06(10/01/13) Notable film de Spielberg sobre la imponente figura del más famoso presidente estadounidense, el 16º, magnífico tributo a su fuerte idealismo por la igualdad. Se basa libremente el guionista Tony Kushner (‘Angels Of America’, Premio Pulitzer y ‘Munich’) en la novela de Doris Kearns Goodwin ‘Equipo de Rivales: El Genio político de Abraham Lincoln’, un proyecto que 10 años atrás iba a ser la total biografía de Abe, desde su nacimiento hasta su muerte, inteligentemente esto se ha reducido a sus intensos últimos meses de vida. Lincoln (enorme Daniel Day-Lewis) en Enero de 1865, poco después de haber ganado su segundo mandato, lleva 4 años de cruenta Guerra de Secesión, sus grandes objetivos eran acabar con la Guerra Civil (el Sur se colapsaba y pretendía una Paz honrosa) que asolaba el país y sobre todo terminar legalmente con la lacra de la esclavitud, para ello debía de aprobarse en el congreso la 13ª Enmienda a la Constitución, aunque por ello la contienda bélica pudiera alargarse, tenía los votos de su partido republicano y necesitaba 20 en las filas de los rivales demócratas, ordenó un maquiavélico plan donde las estafas, sobornos, engaños a los congresistas fueron sus armas, su mejor aliado será un abolicionista radical, Thaddeus Stevens (gran Tomy Lee Jones), mientras lidiaba una cruenta guerra, entremedias nos asomamos a su complicada vida familiar, su tormentosa relación con su esposa Martha (gran Sally Field), tendrá que lidiar con su hijo Robert (correcto Joseph Gordon Levitt) que quiere ir a la guerra, y sobre todo asistiremos a bombardeos de una personalidad arrolladora. Estos pocos meses nos dan una extraordinaria semblanza de un personaje único, con múltiples aristas, pero que creía que un bien justificaba cualquier medio, si hubieran expuesto toda su vida podría haber sido todo demasiado disperso, al centrarse en un corto periodo todo queda más pétreo y tiene más calado, es además una magnífica lección de historia política. Spielberg desparrama genio por cada fotograma, demuestra que cuanto más cine hace más cara de John Ford se le pone, después de la fordiana ‘War Horse’ está se nota muy influenciada por ‘El Último Hurra’ y por supuesto por ‘El joven Lincoln’. Es fascinante desde su inteligente comienzo, después de una cuasi-cavernícola batalla en medio de la lluvia y el barro, oímos a unos soldados unionistas negros charlar con un afable y chistoso Lincoln, terminando la escena en uno de ellos declamando el famoso y trémulo discurso de Lincoln de Gettysburg, pasando por escenas de una extraordinaria intensidad, cargadas de emociones, sabiendo no provocar el aburrimiento, pues sabe imprimir un gran ritmo a base de diálogos y discursos portentosos, con brillantes toques de humor, ello en el marco de una descomunal puesta en escena, es una recreación memorable de la época, un excelente diseño de producción de Rick Carter (’Parque Jurásico’, ‘Forrest Gump’ o ‘Avatar’), un hermoso vestuario de Joanna Johnston (‘Salvar al soldado Ryan’, ‘Munich’ o ‘Valkiria’), todo el metraje embellecido por la magna fotografía del polaco Janusz Kaminski (habitual de Spielberg), una espléndida composición de planos, por momentos son lienzos cargados de un lirismo exacerbado, otorgan un vibrante cariño a la figura de Lincoln con tomas contrapicadas que elevan al personaje, parecen los interiores rodados con luz natural, con un sol celestial entrando por las ventanas, con claroscuros expresionistas cuasi-góticos, sobresaliendo los tristes y ocres colores azul y negro, se mueve cargando de profundidad dramática el tono del film, un sibarita canalizador de sensaciones, lo más débil es la cuasi-inane partitura musical del maestro John Williams, no ha dejado su huella. Posee un gran elenco de actores, una Sally Field grandiosa, emite la complejidad de una mujer hastiada por la muerte de un hijo Willie a los 11 años por tifus y que no quiere perder a otro en la guerra, tiene momentos sobresalientes, un Tomy Lee Jones impresionante como abolicionista que debe de torcer un poco sus objetivos para conseguir avanzar, tiene escenas de enorme lujo, sublime cuando en el estrado del congreso debate con un demócrata sobre que todos los hombres deben ser iguales ante la ley, con frases mordaces donde Tomy muestra su fuerte carácter, transmitiendo gran pasión, así como grande el posterior gran diálogo que tiene con un afín suyo que lo tacha de ‘vendido’, uno de los grandes, como curiosidad en el polémico y racista film de Griffith ‘El Nacimiento de una Nación’ Thaddeus Stevens es el villano. También sobresale el buen hacer del sobrio David Stratheirn como el consejero presidencial, los brazos maquiavélicos de Lincoln, James Spader, Tim Blake Nelson y John Hawkes, los divertidos tipos que deben por todos los medios posibles obtener los votos, un comeplanos Jared Harris como el General Grant, Bruce McGill y Lee Pace como la dura oposición lucen muy bien, y más grandes intérpretes que dejan su huella como Joseph Gordon Levitt, Hall Hollbrook o Michael Stulbarger. Pero el gran pilar es un descomunal Daniel Day-Lewis, una arrolladora actuación, sobresale de de la pantalla, cada frase, cada diálogo, cada movimiento, cada gesto, cada mirada, su comunicante movimiento de brazos, es glorioso, su empatía es un tsunami que nos arrolla, cada escena en la que aparece un aura cuasi-divina le acompaña, se siente que el peso de la responsabilidad lo soporta sobre sus cansados encorvados hombros, la forma en que cuenta anécdotas es hipnótico, por favor oírlo en versión original, tornea la voz de modo sublime, probablemente el mejor actor vivo, un coloso que deja de actuar para ser Lincoln.