203/09(14/09/12) La cinta más famosa del trío cómico más famoso de la Historia del Cine, un tsunami de escenas míticas, donde la anarquía y el caos más irreverente se apoderan de la pantalla, eso sí con la tara de los lastrantes números musicales. Fue el primer de ellos trabajo para la MGM, y la primera sin el soso cuarto hermano, Zeppo, el supuesto galán, dejaron la Paramount tras el fracaso de público de ‘Sopa de ganso’, para mí su obra más redonda, su zenit, su amigo el Niño Prodigio Irving Thalberg (uno de los más grandes que paradójicamente no aparece en ningún título de crédito) los convenció para que se unieran a ellos, y para darle un giro a sus películas para volverse a ganarse a los espectadores, decidió incluir una trama secundaria romántica y números musicales pomposos, justo todo lo que a mí me repele de sus obras y que lastra el trepidante ritmo, el otro elemento fue que antes de empezar a grabar representaran en varios teatros del país la obra y comprobar de este modo la reacción del público ante los gags, este método estuvo a punto de dejar fuera la mítica escena del camarote, pues apenas hacía reír, el resultado final fue la más taquillera de su filmografía. Cuenta como el vividor Otis B. Driftwood (gran Groucho) junto a sus ‘esbirros’ Fiorello (gran Chico) y Tomasso (gran Harpo) deciden ayudar al tenor Ricardo Baroni (inane Allan Jones) a que triunfe en la Ópera unto a su amada Rosa Cristaldi (inane Kitty Carlisle), para ello deberán enfrentarse al pérfido Lasparri (correcto Walter Woolgf King). La historia está plagada de momentos desternillantes de un brillante humor mordaz, combinando de modo surrealista el gag visual con los diálogos punzantes, comenzando por hilarante encuentro en el restaurante de Driftwood y la Sra. Claypool (la cuarta hermana, Margaret Dumond), <Todo en ella me recuerda a usted, excepto usted>, la escena de la <La parte contratante de la primera parte …>, impresionante sátira a la liosa burocracia, si algo no se entiende se rompe y punto, o la mítica escena del camarote, la antológica donde el camarote 58 se llena de personas, comienza por Groucho, llegan los empaquetados polizones, sigue con el pedido de comida y la bocina de Harpo, y comienzan a llegar visitantes a la habitación, fontaneros, manicuras, camareros, gente buscando a gente y así hasta juntarse 18, GLORIOSO, luego está el bufonesco discurso de los falsos aviadores barbudos, coronado por la frase de Groucho <Mientras haya agua todo va bien>, el surrealista baile de camas de una habitación a otra del hotel, la esgrima de batutas, o el caótico-anárquico clímax final en la ópera neoyorkina con un Harpo descolgándose por las cortinas cual Burt Lancaster. Los iconoclastas Hermanos no dejan títere con cabeza en sus críticas burlonas, arremeten contra la alta sociedad, contra la burocracia, contra el narcisismo, contra el nepotismo, y más y todo con dardos envenenados de risas. (Continua en spoiler sin)