124/07(07/04/10) Muy sobrevalorada cinta de Walter Hill, que emula el estilo serie B, rezuma el inconfundible aroma John Carpenter por todos lados, pero con menos fuerza, menos vigor, menos calidad. El argumento va sobre una reunión multitudinaria de bandas callejeras en un parque neoyorkino donde un líder, Cyrus, pretende unirlas a todas para controlar la ciudad, pero en medio del discurso le disparan y asesinan, le echan la culpa injustamente a la banda de ‘Los Warriors’ que son de Connie Island, todas las bandas se ponen a buscarlos para acabar con ellos, mientras ‘Los Warriors’ comienzan un huída a través de la noche de Nueva York para intentar llegar a su barrio. El punto de partida resulta interesante pero su desarrollo deriva en lo pueril, con situaciones forzadísimas, diálogos dignos de niños de cuatro años, coreografías de peleas patéticas, persecuciones policiales estrambóticas, con personajes caricaturescos, bandas que se suponen peligrosas y lo que producen es patetismo, ejemplos ‘Los huérfanos’, ‘Los bateadores’, ‘Los patinadores’, y si hablamos de ‘Los Warriors’ decir que tienen pinta de tribu urbana de sexo duro gay, vestidos de chaleco de cuero sin nada debajo, sus integrantes son de encefalograma plano. La puesta en escena es de serie B de cinta de terror, presentándonos un Nueva York casi apocalíptico, con las calles desiertas, solo se ven bandas callejeras a modo de zombis que buscan comida, de hecho tienen la misma mentalidad que los zombis o sea nula. Recomendable a los muy, pero muy incondicionales de la acción. Fuerza y honor!!!