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Voto de TOM REGAN:
7
2010
Jason Horwitch (Creador), Jeremy Podeswa
7,2
1.760
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2010). 13 episodios. Will Travers (James Badge Dale) es un analista que trabaja para una empresa sin ánimo de lucro en cuestiones sociopolíticas. Su pasatiempo preferido son los crucigramas publicados en el New York Times. Un día, descubre una extraña combinación en los crucigramas que lo lleva a sospechar de sus jefes, sospechas que se acentúan con la misteriosa muerte de su suegro David (Peter Gerety). Pero lo más ... [+]
2 de septiembre de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
98/04(10/07/14)Entretenida y envolvente serie de la AMC, creada por Jason Horwitch (“Southland”), thriller no apto a todos los paladares por su ritmo sereno y tranquilo, deja reposar su desarrollo para acentuar su calado emocional, bebe con notoriedad del estilo setentero de fílms como “Todos Los Hombres Del Presidente” o “Los Días Del Cóndor”, haciendo su ambientación cuasi atemporal, una especie de juego retro-vintage, de hecho Horwitch dijo que ideó la serie inspirándose además de en los 2 films referidos en “El Último Testigo”, con cadencia lenta y tramas complejas, curioso es que el creador dejó la serie tras escribir y producir el piloto por diferencias creativas, tomó su relevo Henry Bromell. Son 13 únicos episodios al cancelar su segunda temporada por baja audiencia (una vez más público y calidad no son lo mismo) que evolucionan de forma sugerente, dosificando los elementos de suspense, intriga y misterio.
Escenario principal es la ciudad de Nueva York, el protagonista es Will Travers (buen James Badge Dale), marcado por la muerte de su esposa e hija en las Torres gemelas el 11 septiembre, trabaja en el (ficticio) Instituto de Política Americana de analista de inteligencia de datos para la seguridad nacional, arranca el día de su cumpleaños, Will detecta enlos crucigramas de periódicos importantes están conectados con el mensaje en código <Nuestros tres poderes del Estado están aquí, legislativo, ejecutivo, judicial>, creeque esto puede ser parte de algún tipo de conspiración, se lo comunica a su jefe David Hadas (buen Peter Gerety) que le dice que se olvide del tema, aunque este se lo dice a su superior Kyle Ingram (gran Arliss Howard). Por la noche Will toma un café con su suegro que trabaja con él, Will nota que está raro, que algún secreto guarda que lo angustia, a la mañana siguiente el suegro muere en un accidente de tren. Will tras seguir algunas pistas cree la muerte no ha sido casual, y sospecha de los que están a su alrededor, entre ellos el jefe del API, Trauxton Spangler (gran Michael Cristopher, dramaturgo premio Pulitzer por escribir la obra “The Sahdow Box”). Mientras tanto Will comanda un equipo de analistas, Tanya (correcta Lauren Hodges), Miles (buen Dallas Roberts), y Grant Test (buen Christopher Evan Welch), su secretaria es Maggie (correcta Jessica Collins), investigan una posible amenaza de atentado en USA. Sus pesquisas sobre los crucigramas le llevan a un terreno peligroso, cruzándose sus indagaciones con el suicidio de un empresario millonario, Tom (inane Harris Yulin), su viuda Katherine Rhumor (buena Miranda Richardson) también investiga los motivos de la muerte.
Me ha resultado un atractivo thriller de espionaje, con unas actuaciones muy meritorias, con una construcción de personajes esmerada, dando tridimensionalidad a cada uno, atribuyéndoles personalidades con sus problemas y haciéndoles cercanos, dándole un fondo y cayendo en el cliché, con un discurrir de los acontecimientos que te va calando en la paranoia ambiental. Se nota la mano de un gran equipo de guionistas, Henry Bromell (“Doctor En Alaska”, “Carnivale” o “Homeland”), Eliza Clark (“The Killing”), Nichole Beattie (“The Walking Dead” o “Hijos De La Anarquía”), Zack Wheldon (“Deadwood” o “Southland”), Blake Masters (“Brotherhood” o “Two Guns”), Michael Oates Palmer (“The west Wing” o “Kyle XY” o “Shark”) y el propio creador, consiguen impregnar al relato de un aura atractiva. Entrelaza 3 historias desde el primer capítulo, el suicidio de un rico empresario, la muerte en accidente de un analista y la investigación sobre un temible terrorista yihadista sin rostro, a medida que avanzan los episodios las tramas parecen conectadas de alguna forma, consiguiendo hacer al espectador participe de esta red de conspiraciones.
Desde el primer episodio comienza sembrar las bases de un thriller sosegado, donde los interrogantes se suceden en una espiral que emite paranoia, donde se deja caer algo tan manido como que hay fuerzas en la sobra que dominan nuestros volubles destinos, la hace en un tono desmitificador del trabajo de espía, lejos de secuencias espectaculares, tipos guapos, fuertes, duros, acción, esta serie se detiene en los detalles para remarcar la tensión. Se tocan temas como el miedo a lo desconocido, el poder en la sombra, los sentimientos de culpa, la soledad, la misantropía, dando como resultado una inquietante y tensa serie, de ritmo reflexivo no recomendable a los incondicionales de la serie “24” con Jack Bauer. Lo malo es que cuando todo se destapa no te provoca gran sorpresa, cae en algo previsible (spoiler) además de dejar algunos cabos sueltos, asimismo se pierde en una nebulosa el personaje de Ed Bancroft (buen Roger Robinson), que parece tendrá mucha importancia y de pronto desaparece sin dejar rastro.
La historia tiene paralelismos con “Los 3 Días del Cóndor” de Sidney Pollack, en esta el personaje encarnado por Robert Redford descubre un posible código oculto en una novela, cuando este comunica a sus superiores sus sospechas no le hacen caso, pero poco después sus compañeros de oficina de analistas son asesinados, el se libra por que estaba comiendo, convirtiéndose él en perseguido por una red de conspiradores, muy parecido a esta “Rubicon”, además su final es parecido a este film (spoiler).
James Badge Dale borda su rol de tipo taciturno atormentado, transmite melancolía, amargura, nihilismo, frustración, su lenguaje gestual tanspira pesadumbre, haciendo de él un anti-héroe con matices, entroncando con el Harry Caul (Gene hackman) de “La Conversación” de Coppola, muy bueno. Arliss Howard realiza una interpretación magistral, con mesura, pose regia, flemático, emite que se las sabe todas, que va por delante, y por ello no sabes si dice la verdad o no, cuando habla denota autosuficiencia, maravilloso. Michael Cristofer está esplendido en su papel de sibilino jefe manipulador, con sonrisa siniestra, sobresaliente. (continua en spoiler por falta de espacio)
Escenario principal es la ciudad de Nueva York, el protagonista es Will Travers (buen James Badge Dale), marcado por la muerte de su esposa e hija en las Torres gemelas el 11 septiembre, trabaja en el (ficticio) Instituto de Política Americana de analista de inteligencia de datos para la seguridad nacional, arranca el día de su cumpleaños, Will detecta enlos crucigramas de periódicos importantes están conectados con el mensaje en código <Nuestros tres poderes del Estado están aquí, legislativo, ejecutivo, judicial>, creeque esto puede ser parte de algún tipo de conspiración, se lo comunica a su jefe David Hadas (buen Peter Gerety) que le dice que se olvide del tema, aunque este se lo dice a su superior Kyle Ingram (gran Arliss Howard). Por la noche Will toma un café con su suegro que trabaja con él, Will nota que está raro, que algún secreto guarda que lo angustia, a la mañana siguiente el suegro muere en un accidente de tren. Will tras seguir algunas pistas cree la muerte no ha sido casual, y sospecha de los que están a su alrededor, entre ellos el jefe del API, Trauxton Spangler (gran Michael Cristopher, dramaturgo premio Pulitzer por escribir la obra “The Sahdow Box”). Mientras tanto Will comanda un equipo de analistas, Tanya (correcta Lauren Hodges), Miles (buen Dallas Roberts), y Grant Test (buen Christopher Evan Welch), su secretaria es Maggie (correcta Jessica Collins), investigan una posible amenaza de atentado en USA. Sus pesquisas sobre los crucigramas le llevan a un terreno peligroso, cruzándose sus indagaciones con el suicidio de un empresario millonario, Tom (inane Harris Yulin), su viuda Katherine Rhumor (buena Miranda Richardson) también investiga los motivos de la muerte.
Me ha resultado un atractivo thriller de espionaje, con unas actuaciones muy meritorias, con una construcción de personajes esmerada, dando tridimensionalidad a cada uno, atribuyéndoles personalidades con sus problemas y haciéndoles cercanos, dándole un fondo y cayendo en el cliché, con un discurrir de los acontecimientos que te va calando en la paranoia ambiental. Se nota la mano de un gran equipo de guionistas, Henry Bromell (“Doctor En Alaska”, “Carnivale” o “Homeland”), Eliza Clark (“The Killing”), Nichole Beattie (“The Walking Dead” o “Hijos De La Anarquía”), Zack Wheldon (“Deadwood” o “Southland”), Blake Masters (“Brotherhood” o “Two Guns”), Michael Oates Palmer (“The west Wing” o “Kyle XY” o “Shark”) y el propio creador, consiguen impregnar al relato de un aura atractiva. Entrelaza 3 historias desde el primer capítulo, el suicidio de un rico empresario, la muerte en accidente de un analista y la investigación sobre un temible terrorista yihadista sin rostro, a medida que avanzan los episodios las tramas parecen conectadas de alguna forma, consiguiendo hacer al espectador participe de esta red de conspiraciones.
Desde el primer episodio comienza sembrar las bases de un thriller sosegado, donde los interrogantes se suceden en una espiral que emite paranoia, donde se deja caer algo tan manido como que hay fuerzas en la sobra que dominan nuestros volubles destinos, la hace en un tono desmitificador del trabajo de espía, lejos de secuencias espectaculares, tipos guapos, fuertes, duros, acción, esta serie se detiene en los detalles para remarcar la tensión. Se tocan temas como el miedo a lo desconocido, el poder en la sombra, los sentimientos de culpa, la soledad, la misantropía, dando como resultado una inquietante y tensa serie, de ritmo reflexivo no recomendable a los incondicionales de la serie “24” con Jack Bauer. Lo malo es que cuando todo se destapa no te provoca gran sorpresa, cae en algo previsible (spoiler) además de dejar algunos cabos sueltos, asimismo se pierde en una nebulosa el personaje de Ed Bancroft (buen Roger Robinson), que parece tendrá mucha importancia y de pronto desaparece sin dejar rastro.
La historia tiene paralelismos con “Los 3 Días del Cóndor” de Sidney Pollack, en esta el personaje encarnado por Robert Redford descubre un posible código oculto en una novela, cuando este comunica a sus superiores sus sospechas no le hacen caso, pero poco después sus compañeros de oficina de analistas son asesinados, el se libra por que estaba comiendo, convirtiéndose él en perseguido por una red de conspiradores, muy parecido a esta “Rubicon”, además su final es parecido a este film (spoiler).
James Badge Dale borda su rol de tipo taciturno atormentado, transmite melancolía, amargura, nihilismo, frustración, su lenguaje gestual tanspira pesadumbre, haciendo de él un anti-héroe con matices, entroncando con el Harry Caul (Gene hackman) de “La Conversación” de Coppola, muy bueno. Arliss Howard realiza una interpretación magistral, con mesura, pose regia, flemático, emite que se las sabe todas, que va por delante, y por ello no sabes si dice la verdad o no, cuando habla denota autosuficiencia, maravilloso. Michael Cristofer está esplendido en su papel de sibilino jefe manipulador, con sonrisa siniestra, sobresaliente. (continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El título de la serie, Rubicon, se refiere al río del nordeste de Italia, esta vía fluvial se hizo eternamente famosa cuando Julio Cesar lo cruzó con sus legiones en el año 49 aC, hecho prohibido por el Senado de Roma, considerado por este como un acto de guerra, quedando para la posterioridad la frase <Cruzar el Rubicon>, como expresión de pasar un punto de no retorno. Henry Bromell comentó sobre esto que en la capital del Imperio <Estaban siempre con el miedo de que el ejército romano algún día se tomara el poder, exactamente lo que pasó, y cuando ocurrió terminó la república y el Imperio de la dictadura comenzó>. En el capítulo se lo dicen a Katherine Rhumor, para explicarle el motivo del suicidio de su esposo.
La ambientación es uno de sus pilares más sugestivos, con un excelente diseño de producción de Tim Grimes (“American Gangster”), en 11 episodios, y Henry Dunn en 1 (“Los Soprano”), crean escenarios cuasi-retros, apenas se ven monitores de ordenador, apenas móviles, dejando al mínimo los avances técnicos de este siglo, esto provoca sensación de atemporalidad, a esta impresión ayuda la fotografía de Peter reniers (“The Lovely Bones”), Michael Slovis (“Breaking Bad”) y Jonathan Freeman (“Juego de Tronos”), bañando en un patinado de colores apagados, de luces tenues, de grises, de penumbras, maximizando el aire sombrío y de misterio setentero que resuda la serie, a esto se añade la música de Peter Nashel (“Mienteme”), a base de violines, deliciosa en los créditos iníciales.
Sumado todo me queda una buena serie a la que me hubiera gustado le hubieran dado una segunda temporada por el potencial que atesoraba. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
La tara es su insatisfactorio final, que unos cuantos miserables poderosos se aprovechan de de su condición de cercanos al poder para sacar tajada millonaria y política de algún modo es algo no original, que unos cuantos corruptos morales actúan a modo de vampiros sacándonos la sangre es algo nada novedoso, que generan chivos expiatorios, en este caso Irán, no nos deja boquiabiertos, esto ya sucedió en Irak con la guerra generada por Bush jr., con lo que no nos hace sorprendernos, esto produce cierto anti-clímax, que se suma a que al ser temporada única pensada para más deja colgadas muchas respuestas. A preguntas generadas en el desarrollo de la serie. Pero el final en el terrado la conversación entre Spangler y Will resulta muy sugestiva, Will acusa veladamente a Truxton de complot y que tiene las pruebas para ello, este le responde con flema <Haga su informe. Estoy seguro resultará una lectura muy interesante. Chanchullos en los altos cargos y todo eso. De verdad crees que a alguien le va a importar una mierda?>, aterra la seguridad con que lo dice, y mientras Sapangler se aleja, Will observa que ha dejado en un muro un trébol de 4 hojas, señal de que se va a suicidar?
La ambientación es uno de sus pilares más sugestivos, con un excelente diseño de producción de Tim Grimes (“American Gangster”), en 11 episodios, y Henry Dunn en 1 (“Los Soprano”), crean escenarios cuasi-retros, apenas se ven monitores de ordenador, apenas móviles, dejando al mínimo los avances técnicos de este siglo, esto provoca sensación de atemporalidad, a esta impresión ayuda la fotografía de Peter reniers (“The Lovely Bones”), Michael Slovis (“Breaking Bad”) y Jonathan Freeman (“Juego de Tronos”), bañando en un patinado de colores apagados, de luces tenues, de grises, de penumbras, maximizando el aire sombrío y de misterio setentero que resuda la serie, a esto se añade la música de Peter Nashel (“Mienteme”), a base de violines, deliciosa en los créditos iníciales.
Sumado todo me queda una buena serie a la que me hubiera gustado le hubieran dado una segunda temporada por el potencial que atesoraba. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
La tara es su insatisfactorio final, que unos cuantos miserables poderosos se aprovechan de de su condición de cercanos al poder para sacar tajada millonaria y política de algún modo es algo no original, que unos cuantos corruptos morales actúan a modo de vampiros sacándonos la sangre es algo nada novedoso, que generan chivos expiatorios, en este caso Irán, no nos deja boquiabiertos, esto ya sucedió en Irak con la guerra generada por Bush jr., con lo que no nos hace sorprendernos, esto produce cierto anti-clímax, que se suma a que al ser temporada única pensada para más deja colgadas muchas respuestas. A preguntas generadas en el desarrollo de la serie. Pero el final en el terrado la conversación entre Spangler y Will resulta muy sugestiva, Will acusa veladamente a Truxton de complot y que tiene las pruebas para ello, este le responde con flema <Haga su informe. Estoy seguro resultará una lectura muy interesante. Chanchullos en los altos cargos y todo eso. De verdad crees que a alguien le va a importar una mierda?>, aterra la seguridad con que lo dice, y mientras Sapangler se aleja, Will observa que ha dejado en un muro un trébol de 4 hojas, señal de que se va a suicidar?