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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama Una enfermera que trabaja por las noches en un hospital se ocupa de atender las necesidades de las familias que han perdido a sus seres queridos. Forma parte de un grupo llamado "Alps", cuyos miembros ofrecen, a cambio de dinero, reemplazar a los muertos en la vida diaria de esas familias. (FILMAFFINITY)
13 de noviembre de 2018
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
148/09(12/11/18) Acudía a este film con muchas esperanzas tras haber visto el cautivador “Canino”, pero mi gozo en pozo. El film del siempre singular heleno Giorgos Lanthimos, y es que ser valiente, original, bizarro, excéntrico, enfermizo, surrealista, es loable, pero debe ir acompañado de equilibrio y solidez narrativa, justo lo que en esta cinta falta, abunda lo confuso, lo artificioso, lo caricaturesco, ello en un micros ¡cosmos de comportamientos arbitrarios, donde reina lo impactar por encima de emocionar. El centro es un grupo (especie de secta dogmática), nombrados por su líder "Los Alpes" (cada uno tendrá nombres como MontBlanc, Monte Rosa, Oberland...), porque sí (como toda la película), se ofrecen como sustitutos de personas que han perdido a sus seres queridos, haciéndose pasar por esos fallecidos lo más fielmente posible, ello para intentar mitigar el dolor de estos, sobre el papel resulta estimulante y prometedor, pero el director no ha sabido sacar provecho de la idea, convirtiéndose en un batiburrillo de viñetas que buscan shockear con el morbo por encima de ser incisivas, ello en un desarrollo difuso, denso, letárgico, con diálogos inverosímiles, con tomas sostenidas que se hacen lánguidas, donde no conectas con personaje alguno, donde no sabes que aporta a todo el fondo de la gimnasia rítmica y el violento profesor, es de esos films en los que deben venir acompañados del manual de entendimiento “gafastil”, donde la fábula sobre la desconexión emocional me queda muy forzada y con un andamiaje endeble. Tema con bastantes paralelismos ya lo trató el madrileño Fernando León de Aranoa en su mucho mejor “Familia” (1996), donde las piezas encajan y se exprime con inteligencia ideas parecidas. Lanthimos me parece un alumno aventajado del muniqués Michael Haneke en su frialdad y sequedad de filmar.

Lanthimos pretende hacernos reflexionar sobre un mundo desorientado en sus referentes morales, tanto como para cambiar seres queridos como el que cambia el papel higiénico, pero este análisis me queda atrofiado en un metraje atropellado por el sinsentido, un laberinto dentro de una nebulosa, donde el juego de espejos entre mascaradas de vidas ajenas, intentando representar el vacío existencial de una sociedad enfriada, como para intentar huir del dolor de la pérdida con parches, pues todo esto se huele de modo esquemático, pero se queda en un anhelo metafísico del realizador que algo llegue al espectador (o sea, a mí), todo en pos de su obvio mensaje, pero adornado con situaciones esperpénticas que te sacan y alejan de la pantalla.

Eso sí, Lanthimos demuestra una gran pretenciosidad se cree por encima de sus posibilidades, ello se denota en el modo de filmar especial con primeros planos abrasivos que difuminan el fondo, con fueras de plano extraños, donde la profundidad de plano es cuasi-plana, en alegorías de la personalidad patológica de los personajes, como también hay algunos planos-secuencia sin venir a cuento, recursos estilísticos hueros de contenido, que me resultan pedantes.

Podría hablar de las actuaciones, pero solo Ariane Labed como la acomplejada y muy de baja autoestima gimnasta me ha despertado algo de interés, resto me son entre pétreos y ataráxicos (Aggeliki Papoulia).

Me resulta interesante acercarme a la malsana filmografía de este director griego, y aunque esta me haya decepcionado, que quiera transitar por caminos kafkianos me lo hace interesante, siempre sus cintas tienen en el peor de los casos algunas ideas sugerentes. En este caso la propuesta está bien, aunque naufrague en su evolución. Fuerza y honor!!!

PD: “Afirma la leyenda que si se pronuncia en voz alta esta palabra tres veces a media noche y delante de un espejo, aparece como por arte de magia un director de cine griego tan querido como odiado. Vuelve a la carga con 'Alps' Giorgos Lanthimos, un autor que efectivamente hace de lo extraño su principal seña de identidad. [reporter]”
TOM REGAN
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