314/21(21/12/08) Kieslowski es un director que se desliza por la frágil lÍnea que separa la maestría y lo tedioso, y en esta se eMponzoña en lo segundo. Se pasa de pretencioso a encantador de serpientes, intenta contarnos la nada, adornado por unas bonitas imágenes envueltas en una música maravillosa, eso si con una de mis musas, una de las más grandes bellezas del cine, la deslumbrante Irene Jacob, pero todas estos elementos positivos no han conseguido, que a pesar de su corta duración se me hiciera eterna. Esta "La doble ..." es el germen de la trilogía de los colores de la bandera francesa, trilogía que si merece la pena, convierte lo aburrido de esta brillantez. "La doble vida..." recomendable a los incondicionales del director polaco y a los que sufran de insomnio. Fuerza y honor!!!