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Voto de TOM REGAN:
7
2 de febrero de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
10/10(15/01/20) Atractivo melodrama dirigido por el siempre perfeccionista William Wyler, teniendo como mayor escaparate la sensacional actuación de la diva Bette Davis, encarnando a un prototípico papel para sus cualidades, el de autosuficiente de fuerte carácter, caprichosa, y decidida, en este caso enmarcada en el sub género Southern Belle (films con el centro en una mujer joven de la clase socioeconómica alta del idealizado y romantizado sur USA, con sus códigos antiguos), del que es buque insignia la película más famosa de la Historia, “Lo que el viento se llevó” (1939), al que también pertenecen “El Rey del Tabaco” (1950), “La esclava libre” (1957) o “Raintree County” (1957). La base de datos de películas clásicas de Turner afirma que la película se ofreció como compensación para Bette Davis después de que ella no pudo ganar el papel de Scarlett O'Hara en la mencionada “Lo que el viento se llevó”, David O. Selznick nunca la consideró seriamente. Esta fue para la Davis su segunda victoria en el Oscar a la Mejor Actriz después de ganar para “Dangerous” tres años antes “Jezabel” es una adaptación de la obra teatral de 1933 de Owen Davis Sr. La obra de Owen Davis cerró después de solo 32 presentaciones en Broadway, sin embargo, se convirtió en un proyecto favorito para Bette Davis, teniendo varios elementos en común con "Lo que el viento se llevó", como una joven caprichosa y malcriada que desafía a un hombre y rompe los estrictos códigos sociales, un baile en el que un vestido se convierte en sinónimo de escándalo y un desdichado final de redención tras un largo camino de pasiones. Wyler y Davis desarrollaron una relación (algunos dicen que fue más allá de lo profesional) durante tres películas hasta que el ego de la actriz y su rebeldía (llegó a demandar a su propio jefe, Jack Warner) hicieron que "La Loba" (William Wyler, 1941) fuese su última colaboración. En esta el desarrollo está surtido de romanticismo, de amor, arrogancia, bailes, celos, pasiones, cenas, duelos de caballeros, pandemias, sacrificios, en lo que es una radiografía de las convenciones caducas de un Sur USA anclado en costumbres rancias (como códigos caballerescos que llevaban a duelos mortales, pero sobre todo la esclavitud de negros), en el que se contrapone con los vientos progresistas del Norte (con su revolución industrial, y sobre todo con su abolicionismo), la que menos de una década después derivará en la Guerra Civil: todo esto dejando un poso de alegoría bíblica, señalado de desde que un personaje (la tía) hace ver a la protagonista como su comportamiento tiene similitudes con el de la bíblica (y malvada) Jezabel, y luego flotando en el aire que la epidemia de fiebre amarilla no es más que una plaga fruto de la maldad de esta ‘Jezabel’ sureña. Tiene entre sus grandes bazas la mencionada presencia de Bette con un rol que borda, y elevándola la cinta la maestría de Wyler en la realización, sus defectos son un argumento algo artificioso, con un final que me resulta chirriante y poco coherente. En 2009, Jezabel fue seleccionada para el Registro Nacional de Películas por la Biblioteca del Congreso como significativa "cultural, histórica o estéticamente", y será preservada para siempre. Tuvo cinco nominaciones a los Oscar, tres sin premio: Mejor película; Mejor fotografía (Ernest Haller); Mejor música original (Max Steiner); y los dos que ganó: Mejor actriz para Bette Davis; y Mejor actriz de reparto para Fay Bainter. También ganó en el Festival de Cine de Venecia: Copa Mussolini a la mejor película para William Wyler.
Es una historia que se puede dividir en tres partes: La primera es la presentación de personajes en su contexto sureño en Nueva Orleans, con sus abolengas tradiciones. Con sus ultra-caballerosas costumbres de los duelos heredados de la vieja Europa, pero sobre todo exhibiendo el carácter de mimada caprichosa de la protagonista Julie Marsden (Bette Davis). Expuesto esto en el tramo catárquico en que presa de celos del trabajo de su novio Preston, ella decide en desquite en vez del vestido blanco de las solteras, llevará al baile uno rojo, algo considerado ‘herejía’, ello buscando ofender a su comprometido. Pero Pres responde dando cuerda a Julie, y en el baile, ante las miradas de desprecio del resto de asistentes, Julie quiere marcharse arrepentida de su atuendo, pero Prestpon le obliga a quedarse y bailar, y nadie en la pista les acompaña, los demás les observan con cara de asco. Cuando vuelven a casa Preston abandona a Julie y se marcha a Nueva York a trabajar; La segunda parte es sobre la vuelta de Preston a Nueva Orleans 15 meses después, Julie sigue enamorada de él, y ansía reconciliarse con él, pero cuando llega a su mansión tiene una para ella unja desgarradora noticia; La tercera parte comprendería todo el tramo concerniente a la fiebre amarilla, donde Preston desaparece casi por completo de pantalla. La Julie más caprichosa y vengativa teje una red malsana para hacer daño por el dolor causado a ella, ello aprovechándose de los estrictos códigos de honor sureño, pero estos terminan como con el vestido (pero atomizados) explotándole en su conciencia. Este tramo resulta vibrante y emocionante hasta que Julie y Amy se encuentran en las escaleras, con la primera exponiendo unas motivaciones para sacrificarse que me chirrían más que el camión de “Duel” en la escena final. No me creo la reacción de una y de otra (spoiler).
Bette Davis como la protagonista Julie derrocha personalidad, carácter, rebeldía, orgullo, soberbia, una interpretación indómita, con una expresividad al alcance de las elegidas, con un brío y genio formidable, como ese momento en que pasa de la ilusión por el reencuentro con su amado Pres y entonces le es presentada la esposa de este y su rostro cambia sutilmente, maravillosa;... (sigo en spoiler)
Es una historia que se puede dividir en tres partes: La primera es la presentación de personajes en su contexto sureño en Nueva Orleans, con sus abolengas tradiciones. Con sus ultra-caballerosas costumbres de los duelos heredados de la vieja Europa, pero sobre todo exhibiendo el carácter de mimada caprichosa de la protagonista Julie Marsden (Bette Davis). Expuesto esto en el tramo catárquico en que presa de celos del trabajo de su novio Preston, ella decide en desquite en vez del vestido blanco de las solteras, llevará al baile uno rojo, algo considerado ‘herejía’, ello buscando ofender a su comprometido. Pero Pres responde dando cuerda a Julie, y en el baile, ante las miradas de desprecio del resto de asistentes, Julie quiere marcharse arrepentida de su atuendo, pero Prestpon le obliga a quedarse y bailar, y nadie en la pista les acompaña, los demás les observan con cara de asco. Cuando vuelven a casa Preston abandona a Julie y se marcha a Nueva York a trabajar; La segunda parte es sobre la vuelta de Preston a Nueva Orleans 15 meses después, Julie sigue enamorada de él, y ansía reconciliarse con él, pero cuando llega a su mansión tiene una para ella unja desgarradora noticia; La tercera parte comprendería todo el tramo concerniente a la fiebre amarilla, donde Preston desaparece casi por completo de pantalla. La Julie más caprichosa y vengativa teje una red malsana para hacer daño por el dolor causado a ella, ello aprovechándose de los estrictos códigos de honor sureño, pero estos terminan como con el vestido (pero atomizados) explotándole en su conciencia. Este tramo resulta vibrante y emocionante hasta que Julie y Amy se encuentran en las escaleras, con la primera exponiendo unas motivaciones para sacrificarse que me chirrían más que el camión de “Duel” en la escena final. No me creo la reacción de una y de otra (spoiler).
Bette Davis como la protagonista Julie derrocha personalidad, carácter, rebeldía, orgullo, soberbia, una interpretación indómita, con una expresividad al alcance de las elegidas, con un brío y genio formidable, como ese momento en que pasa de la ilusión por el reencuentro con su amado Pres y entonces le es presentada la esposa de este y su rostro cambia sutilmente, maravillosa;... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... Henry Fonda resulta algo blandito al lado de la leona Davis, solo tiene un tramo de personalidad cuando en el baile fuerza a Julie a quedarse y no huir por el vestido ‘irreverente’, el resto está falto de calor; Fay Bainter como la comprensiva tía Belle tiene halo de rectitud que choca con la caprichosa sobrina; Margaret Lindsay como Amy, la esposa de Pres, resulta una presencia demasiado blandita.
Puesta en escena muy atractiva, empezando por la sugestiva dirección artística de Robert M. Haas (“El Halcón Maltés”), recrea esta Nueva Orleans decadente en California (Iverson Ranch- Los Angeles y en los Warner Brothers Burbank Studios- Burbank), con esa fastuosa hacienda, la ciudad criolla, un salón ampuloso, suma la labor del tri-oscarizado Orry-Kelly (“Con faldas y a lo loco”) en el diseño de vestuario, fascinante en el atuendo de Bette Davis; Todo enaltecido por la formidable cinematografía en glorioso b/n de Ernest Haller (“Lo que el viento se llevó”), con electrizantes travellings (como el del inicio), con profundidades de campo, sensacionales fuera de campo (el duelo donde solo vemos el humo de los disparos), o fenomenal forma en hacer brillar el color del vestido de Julie en el baile, o el modo alegórico de filmar escenas dramáticas en las escaleras; La es música del maestro vienés Max Steiner (trabajó en los probablemente dos films más famosos de la historia del cine: “Lo que el viento se llevó” y “Casablanca”), imprimiendo intensidad atmosférica al metraje.
Se puede extraer subtexto en el tema de la esclavitud, algo en los márgenes del film, pero presente, no hay maltrato, ni se rien del cliché del negro analfabeto. Pero si queda constancia de la condescendencia paternalista con que los blancos se comportan con los negros (ejemplo es Julie cantando una canción con los ‘negritos’ de su hacienda, y estos la rodean cual Diosa), así como la reverencia en que tratan los esclavos a los blancos, desde el temor a una ‘raza superior’. Eran otros tiempos, otro contexto, que se lo digan si no a “Lo que el viento se llevó”.
Aunque Jezebel hace un trabajo bastante sólido tratando al elenco negro con respeto. Mantienen el tratamiento de los esclavos por parte del período, pero a través de palabras (Preston Dillard de Fonda hablando tímidamente contra el Sur mientras apoya las ideas del Norte) y acciones (Julie habla y trata a los negros en su plantación con respeto e incluso se sienta y los abraza durante una escena fundamental en la película), mostró un enfoque moderno y quizás incluso progresista para tratar no solo con personajes de color sino también con actores de color.
Las similitudes entre "Jezabel" y "Lo que el viento se llevó": Ambas cuentan con partitura de Max Steiner, que no ganaría el Oscar por la banda sonora de ninguna de ellas; Ambas se desarrollan a mediados del siglo XIX, en el clima previo a la Guerra de Secesión entre nordistas y sudistas; Está el tratamiento de los bailes como centro social, y es que en ambas hay una escena con epicentro en estos saraos danzarines, donde un vestido rojo que llevan ambas protagonistas será objeto de las miradas reprobatorias de l los asistentes; Tienen en común el contar con una protagonista de mucho carácter; minar por los hombres, ni por los modales y corsés de la época.
“A los hombres les encanta pelearse por las mujeres. Pero las mujeres somos incapaces de evitar que se peleen”. (Julie)
Los dos grandes momentos del film son para mí: Primero el baile en que Preston obliga a Julie a bailar con su vestido rojo; el otro gran momento es cuando Julie conoce a la esposa de Preston, justo cuando ella esperaba reconciliarse con él, el rostro de Julie es desgarrador.
Lo de que Amy deje a Julie irse con Preston a cuidarlo a la isla me resulta incongruente con la personalidad abnegada que habíamos notado de Amy, me resulta con ello un final estridente y nada satisfactorio.
En conjunto me queda un buen film, elevado por la gran Bette Davis. Fuerza y honor!!!
Puesta en escena muy atractiva, empezando por la sugestiva dirección artística de Robert M. Haas (“El Halcón Maltés”), recrea esta Nueva Orleans decadente en California (Iverson Ranch- Los Angeles y en los Warner Brothers Burbank Studios- Burbank), con esa fastuosa hacienda, la ciudad criolla, un salón ampuloso, suma la labor del tri-oscarizado Orry-Kelly (“Con faldas y a lo loco”) en el diseño de vestuario, fascinante en el atuendo de Bette Davis; Todo enaltecido por la formidable cinematografía en glorioso b/n de Ernest Haller (“Lo que el viento se llevó”), con electrizantes travellings (como el del inicio), con profundidades de campo, sensacionales fuera de campo (el duelo donde solo vemos el humo de los disparos), o fenomenal forma en hacer brillar el color del vestido de Julie en el baile, o el modo alegórico de filmar escenas dramáticas en las escaleras; La es música del maestro vienés Max Steiner (trabajó en los probablemente dos films más famosos de la historia del cine: “Lo que el viento se llevó” y “Casablanca”), imprimiendo intensidad atmosférica al metraje.
Se puede extraer subtexto en el tema de la esclavitud, algo en los márgenes del film, pero presente, no hay maltrato, ni se rien del cliché del negro analfabeto. Pero si queda constancia de la condescendencia paternalista con que los blancos se comportan con los negros (ejemplo es Julie cantando una canción con los ‘negritos’ de su hacienda, y estos la rodean cual Diosa), así como la reverencia en que tratan los esclavos a los blancos, desde el temor a una ‘raza superior’. Eran otros tiempos, otro contexto, que se lo digan si no a “Lo que el viento se llevó”.
Aunque Jezebel hace un trabajo bastante sólido tratando al elenco negro con respeto. Mantienen el tratamiento de los esclavos por parte del período, pero a través de palabras (Preston Dillard de Fonda hablando tímidamente contra el Sur mientras apoya las ideas del Norte) y acciones (Julie habla y trata a los negros en su plantación con respeto e incluso se sienta y los abraza durante una escena fundamental en la película), mostró un enfoque moderno y quizás incluso progresista para tratar no solo con personajes de color sino también con actores de color.
Las similitudes entre "Jezabel" y "Lo que el viento se llevó": Ambas cuentan con partitura de Max Steiner, que no ganaría el Oscar por la banda sonora de ninguna de ellas; Ambas se desarrollan a mediados del siglo XIX, en el clima previo a la Guerra de Secesión entre nordistas y sudistas; Está el tratamiento de los bailes como centro social, y es que en ambas hay una escena con epicentro en estos saraos danzarines, donde un vestido rojo que llevan ambas protagonistas será objeto de las miradas reprobatorias de l los asistentes; Tienen en común el contar con una protagonista de mucho carácter; minar por los hombres, ni por los modales y corsés de la época.
“A los hombres les encanta pelearse por las mujeres. Pero las mujeres somos incapaces de evitar que se peleen”. (Julie)
Los dos grandes momentos del film son para mí: Primero el baile en que Preston obliga a Julie a bailar con su vestido rojo; el otro gran momento es cuando Julie conoce a la esposa de Preston, justo cuando ella esperaba reconciliarse con él, el rostro de Julie es desgarrador.
Lo de que Amy deje a Julie irse con Preston a cuidarlo a la isla me resulta incongruente con la personalidad abnegada que habíamos notado de Amy, me resulta con ello un final estridente y nada satisfactorio.
En conjunto me queda un buen film, elevado por la gran Bette Davis. Fuerza y honor!!!