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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Drama Una familia contrata a Ana Sullivan para educar a Helen, una niña sorda y ciega. Un trauma infantil, un oscuro complejo de culpa, por la muerte de su hermano, impulsa a la maestra a redimirse mediante la educación de la niña. La incompetencia y la negligencia de los padres han hecho de Helen una niña mimada, incapaz de someterse a ninguna disciplina, y con la que toda comunicación parece imposible. La adolescente vive aislada en un ... [+]
2 de agosto de 2023
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210/22(28/07/23) Muy humanista film, de esos films que sus valores humanistas (valga la redundancia) están por encima de sus valores de calidad (que los tiene), obra que entra de lleno en el valor de la comunicación como sentido hegemónico entre personas. Película biográfica estadounidense de 1962 sobre Anne Sullivan, tutora ciega de Helen Keller (primera persona sorda y ciega en obtener una licenciatura y ganó prominencia nacional como defensora y activista de los derechos de las mujeres), dirigida por Arthur Penn, a partir de un guión de William Gibson (“Cualquier día en cualquier esquina”), se basa en su obra homónima de 1959, “The Miracle Worker”, se originó como transmisión de 1957 de la serie de antología de televisión Playhouse 90. El material fuente extraído de Gibson fue “The Story of My Life”, la autobiografía de 1903 de Helen Keller. Originalmente una obra de Broadway escrita por Gibson, dirigida por Arthur Penn y protagonizada por Anne Bancroft y Patty Duke, fue llevada a la pantalla por el mismo equipo creativo, con Gibson adaptando su propia obra de teatro y Penn una vez más dirigiendo a Bancroft y Patty Duke ganadoras de un Oscar. La película se convirtió en un éxito instantáneo de crítica y un éxito comercial moderado. La película fue nominada a cinco Premios de la Academia, incluyendo Mejor Director para Arthur Penn, y ganó dos premios, Mejor Actriz para Anne Bancroft y Mejor Actriz de Reparto para Patty Duke, la última de las cuales, a los 16 años, se convirtió en la ganadora más joven del Oscar competitivo en el tiempo (la superó Tatum O’Neal en 1973 cuando lo ganó con 10 años).

Es un conmovedor relato de superación personal, de dos personas. Una joven ciega sordo-muda (puede haber peor castigo del destino que este que esta cárcel eterna en soledad?) que es criada sin saber como darle educación por sus protectores padres, que encuentra en la tutora la horma de su zapato, una tenaz y cabezota pedagoga que deberá insistir mental y hasta físicamente en hacer que la joven aprenda unas mínimas normas de comportamiento que puedan ser el germen de poder valerse en la vida. Se puede ver como un duelo en el que la pertinaz tutora debe insistir en poder romper la coraza de años de mimos, y hacer lo que le viene en gana por unos padres que no saben tratarla con disciplina. Para ello es fundamental que aprenda el lenguaje de signos táctiles, pero sobre todo entenderlo, esto es lo primordial. Una película que entronca claramente con el posterior film de Truffaut “El pequeño salvaje” (1970).

Todo desarrollado en un crescendo dramático con extenuantes picos cargados de intensidad emocional, como es la secuencia de nueve minutos donde Helen (Bancroft) intenta disciplinar a Kate (Duke) en el comedor para que coma como una persona. Comienza con la familia charlando distendidamente mientras Helen pasea alrededor de la mesa cogiendo con sus manos comida de los platos que se lleva a la boca, ello ante la inquisidora mirada de Anne, hasta que la institutriz estalla, y echa a la familia fuera, quedándose allí Helen y ella. Arrancando una batalla física de voluntades extasiante, la secuencia más famosa del film, todo un torrente visceral, que nos deja agotados en la veracidad de lo que vemos. Este enfrentamiento se resume en un tímido avance, celebrado por la familia.

Tiene una escena prólogo aterradora, cine del peor horror, vista casi toda la secuencia desde el punto de vista de un bebe desde la cuna. Donde el rostro de una madre, Kate Keller (Inga Swenson), es desgarrador en como grita aterrada al descubrir que su bebe ni ve, ni oye, con la entrada en segundo plano del padre, Arthur (Victor Jory), confirmando con rabia e impotencia la tragedia. Hay una elipsis y saltamos varios años adelante. El bebe es una adolescente, se llama Helene (Patty Duke), es ciega y sordomuda. La vemos asalvajada en su comportamiento, con arrebatos violentos ante su incapacidad para comunicarse, un terremoto constante que todos soportan estoicamente. Desesperada la madre propone contratar

Entonces deciden contratar a Ana Sullivan (Anne Bancroft) una maestra ex alumna de la Escuela Perkins para Ciegos de Bostoon, que tuvo que superar un duro obstáculo; nació casi ciega y la mayor parte del día lleva unas gafas oscuras. Pero su talento y vocación en la enseñanza no le impedirá mantener una fuerte y estrecha relación con su alumna, fuertemente protegida por su entorno familiar.

Comenzando una contienda por penetrar en la hermética mente de Patty, para ello el trabajo estajanovista de Anne será fundamental, su insistencia en enseñarle el lenguaje de signos a través del tacto, en que ella tenga disciplina. Convirtiéndose la narración en un tour de forcé arrollador entre las dos féminas, entre las dos actrices, escenas cargadas de electricidad y realismo, de una fisicidad acongojante: Todo ello sin acudir al simplista sentimentalismo, sin maniqueísmos facilistas, la crudeza de una labor que parece imposible de penetración en lo insondable: Un canto maravilloso a la vocación de docencia, a la educación como valor supremo. Todo ello salpicado por discusiones con la familia sobre los expeditivos métodos de la institutriz que chocan con el buenismo de los padres. Esto se puede extrapolar a la Guerra eterna de los educadores por hacer que los niños aprendan, los infantes son esponjas con todo el disco duro por rellenar, pero su carácter pueril les hace proclives a no querer ir a la escuela, prefieren jugar.

Es un duelo en el que el espectador es el ganador, un choque donde los avances resultan pequeñitos, avances suaves, que hacen de cualquier nimia victoria un gran éxito, provocando momentos entre la algarabía del jaleo imperante, situaciones tan poéticas como cuando un polluelo nace de su cascarón en la mano de Helen, vemos la vida nacer sobre alguien indefenso, dos seres débiles como son la joven sordomuda ciega y el pollito recién nacido. Todo ello regado por diálogos punzantes, con gran sentido dramático.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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