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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
3
Drama Una joven solitaria hace un trabajo mecánico y rutinario en una fábrica de cerillas. Cuando llega a casa debe soportar a su perverso padrastro y la falta de cariño de su madre. Por las noches sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene suerte. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2023
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
32/03(03/02/23) Tedioso e híper mega sobrevalorado film finés del igualmente muy sobrevalorado cineasta Aki Kaurismäki, aquí guioniza, edita, coproduce y dirige, lo que para él su última entrega de su trilogía Proletariat, después de “Sombras en el paraíso” (1986) y “Ariel” (1988), claramente influenciado por el estilo seco y adusto del galo Robert Bresson. Sigue a Iris, una joven trabajadora de una fábrica de aspecto sencillo que vive una vida solitaria, pobre y sin incidentes en la Finlandia de fines de la década de 1980. Iris es interpretada por Kati Outinen, actriz fetiche del realizador. Para un dramón más aburrido que la visita de los suegros, y eso que no llega a los 70 minutos. Película lineal, sin chicha, sin más aliciente que ver la espiral de perdedora en la que está hundida la protagonista. Con un desarrollo en el que apenas hablan, y no es que estos lánguidos silencios de minutos y minutos se rellene con capacidad estética atractiva, pues todo me huele a ordinario en su filmación de cámara estática, sin que me haga conectar con la odisea en caída libre de la protagonista. Todo me resulta impostado, forzado, artificioso, con actuaciones inexpresivas, son maniquíes que no parecen ni padecer, ni sentir. Un relato que se puede resumir en una mujer que no se sabe porque la toman por el pito del sereno todo el mundo, y cuando está hundida decide vengarse de forma simplista y sin que me importe un bledo lo que vaya a ocurrir, quien vaya a morir o quien se vaya de fiesta. Personajes cliché, donde todos son malos con ella, cual Cenicienta nórdica, excepto el hermano, que aparece y no se sabe realmente que pinta en la narración (pues no es el hada Madrina), pues aporta entre la nada y el zero. No me creo este submundo que el director nos quiere proyectar de esta Finlandia deprimente, triste por completo, donde no hay lugar a la esperanza, este es uno de los países del mundo con mejor nivel de calidad de vida, y lo pinta como el tercer mundo, venga ya!

Iris vive con su madre (Elina Salo) y su padrastro (Esko Nikkari) de mediana edad, quienes pasan la mayor parte del tiempo viendo las noticias en la televisión. Esperan que ella les dé todas las ganancias de su trabajo en la línea de producción de la fábrica de fósforos, así como que se encargue de todas las tareas domésticas. Ella va a los bailes, pero no atrae parejas. Ella compra un vestido muy colorido con la esperanza de que esto aumente su atractivo. Al verlo, sus padres la llaman puta y le exigen que se lo devuelva, pero ella los desafía y lo usa para ir a bailar. En el club, Iris conoce a Aarne (Vesa Vierikko), quien piensa que es una prostituta por el vestido, aunque Iris no se da cuenta de eso.

Kaurismäki se muestra pomposo y petulante desde el inicio con ínfulas de trascendencia, cuando el material resulta das más bien para taparse. Y es que se abre con el sobreimpresionado, “Lo más probable es que hayan muerto de frío y de hambre allá lejos, en medio del bosque”, atribuida a un personaje de La condesa Angélica de Ivan Turgenev. Tras lo que vemos durante los créditos de comienzo como se crean los fósforos en una cadena de montaje, desde la corteza de árboles, como se cortan las láminas, como se generan las pequeñas astillas para los fósforos y luego llega la cinta donde encontramos a la protagonista haciendo no se que con las cajitas de cerillas. Tras ello vemos sin palabras la presentación de la anodina protagonista, en su ordinario hogar sin vida alguna a pesar de vivir con sus padres. No se a santo de que vemos en la tv del piso noticias internacionales sobre la revuelta popular en la plaza china de Tiananmen y su masacre, no entiendo que nos quiere decir el director con esto, o es tan arbitrario como la película. Vemos a la joven que sale en busca de pretendientes en una sala de fiesta, y nadie le hace caso. Con lo que tenemos de protagonista a una perdedora y así sucesivamente, un retrato de alguien con el que es imposible empatizar, y a la que el director reviste en su modo de exponer en pantalla sin gracia alguna, provocándome conforme pasan los minutos (lo se porque miro mucho el reloj) el alejamiento y la modorra. Lo de la joven sin alicientes en su existencia es lo que el director transmite con su película, no hay alicientes que la sostengan, por mucho que haya legión que la alaben, me siento como el sastrecillo del cuento. Todo tan austero como liso. Como en el realizador es costumbre, adorna el metraje con temas pop-rock, pero como también es costumbre es esto un elefante en una cacharrería.

La protagonista resulta alguien extraño, de comportamiento desproporcionado, que no se sabe el porqué de su cortedad mental. Los secundarios son muy caricaturescos en su maldad sin sentido. Todo un devenir teatral sustentado en actuaciones cara de palo. Todo para desembocar en un tramo final que se supone neurálgico y me provoca la nada más absoluta, a lo que no ayuda que no me creo a esta mujer vengativa sin sentido, todo desproporcionado en sus actos que anhelan provocar al espectador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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