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Voto de TOM REGAN:
10
7,8
7.372
Bélico
Mítica película antibélica que plasma los sentimientos, sensaciones y desilusiones de un grupo de jóvenes estudiantes que son enviados al frente en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Es una adaptación de la novela homónima del escritor alemán Erich María Remarque. Su estreno provocó enfrentamientos entre nazis y comunistas. (FILMAFFINITY)
4 de agosto de 2014
21 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
84/07(13/14) Una de las Más Grandes Odas al antibelicismo que se hayan hecho nunca, más de 80 años de su realización que no le han hecho mella, su frescura y mordacidad la han atomizado, siendo de gran influencia para posteriores grandes cineastas. Lewis Milestone realiza una de los más conmovedores alegatos contra una de las mayores lacras que el ser humano ha creado, la Guerra y todas sus nefastas consecuencias. Su profundo mensaje Humanista era tan pernicioso para el poder de Maestro de Marionetas de los gobiernos que estos temieron que su pacifista contexto podría influir en la gente, los gobernantes no quieren que sus ciudadanos vean la realidad de las contiendas bélicas, pretenden pintárselas de idealistas y glamurosas. La Academia de Cine la premió con el Óscar a la mejor película y a la mejor dirección. Sinopsis omitida por falta de espacio.
La cinta arranca con un mensaje sobreimpresionado que da idea que estamos ante algo de calado emocional: <Esta historia no es una acusación ni una confesión, y aún menos una aventura, pues la muerte no es una aventura para aquellos que se enfrentan de pie a ella. Trata simplemente de una generación de hombres que, aunque escaparan de las bombas, quedaron destrozados por la guerra.>
Se basa en la novela homónima del germano Erich Maria Remarque, veterano de la Gran Guerra plasma en el libro sus experiencias en el conflicto, siendo el primer gran film del cine sonoro. Lo guionizan George Abbott, Maxwell Anderson (“Cayo Largo”), Del Andrews, y el no acreditado director, con una composición de momentos únicos, de los que manan estremecedores sentimientos, con descripción de personajes con los empatizas y con los que sufrirás. Discurre en tono pesimista, realista recreación del tránsito del artificioso idealismo de de formar jóvenes Patriotas que luchen abnegadamente por una causa, aunque esta causa les sea ajena, pasando gradualmente de la ilusión, al desencanto, la decepción, la frustración, la desesperación, habla de la sinrazón, de la inutilidad, de la futilidad de las Guerras, nos cuenta que la victoria es permanecer vivo, que el inicial idealismo deriva en que únicamente luchas por el compañero. Fastuoso reflejo de la dura vida en las trincheras, no escatiman autenticidad, exponiendo la crudeza, mostrándolas embarradas, mugrientas, con ratas entre los soldados, pasando hambre, con el constante sonido de fondo de las bombas enemigas cayendo, conviviendo con la muerte, impresionantes batallas, magníficamente rodadas, se muestran los horrores de estas con imágenes imperecederas como las manos amputadas que quedan colgando en una alambrada, Sublime. La cinta pone el acento en desmitificar la guerra, en despojarle de cualquier glamur, aquí no hay héroes solo supervivientes.
La guerra la vemos desde el punto de vista de los soldados rasos de infantería, peones movidos por caprichosas manos, nunca sabremos donde están o cual es la estrategia de combate, no se nos explica porque guerrean, pero se nos enseña la manipulación a la que chicos volubles son sometidos con argumentaciones pomposas, hinchadas de nacionalismo que no es más que el McGuffin para azuzar a las masas, jóvenes que sueñan con ser héroes. Se nos relata con esmero todo el trayecto desde el adoctrinamiento en la escuela, el adiestramiento, la llegada a las inhóspitas trincheras, la relación con los veteranos, las primeras misiones, el hambre, las batallas, los deprimentes hospitales con sus fallecimientos, amputaciones y traumas de guerra o los permisos de vuelta a casa donde ya se encuentran fuera de lugar.
Gran parte del éxito del film es su extraordinario elenco actoral, con el acierto de no poner a estrellas para no desviar la atención a lo superfluo, con unos intérpretes que transpiran veracidad, humanidad, y de lo más complicado, contención, pues los actores provienen todavía del cine mudo donde el histrionismo era la forma de emitir emociones, aquí transmiten naturalidad. El amo y señor de la función es Louis Wolheim como el veterano Kat, Colosal, ayudado por un físico tallado a machetazos emite un portentoso carisma, dota a su rol de un patinado paternal conmovedor, su lenguaje gestual apabulla, lamentablemente murió de cáncer un año después del estreno de la cinta con 51 años. Lewis Ayres es el protagonista resulta entrañable en su papel, emite toda la gama de matices que requiere, con momentos apasionantes, con discursos arrolladores de poderío como el que da a los alumnos en un permiso, alertándoles de lo perniciosos de la guerra mientras estos le abuchean por considerarlo antipatriota, tan marcado quedó por su rol que durante la WWII se hizo objetor de conciencia, sirviendo durante la contienda en el Cuerpo Médico en el Pacífico Sur. Slim Sommerville como Tjaden realiza una fenomenal labor como alivio cómico, y derrochando ternura.
Puesta en escena espléndida, brillante dirección artística de William R. Schmidt y Charles D. Hall (“El Doctor Frankenstein”), con estupendo pueblo teutón, tremendas trincheras, aterrador campo de batalla, fruto de 20 hectáreas de un rancho californiano, con miles de extras en una pavorosa coreografía de la muerte, más de 2000 excombatientes alemanes residentes en Los Ángeles sirvieron de extras militares, algunos incluso hicieron de asesores técnicos, con lúgubres hospitales, o el excelente vestuario, esto maximizado por el grandioso trabajo de cámara de Kar Freund (“Metrópolis”) y Arthur Edeson (“Casablanca”), con espectaculares travellings en las trincheras, con prodigiosas tomas en las batallas, con secuencia subjetiva estupenda cuando vemos a Paul asistir a un caótico enfrentamiento entre tropas con él situado en un cráter de una bomba, genial o cuando la cámara actúa de ametralladora, a esto se añade no poner música porque se confía tanto en el relato que la música puede resultar maniquea y sensiblera. (continua en spoiler por falta de espacio))
La cinta arranca con un mensaje sobreimpresionado que da idea que estamos ante algo de calado emocional: <Esta historia no es una acusación ni una confesión, y aún menos una aventura, pues la muerte no es una aventura para aquellos que se enfrentan de pie a ella. Trata simplemente de una generación de hombres que, aunque escaparan de las bombas, quedaron destrozados por la guerra.>
Se basa en la novela homónima del germano Erich Maria Remarque, veterano de la Gran Guerra plasma en el libro sus experiencias en el conflicto, siendo el primer gran film del cine sonoro. Lo guionizan George Abbott, Maxwell Anderson (“Cayo Largo”), Del Andrews, y el no acreditado director, con una composición de momentos únicos, de los que manan estremecedores sentimientos, con descripción de personajes con los empatizas y con los que sufrirás. Discurre en tono pesimista, realista recreación del tránsito del artificioso idealismo de de formar jóvenes Patriotas que luchen abnegadamente por una causa, aunque esta causa les sea ajena, pasando gradualmente de la ilusión, al desencanto, la decepción, la frustración, la desesperación, habla de la sinrazón, de la inutilidad, de la futilidad de las Guerras, nos cuenta que la victoria es permanecer vivo, que el inicial idealismo deriva en que únicamente luchas por el compañero. Fastuoso reflejo de la dura vida en las trincheras, no escatiman autenticidad, exponiendo la crudeza, mostrándolas embarradas, mugrientas, con ratas entre los soldados, pasando hambre, con el constante sonido de fondo de las bombas enemigas cayendo, conviviendo con la muerte, impresionantes batallas, magníficamente rodadas, se muestran los horrores de estas con imágenes imperecederas como las manos amputadas que quedan colgando en una alambrada, Sublime. La cinta pone el acento en desmitificar la guerra, en despojarle de cualquier glamur, aquí no hay héroes solo supervivientes.
La guerra la vemos desde el punto de vista de los soldados rasos de infantería, peones movidos por caprichosas manos, nunca sabremos donde están o cual es la estrategia de combate, no se nos explica porque guerrean, pero se nos enseña la manipulación a la que chicos volubles son sometidos con argumentaciones pomposas, hinchadas de nacionalismo que no es más que el McGuffin para azuzar a las masas, jóvenes que sueñan con ser héroes. Se nos relata con esmero todo el trayecto desde el adoctrinamiento en la escuela, el adiestramiento, la llegada a las inhóspitas trincheras, la relación con los veteranos, las primeras misiones, el hambre, las batallas, los deprimentes hospitales con sus fallecimientos, amputaciones y traumas de guerra o los permisos de vuelta a casa donde ya se encuentran fuera de lugar.
Gran parte del éxito del film es su extraordinario elenco actoral, con el acierto de no poner a estrellas para no desviar la atención a lo superfluo, con unos intérpretes que transpiran veracidad, humanidad, y de lo más complicado, contención, pues los actores provienen todavía del cine mudo donde el histrionismo era la forma de emitir emociones, aquí transmiten naturalidad. El amo y señor de la función es Louis Wolheim como el veterano Kat, Colosal, ayudado por un físico tallado a machetazos emite un portentoso carisma, dota a su rol de un patinado paternal conmovedor, su lenguaje gestual apabulla, lamentablemente murió de cáncer un año después del estreno de la cinta con 51 años. Lewis Ayres es el protagonista resulta entrañable en su papel, emite toda la gama de matices que requiere, con momentos apasionantes, con discursos arrolladores de poderío como el que da a los alumnos en un permiso, alertándoles de lo perniciosos de la guerra mientras estos le abuchean por considerarlo antipatriota, tan marcado quedó por su rol que durante la WWII se hizo objetor de conciencia, sirviendo durante la contienda en el Cuerpo Médico en el Pacífico Sur. Slim Sommerville como Tjaden realiza una fenomenal labor como alivio cómico, y derrochando ternura.
Puesta en escena espléndida, brillante dirección artística de William R. Schmidt y Charles D. Hall (“El Doctor Frankenstein”), con estupendo pueblo teutón, tremendas trincheras, aterrador campo de batalla, fruto de 20 hectáreas de un rancho californiano, con miles de extras en una pavorosa coreografía de la muerte, más de 2000 excombatientes alemanes residentes en Los Ángeles sirvieron de extras militares, algunos incluso hicieron de asesores técnicos, con lúgubres hospitales, o el excelente vestuario, esto maximizado por el grandioso trabajo de cámara de Kar Freund (“Metrópolis”) y Arthur Edeson (“Casablanca”), con espectaculares travellings en las trincheras, con prodigiosas tomas en las batallas, con secuencia subjetiva estupenda cuando vemos a Paul asistir a un caótico enfrentamiento entre tropas con él situado en un cráter de una bomba, genial o cuando la cámara actúa de ametralladora, a esto se añade no poner música porque se confía tanto en el relato que la música puede resultar maniquea y sensiblera. (continua en spoiler por falta de espacio))
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Del film brotan momentos Magnos para el Séptimo Arte: Inicio Apoteósico con el desfile militar por el pueblo en medio de los vítores de las gentes, luego hay un contrazoom la cámara retrocede por el ventanal de un colegio, un excitado maestro alecciona a sus alumnos sobre los parabienes de la “Patria”, con los chicos escuchando obnubilados la arenga e imaginándose victoriosos y triunfadores, con apasionados primeros planos los vemos decir que se alistaran, terminan cantando “Die Wacht am Rhein”, poseídos por la artificiosa vena patriotera, o cuando tras una batalla el cocinero no quiere dar de comer a la compañía por que ha hecho para 150 y solo hay 80, el resto están muertos, surrealista, o cuando en grupo de soldados discuten sobre el sentido de las guerras, Magno, o el Descomunal tramo en que seguimos un par de botas de un muerto, y un primoroso montaje van pasando de desgraciado a desgraciado soldado, o cuando en una extraordinaria secuencia de una batalla de los alemanes contra los franceses, Paul durante la anarquía de la refriega cae en un cráter de un obús, allí se queda contemplando cómo se producen ataques y contraataques, un soldado galo (Raymond Griffith) cae en el agujero, pelean los dos con la bayoneta, Paul hiere mortalmente al francés, agonizando entre sollozos este durante interminables horas, tiempo en el que Paul se desespera ante lo que ha hecho, no encuentra sentido a por que debe luchar contra alguien que ni conoce, expresado de modo trémulo: <Cuando saltaste aquí, tú eras mi enemigo y tuve miedo de ti. Pero solo eres un hombre como yo, y te he matado. Perdóname, camarada!..>, excelso reflejo del absurdo de las guerras, o los tremebundos dos tramos en el hospital, primero asistimos a como un soldado a punto de morir, el otro dura más y las amputaciones de miembros derivan a un ambiente tétrico, o cuando 3 soldados alemanes visitan furtivamente a 3 granjeras francesas solitarias, les llevan comida y a cambio consiguen una noche de placer en la cama, tras lo cual en un precioso fuera de plano solo vemos sus siluetas, los oímos charlar con ellas tiernamente, lo paradójico es que ninguno habla el idioma del otro, o cuando regresa Paul a su pueblo con permiso y asiste a la visión glamurosa de los ancianos con soluciones fáciles para acabar con la guerra, o la fascinante de Paul escuchando a su antiguo profesor Kantorek arengar a la clase igual que él lo fue, pero las cosas han cambiado mucho, el profesor pide a Paul aleccione a los muchachos con sus épicas experiencias y este les desinfla el globo: <Vivimos en las trincheras y luchamos. Tratamos de no ser asesinados, eso es todo, pero a veces somos nosotros>, y por supuesto su Glorioso final (spoiler), todo un dechado de valentía, de un lirismo exacerbado.
Film que debería ser de visión obligatoria en los institutos, un profundo Canto al sinsentido de las Guerras, está en mi Olimpo particular, turbador alegato al Despertar de la Inocencia, una OBRA MAESTRA. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Su bello y poético final es original, no estaba en el libro. Tras la vuelta del permiso de Paul, Katz muere por una bomba de un avión junto a él, luego lo vemos melancólico en una trinchera, observa con dulzura una mariposa sale fuera para tocarla, vemos extender su brazo, acercarse a la mariposa y escuchamos un disparo, el brazo se encoge, Paul ha muerto (esto entronca con una imagen al inicio del hogar de Paul en que se ve una colección de mariposas, esto fue ideado tras la finalización del rodaje, los actores no estaban disponibles, y el brazo que se ve es el del director Lewis Milestone), tras lo cual vemos un infinito camposanto de cruces, y sobre él sobreimpresionado vemos los rostros alegres de los soldado muertos, Descomunal metáfora visual.
Crítica Segada por el límite de caracteres, para ver íntegra ir a http://tomregan.blogspot.com/2014/08/sin-novedad-en-el-frente.html
Film que debería ser de visión obligatoria en los institutos, un profundo Canto al sinsentido de las Guerras, está en mi Olimpo particular, turbador alegato al Despertar de la Inocencia, una OBRA MAESTRA. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Su bello y poético final es original, no estaba en el libro. Tras la vuelta del permiso de Paul, Katz muere por una bomba de un avión junto a él, luego lo vemos melancólico en una trinchera, observa con dulzura una mariposa sale fuera para tocarla, vemos extender su brazo, acercarse a la mariposa y escuchamos un disparo, el brazo se encoge, Paul ha muerto (esto entronca con una imagen al inicio del hogar de Paul en que se ve una colección de mariposas, esto fue ideado tras la finalización del rodaje, los actores no estaban disponibles, y el brazo que se ve es el del director Lewis Milestone), tras lo cual vemos un infinito camposanto de cruces, y sobre él sobreimpresionado vemos los rostros alegres de los soldado muertos, Descomunal metáfora visual.
Crítica Segada por el límite de caracteres, para ver íntegra ir a http://tomregan.blogspot.com/2014/08/sin-novedad-en-el-frente.html