nick McLean (‘Los Goonies’ o ‘Space Balls’) está un poco perdido pues quiere recordar al estilo noir oscureciendo muchas escenas y esto es un error pues esto no es un drama del cine negro, esto es una comedia que requiere luz para resaltar a los protagonistas. Lo que más se agradece es su falta de pretensiones, solo aspira a ser un pasatiempo, se queda a medio camino, tiene una bonita banda sonora a cargo de Lennie Niehaus (habitual de Eastwood), a esto se añaden unos deliciosos temas interpretados por Irene Cara, eso sí, ella con un papel florero, y con dos escenas interesantes, la primera es la antes reseñada del inicio, la segunda es el tiroteo nocturno (como todo), en medio de una calle, con profusión de tommyguns, nadie acierta a nadie, miles de balas por todas partes, hasta que llega Speer saca su escopeta, las metralletas son para inseguros, el con menos proyectiles da en el objetivo, su táctica es simple, ir por en medio de la calle, lo de esconderse es para cobardes, un camión explota, un coche se dirige a Speer baleándole, Speer no se inmuta y le dispara, el vehículo vira y destroza una boca de riego antes de detenerse, el agua de la boca de riego sale disparada hacia el fuego del camión apagándolo, ingenioso satirizando estas sobadas secuencias. La cinta no es mala, es pasable, pero es que los mimbres daban para muchísimo más, y esto irrita, llegando a ser una obra fílmica que olvidaras mientras salen los títulos de crédito. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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