212/01(01/10/12) Buen entretenimiento que combina la acción y el humor en una buddy-movie regido por un experto en el género, Richard Donner, como ya ha demostrado con su saga ‘Arma Letal’, lo malo es un guión que podría haber dado más de sí y se queda en un quiero y no puedo. Jack Mosley (notable Bruce Willis) es un veterano agente de policía de Nueva York, una hastiado tipo alcohólico de vuelta de todo, un día le encargan una rutinaria misión, trasladar de prisión al juzgado a un preso antes de la 10, Eddie Bunker (penoso Mos Def), un pequeño recorrido de 16 manzanas, pero en el tránsito intentan asesinar a Eddie, el encargo se complica pues es la policía corrupta la que ansia impedir que Eddie llegue ante el juez a declarar, Jack intentará con la poca dignidad que le queda cumplir el objetivo. Es un pasatiempo que recuerda a ‘Ruta Suicida’ de Eastwood (incluso con la escena del bus), esta con ínfulas moralizantes sobre que las personas pueden cambiar, se usa el manido recurso de unir a dos antagónicos personajes, un poli hierático de vuelta de todo con un motormouth (cliché cinéfilo para definir al tipo megaparlanchín y divertido), en este caso un preso de buen corazón, en esto recuerda al film ‘Límite 48 horas’, y entre los que la intimidad hará el roce afectivo, nada nuevo bajo el sol. La presentación que se hace de un perdedor es sobresaliente, un apartamento donde hay varios cadáveres ha sido ya revisado por la policía, allí llega un demacrado Mosley, le encargan que vigile y no toque nada, se pone a buscar algo por la cocina hasta que lo encuentra, una botella de whisky, se sienta en el sofá y se pone a beber, excelente, queda enmarcada la nihilista personalidad del protagonista, a lo largo del metraje se intuye que algo en el pasado marcó su autodestructivo carácter (algo ya muy usado en el cine) y estas 16 manzanas representan un viaje de redención y esperanza donde los pecados se pueden expiar. Esto Bruce Willis lo transmite de modo magnífico, una interpretación y caracterización soberbia, probablemente su mejor actuación, emite amargura, fracaso, desilusión, cansancio, su lenguaje corporal y gestual es manejado de modo inteligente, y la evolución que muestra a lo largo de estas calles es creíble, muy bueno Willis. Su actor compañero de fatigas es el rapero Mos Def y está en las antípodas de Bruce, perpetra una actuación penosa, da la impresión de querer emular a Forrest Gump, nadie puede creerse que este mojigato haya sido un criminal, la química con Willis chirría. (continua en spoiler sin)