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Voto de TOM REGAN:
5
7,5
18.595
Intriga
Una familia americana, compuesta por el doctor Ben MacKenna (James Stewart), su mujer (Doris Day) y su hijo Hank, está pasando unas vacaciones en Marruecos. Tras la muerte de un espía en brazos de Ben, mientras visitaban el mercado de Marrakech, el matrimonio descubre que su hijo ha sido secuestrado. Sin saber en quién confiar, los MacKenna se ven envueltos en una angustiosa pesadilla que tiene que ver con una operación de espionaje internacional. (FILMAFFINITY) [+]
3 de marzo de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
31/08(13/02/17) Sobrevalorado film del maestro Hitchcock, cinta que no sostiene un mínimo análisis de coherencia, orgánicamente un galimatías de situaciones a cual más incongruente y fuera de lugar. El realizador londinense parece más preocupado de componer secuencias atractivas que de componer un relato sólido. Es una nueva versión del film homónimo del propio director de 1934, cambiando varios aspectos, siendo destacados el que el primero era en blanco y negro y este es en formato panorámico VistaVision y Technicolor, y que cambia los Alpes suizos por el Marrakech marroquí. En respuesta a François Truffaut sobre lo reseñable entre una versión y otra, dijo "Digamos que la primera versión es la obra de un aficionado con talento y la segunda fue hecha por un profesional", y yo añado, sí, un profesional de la dirección, pero ausente de dar sentido a su caótica narración. Hitch vuelve a una de sus constantes, la del hombre común puesto a prueba por algún problema crucial, haciendo que en estos casos salgo lo mejor y peor de uno. Ganó un Oscar a la Mejor Canción por "Whatever will be (que será, será) ", cantada por Doris Day, escrita especialmente para ella. El clásico camafeo de Alfred Hitchcock se da a los 25:42 minutos, en la esquina inferior izquierda, viendo acróbatas en el mercado marroquí, de espaldas a la cámara, llevaba un traje gris claro, y poniendo sus manos en su bolsillos, justo antes de que el espía es asesinado.
Una familia estadounidense, Benjamin "Ben" McKenna (James Stewart), su esposa, la popular cantante retirada Josephine Conway "Jo" McKenna (Doris Day), y su hijo Henry "Hank" McKenna (Christopher Olsen), están de vacaciones en Marruecos. Viajando de Casablanca a Marrakech en bus, se encuentran con el francés Louis Bernard (Daniel Gelin), un tipo gentil con el que traban relación, pero al día siguiente paseando por el mercado Louis aparece vestido con túnica árabe y con un puñal en la espalda, antes de morir le susurra unas palabras al oído de Ben, comenzando entonces una odisea para la familia al ser secuestrado “Hank”. Tendrá importancia en la historia el matrimonio inglés Lucy (Brenda De Banzie) y Edward Drayton (Bernard Miles), el inspector de Scotland Yard Buchanan (Ralph Truman), y el primer ministro de un país extranjero (Alexis Bobrinskoy).
Angus McPahil (“Recuerda” o “Falso culpable”), y John Michael Hayes (“La ventana indiscreta” o “Nevada Smith”) adaptan el guión original de Charles Bennett (“El enviado especial” o “39 escalones”) y D.B. Wyndham-Lewis, quedando un thriller con resortes de espionaje internacional bastante naif, manejando Hitch el deux machine (clásico en él) del tipo normal envuelto por azar en una intriga que pone en extremo peligro a sí mismo, y como en este caso a su familia, también vuelve a uno de sus fetiches, como es el de la protagonista rubia (Ingrid Bergman, Kim Novak, Grace Kelly, Tippi Hedren, ...). Posee un arranque cautivador en su creación de la atmósfera sugestiva de misterio, tensión, intriga, haciendo interesante el tramo inicial en Marruecos, pero a medida que avanza el metraje sus incoherencias y lagunas argumentales se aturullan en un sinfín de despropósitos, donde el sentido de la lógica deja de estar presente, provocándome chirriantes momentos, con una trama que no resiste el mínimo rigor argumental, donde las casualidades son un motor gripado de tanto exprimirlo. Las actuaciones, sobre todo por lo atrofiado que están descritos, dejan mucho que desear, dan grima su comportamiento, como el humor con el que se sazona la acción queda cuando menos de gesto torcido y sin garra. Tampoco el ritmo narrativo es bueno (con lo bien que lo hace en la mayoría de su filmografía Hitchcock), con insertos fuero de sitio y forzados, como Doris Day cantando con su hijo cuando hace las camas, o en el supuesto clímax del Royal Albert Hall alargadísimo, sin tener justificación alguna, más allá de querer llevar la tensión al límite, no dándose cuenta el director que de tanto estirarla hace mucho que se partió, con lo que el espectador (o sea yo) se desconecta.
Tsunami de tropelías: Un sin sentido la escena de cómo acaba Louis asesinado abrazado a Ben, casualidad es decir bien poco; Lo de que al testigo de un asesinato, durante un interrogatorio en la policía le permitan ausentarse para contestar una llamada telefónica es de traca;... sigue en spoiler.
Una familia estadounidense, Benjamin "Ben" McKenna (James Stewart), su esposa, la popular cantante retirada Josephine Conway "Jo" McKenna (Doris Day), y su hijo Henry "Hank" McKenna (Christopher Olsen), están de vacaciones en Marruecos. Viajando de Casablanca a Marrakech en bus, se encuentran con el francés Louis Bernard (Daniel Gelin), un tipo gentil con el que traban relación, pero al día siguiente paseando por el mercado Louis aparece vestido con túnica árabe y con un puñal en la espalda, antes de morir le susurra unas palabras al oído de Ben, comenzando entonces una odisea para la familia al ser secuestrado “Hank”. Tendrá importancia en la historia el matrimonio inglés Lucy (Brenda De Banzie) y Edward Drayton (Bernard Miles), el inspector de Scotland Yard Buchanan (Ralph Truman), y el primer ministro de un país extranjero (Alexis Bobrinskoy).
Angus McPahil (“Recuerda” o “Falso culpable”), y John Michael Hayes (“La ventana indiscreta” o “Nevada Smith”) adaptan el guión original de Charles Bennett (“El enviado especial” o “39 escalones”) y D.B. Wyndham-Lewis, quedando un thriller con resortes de espionaje internacional bastante naif, manejando Hitch el deux machine (clásico en él) del tipo normal envuelto por azar en una intriga que pone en extremo peligro a sí mismo, y como en este caso a su familia, también vuelve a uno de sus fetiches, como es el de la protagonista rubia (Ingrid Bergman, Kim Novak, Grace Kelly, Tippi Hedren, ...). Posee un arranque cautivador en su creación de la atmósfera sugestiva de misterio, tensión, intriga, haciendo interesante el tramo inicial en Marruecos, pero a medida que avanza el metraje sus incoherencias y lagunas argumentales se aturullan en un sinfín de despropósitos, donde el sentido de la lógica deja de estar presente, provocándome chirriantes momentos, con una trama que no resiste el mínimo rigor argumental, donde las casualidades son un motor gripado de tanto exprimirlo. Las actuaciones, sobre todo por lo atrofiado que están descritos, dejan mucho que desear, dan grima su comportamiento, como el humor con el que se sazona la acción queda cuando menos de gesto torcido y sin garra. Tampoco el ritmo narrativo es bueno (con lo bien que lo hace en la mayoría de su filmografía Hitchcock), con insertos fuero de sitio y forzados, como Doris Day cantando con su hijo cuando hace las camas, o en el supuesto clímax del Royal Albert Hall alargadísimo, sin tener justificación alguna, más allá de querer llevar la tensión al límite, no dándose cuenta el director que de tanto estirarla hace mucho que se partió, con lo que el espectador (o sea yo) se desconecta.
Tsunami de tropelías: Un sin sentido la escena de cómo acaba Louis asesinado abrazado a Ben, casualidad es decir bien poco; Lo de que al testigo de un asesinato, durante un interrogatorio en la policía le permitan ausentarse para contestar una llamada telefónica es de traca;... sigue en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... Lo del modo en que Ben le dice a su esposa que el hijo ha sido secuestrado es sonrojante, le presiona para que se tome unas pastillas tranquilizantes y “... ahora que está drogada se lo digo...”, para mear y no echar gota; Cabe preguntarse porque el espía Louis no le dijo claramente a Ben que era una capilla y no una persona; Al final no nos enteramos de quien mata a Louis; Tampoco sabremos porque una conspiración para matar a un mandatario internacional en Londres tiene como centro de operaciones Marrakech (supongo que es para tener un escenario exótico); No es creíble que este matrimonio se desenvuelva mejor que Scotland Yard en medio de asuntos de conspiraciones internacionales; Que pinta el asesino (menudo careto de malo!) apareciendo por “casualidad” en la habitación de hotel de los McKenna?; Si los que están tras la conspiración son unos asesinos desalmados, porque no matan a Ben y se acabó el problema?; Porque una vez en Londres los malos no vigilan a Ben por si delata a la poli lo que sabe?; Porque los malos no varían sus planes si saben que su conspiración ha tenido una fuga de información?; Suponiendo que estos malos son muy malos, porque no matan a ben en la iglesia y solo lo dejan inconsciente y sin amarrar o encerrar? Piensan que no escapará?; Porque no siguen a Jo cuando sale de la iglesia?; Que casualidad (una más y van...) que cuando Jo va a hablar con el jefe de Scotland Yard este se halle en el Royal Albert Hall corazón criminal de la conspiración; Porque llega al Royal Albert Hall Ben si nadie le ha dicho donde está su mujer?; ES que al Royal Albert Hall se puede acceder sin entrada y los que pagan lo hacen por donativo? Lo digo porque Jo y Ben entran allí como si nada; Porque se hace tan pesado el clímax en el Royal Albert Hall? Tengo respuesta y es que los doce minutos sin diálogos se eternizan (aún con el “Storm Cloud Cantata” de Arthur Benjamin de fondo, dirigido en la orquesta que se ve por el compositor Bernard Herrmann) como la visita de los suegros; Menudo sexto sentido de Jo que desde las escaleras del teatro atisba con instinto de mentalista todo el complot, ataque de ironía por mi parte; Porque tiene al niño secuestrado libre en la habitación con una “canguro”, porque no lo tiene con los ojos vendados? Porque no lo tienen inmovilizado? Porque al matrimonio McKenna al final parece importarles poquito la vida de su hijo? Lo digo porque primero no quieren decir lo que saben a la policía por miedo a lo que le pueda pasar a su retoño, pero luego sabotean la conspiración del asesinato del primer ministro, lo lógico es que entonces los malos “eliminaran” por venganza al vástago, porque para que lo querían ya? No les servía para nada; Porque lo del final vergonzante en la embajada, con la dichosa cancioncita cantada a pulmón libre, que mentalistas los McKenna sabiendo que el ministro le pedirá que cante (ataque de ironía), en lo que es un plan propio del profesor Moriarty (ataque de ironía), pretenden que su hijo lo escuche (que es mucho suponer, pues lo normal es que lo hayan matado), y entonces escape hacia su madre, menuda idiotez, pero entonces, tras los graznidos de Jo, Ben escapa a hurtadillas del salón y da con la habitación donde está su hijo, ello con la connivencia de la secuestradora buena, que le deja escapar, menuda suerte!; Por cierto, al final no nos enteramos que pinta este matrimonio en la conspiración, pues parecen buena gente envuelta en un gran lio; Y ya lo de la huida por las escaleras de la embajada cruje más que el Titanic partiéndose; Y de epílogo el toque de humor con los amigos esperando en la habitación de hotel repanchingados, y esto se supone que es gracioso (puajjjj!); Hay más...
Por mucho que la realice Alfred Hitchcock, no me nubla que se aun gran seguidor suyo, pero esta obra da grima por todos sus agujeros e inconsistencias narrativas que se me hacen indigeribles. Fuerza y honor!!!
Por mucho que la realice Alfred Hitchcock, no me nubla que se aun gran seguidor suyo, pero esta obra da grima por todos sus agujeros e inconsistencias narrativas que se me hacen indigeribles. Fuerza y honor!!!