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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Intriga. Bélico En la Varsovia de 1942, durante los días de la ocupación alemana, una prostituta es salvajemente asesinada. Un testigo sostiene que el asesino es un general alemán cuyo rostro no ha podido ver, pero sí el uniforme. El mayor Grau, encargado del caso pues la mujer era una agente que trabajaba para los alemanes, debe investigar a tres generales que carecen de coartada. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2015
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
62/19(29/03/15) Sugestiva propuesta de thriller franco-británico, singular mezcla de géneros, cine negro, misterio, suspense, terror, intriga, ello en el marco bélico de la WWII, producida por el gran Sam Spiegel (“La ley del silencio”, “El puente sobre el Río Kwai” o “Lawrence de Arabia”), dirigida por el irregular director ucraniano Anatole Litvak, quizás en esta realización estén los defectos, guión de guión de Joseph Kessel (“Belle de jour” ) y Paul Dehn (“Goldfinger” o “Asesinato en el Orient Express”) se basa libremente en la novela homónima (1962) del escritor germano Hans HellmutKirst, el novelista tuvo problemas legales con su publicación, en parte bebía de un trabajo del escritor James Hadley Chase, por lo que los dos están acreditados en el film. En una singular miscelánea con el hilo conductor (un McGuffin) de un asesinato y su investigación, asistimos a hechos reales acecidos en el bando nazi, la devastación del Gueto judío de Varsovia o la Operación Valkiria. Tiene en sus altas pretensiones su peor enemigo, esta pomposidad anhelada la hace alargarse demasiado en el metraje cayendo su cadencia rítmica en varios tramos. Omitoi la sinopsis por falta de espacio.

La cinta puede ser vista como una radiografía del mal, donde cabe el thriller psicoanalítico cercano al estilo hitchcockiano, el romance algo desdibujado, e incluso una superficial mirada a la post-guerra alemana, ello con picos muy atractivos, con algunas situaciones sugerentes, con escenas notables, con diálogos finos, sutiles, mordaces, con dosis de humor desengrasante. Se tocan temas como los orígenes del malvado comportamiento humano, se explora la complicada línea entre lo que es un asesinato en tiempos de guerra, si es más importante una muerte o la de cientos si estamos en conflicto bélico, se explora que es en realidad un asesino, si el que mata a un individuo o el que lo hace en masa. Posee un gran arranque, presentándonos un asesinato desde el punto de vista de un testigo, en una hábil imagen subjetiva, luego vemos al agente nazi que lo investigará, un estoico indagador, un sabueso que solo quiere saber la verdad, dar con el criminal cueste lo que cueste, y caiga quien caiga, aunque sea un General nazi, aunque sea un Héroe germánico, saben presentarnos a los sospechosos con buen ritmo, delineándolos de modo notable, durante bastante metraje se maneja bien la tensión y la intriga, pero entonces, mucho tiempo antes del final se destapa el culpable, y el jugo del relato queda mutilado, cayendo en su última media hora en el anticlímax, el interés decae, y te sientes huérfano por la falta de un personaje, su extenso metraje no ayuda a imprimir ritmo, parecen buscar en sus dos horas y media la épica que la historia no llega a solidificar, con redundancias de escenas que no parecen tener sentido (la segunda visita de Tanz al museo, la segunda visita de este al cabaret) a esta carencia contribuye su falta de escenas de acción, lo intenta rellenar con dos recreaciones históricas, la de la destrucción del Gueto de Varsovia y la del intento de asesinato de Hitler en su búnker, deberían haber sintetizado para dar empaque, sobra y mucho el peñazo de romance entre Ulrike y Kurt, un pastiche que no va lado alguno, un folletín que lastra el ritmo, se suman algunos diálogos superfluos. Tampoco veo necesario los saltos temporales, no tienen sentido alguno no haya sido el relato lineal, de hecho esto estropea el ritmo y desvía la atención.

Peter O’Toole realiza una actuación sobrectuada, he leído a mucha gente que lo ha alabado, pero a mí me ha llegado un personaje hundido en el histrionismo, se ha metido tanto en el personaje que le ha sobrepasado, una cadencia teatral excesiva. Omar Sharif resulta una extraña presencia, un egipcio haciendo e nazi, pero lo encarna con naturalidad, con suficiencia, es la integridad, la nobleza, el sentido del deber, irradia simpatía, muy bueno rol. Donald Pleasence resulta excelente con su sibilino personaje. Tom Courtenay lo hace bien con un papel de antihéroe que podría haber dado más de sí, quedando bastante desdibujado. Joanna Pettet resulta inane con un papel naif. PhilippeNoiret es una presencia que llega a estorbar por lo que supone a quien reemplaza. Charles Gray realiza un rutinario rol, cumple sin dejar marca alguna. Llama la atención el corto papel que hace Christopher Plummer como el mariscal Rommel, sin tiempo para dejar huella.

El diseño de producción es bastante bueno, con un estupendo diseño de producción de Alexander Trauner (“Los niños del paraíso”, “Rififí” o “El apartamento”) filmando exteriores en los lugares reales, en Varsovia y Paris, potenciado por la fenomenal fotografía de Henri Decaë (Los 400 golpes”, “Ascensor para el cadalso” o “Le samouraï”), con mucho cromatismo, todos estos elementos subrayados por la gran música de Maurice Jarre (“Lawrence de Arabia”, “Doctor Zhivago” o “El club de los poetas muertos”), sirviendo a remarcarnos la demencia de Tanz con sonidos disonantes, con tramos de tambores y platillos, e incluso con variaciones turbadoras de temas militares, maximizando la sensación tenebrosa del relato.

Momentos recordables: Los sugerentes créditos iníciales, un extraordinario montaje jugando en un perverso juego de imágenes con el fetichismo llevado hasta el asesinato, visto casi como un sueño febril de una mente perturbada, con unas turbadoras medias de seda envueltas en unas piernas sensuales, contraponiendo esta erótica imagen con unos dedos que se retuercen de dolor, imágenes distorsionadas donde se mezclan guantes negros, hasta que aparece el letal cuchillo, a cámara lenta atravesando la luz de una bombilla, tenebroso; La recreación espectacular y aterradora del gueto judío de Varsovia, quedando patente en lo despiadado de Tanz que dirige la operación, con profusión de lanzallamas, con tanques, con destrucción de edificios, con gente despavorida saltando de por las ventanas, apocalíptico tramo;... (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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