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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
10
Drama Alvin Straight (Richard Farnsworth) es un achacoso anciano que vive en Iowa con una hija discapacitada (Sissy Spacek). Además de sufrir un enfisema y pérdida de visión, tiene graves problemas de cadera que casi le impiden permanecer de pie. Cuando recibe la noticia de que su hermano Lyle (Stanton), con el que está enemistado desde hace diez años, ha sufrido un infarto, a pesar de su precario estado de salud, decide ir a verlo a ... [+]
4 de marzo de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
02(03/01/15) El Cine se creó para emocionarte, conmoverte, estremecerte, atraparte durante un rato y al acabar sentirte un poquito mejor que antes de empezar el film, el Cine se ha hecho grande por Obras Maestras como esta “The Straight Story”. David Lynch con una obra que parece alejada de su sensibilidad surrealsita-kafkiana-existencialista del aparentemente sencillo relato. Basada en un hecho real publicado en el New York Times en 1994, la historia de Alvin Straight, en 1994 emprendió un homérico viaje, convirtiéndose en una Odisea Humanista Antológica, film de rasgos intimistas, tintes elegiacos, acunado por enternecedora melancolía, canto crepuscular Magno a la Vejez, guión por vez primera no escrito por Lynch, original de Mary Sweeney (su primer guión, editora de Lynch, entonces era su pareja), junto a Jay Roach, construyen una road-movie que se mueva a base de cuidados silencios que hablan con bellas imágenes y con encuentros del protagonista con gente de toda clase y edad a la que escucha con devoción y a la que baña con su experiencia y sabiduría, con sus recuerdos que son una nostálgica amalgama de dramas y pequeñas alegrías, de estas vivencias añejas Alvin ha extraído cual cirujano lo malo y ha comprendido lo que realmente merece la pena en esta vida, los cálidos momentos viendo caer la lluvia o la visión de las estrellas con tu hermano, y todo esto atomizado por la Antológica actuación de Richard Farnsworth, su última interpretación le vale para a mi humilde entender realizar una de las mejores interpretaciones de la Historia del Cine, su Carisma y Majestuosidad te turban. El título en inglés resulta ambigua su interpretación, la primera versa sobre la historia del hombre con ese apellido, la otra tiene que ver con su traducción al castellano, Straight puede ser la historia del hombre recto, erguido u honrado.

Film magnético, con momentos silentes manejados de modo sibarita, relato de miradas, de introspección, de frases y diálogos que tras aparente simpleza esconden un pozo de profundidad infinita, arrollador estudio de personaje en que Alvin no recorre km, recorre un camino hacia el pasado, rememora su juventud, sus años de guerra, sus errores, sus fracasos, sus tragedias, y sabe extraer lo positivo, Lynch junto a Alvin demuestra aquello que el camino es tan importante como el destino. Historia Atemporal y Universal, se tocan temas con trémula hondura como los sentimientos de culpa, la redención, los valores familiares, el orgullo, la soberbia, el egoísmo, la fugacidad de la vida, la humildad, el sentido de la vida, la búsqueda de la felicidad, la soledad, las guerras, la expiación de los pecados, el alcoholismo, el tratamiento a la tercera edad, la solidaridad, el sacrificio como acto redentor o el peso de nuestros fantasmas interiores, sabiendo Lynch colocar dosis de humor ingenioso que endulzan la tierna ruta, ruta por la América profunda, la de interminables campos de maíz, la de carreteras solitarias, la de apenas poblaciones, la de cielos grises, y relatado con un halo Humanista turbador. Alvin hace de su Odisea una Oda a la esperanza por un mañana mejor, por saber aprovechar lo que nos da la vida, un viaje iniciático hacia el centro del corazón, se hace epopeya de los bellos momentos ordinarios, se nos cruza con personas sencillas, con sencillas historias, en medio de un paisaje que emite soledad y honestidad, un melodrama de un calado emocional punzante. Lynch dirige con ritmo sereno pero lúcido, haciendo nos empapemos de la sabiduría y de cómo Alvin se deleita del viaje.

Aunque pueda parecer extraño y fuera de lugar en la filmografía Lynchiana, rascando un poquito encontramos elementos propios de su singular cine, su gusto por las imágenes místicas del cielo estrellado, el surrealismo presente ya desde su propuesta de un tipo septuagenario tipo recorriendo cientos de km en una segadora, o su peculiar sentido del humor, presente en escenas como cuando vemos en segundo plano a través de una ventana a Alvin pegarle un tiro con la escopeta a la segadora estropeada, cuando pregunta al vendedor de cortacésped que a quien perteneció <Son cosas que ayudan a entender estas máquinas>, la de la mujer que adelanta a Alvin con su coche cuando atropella a un ciervo, se baja del auto iracunda despotricando porque es el 13 ciervo que atropella en las últimas 7 semanas, o la negociación de Alvin comprando un bastón-agarrador, o el regateo del precio de una reparación de Alvin con unos divertidos mecánicos hermanos, y por supuesto su final muy similar al de “El Hombre Elefante”, que entronca con lo de su gusto por el cosmos infinito.

Puesta en escena evocadoramente deliciosa, con diseño de producción regio de Jack Fisk (“Pozos de ambición”), rodada sobre mismo recorrido que hizo Alvin, por bucólicos parajes, desbordan serenidad y placidez, rodeados de inmensos campos mecidos por el viento, pequeñas granjas, silos de trigo, ríos tranquilos, pueblos tranquilos, esto maximizado por la hermosa fotografía de Freddie Francis (“El Hombre Elefante”), captando un halo cuasi-mágico, dando calor, encanto, bellos cuadros con influencias claras del famoso fotógrafo y pintor neoyorquino Norman Rockwell, atrapa hermosos cielos, planos generales que sobrecogen, con sutil uso de planos aéreos, grúas, suaves zooms, marcando el ritmo del relato, con oníricos cielos estrellados, haciendo de la lluvia algo único, con lindos colores de campos, maravillosas puestas de sol, preciosas tomas del protagonista, lienzos de una belleza epicúrea, esto conjugado con la estremecedora música de Angelo Badalamenti (Colaborador fetiche de Lynch), con violines, guitarra, emociona, hipnotiza, canaliza sentimientos, sensaciones, evoca la melancolía de Alvin, y a la vez su fe inquebrantable, de una honda intensidad, pero ello sin manipular, sabe desaparecer cuando el momento lo requiere y aparecer para deleitarnos, recuerda bastante la majestuosa de Lennie Niehaus en “Sin perdón”. (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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