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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Thriller. Terror. Acción El joven Jim Hasley (C. Thomas Howell) recoge con su cadillac a un autoestopista, John Ryder (Rutger Hauer), en una carretera de Texas. Cuando John le confiesa a Jim que es un asesino y que espera que le recojan y le lleven para matar, Jim lo deja en la cuneta y sigue adelante, pensando que lo ha dejado atrás. A partir de este momento, los dos empiezan a jugar al gato y al ratón. El asesino sigue matando y dejando pistas que inculpan al ... [+]
12 de agosto de 2013
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
139/06(10/08/13) La ópera prima de Robert Harmon fue un thriller de terror de culto ochentero que el tiempo ha arrugado en demasía, su grato recuerdo ha sido estropeado con una nueva revisión, quedándome una cinta fascinante en su inicio de intriga y tensión, pero que cuando comienza a decantarse por la acción la caga a base de bien.
Jim Hasley (correcto C. Thomas Howell), lleva un cadillac de Chicago a San Diego para su dueño, por una desértica carretera de Texas recoge a un autoestopista, John Ryder (gran Rutger Hauer), tras una tensa charla John le espeta hieráticamente y amenazándole con una navaja que es un asesino que mata a los incautos que le recogen con sus coches, en un descuido Jim consigue echar del auto a Ryder, aquí no acaban los problemas de Jim pues John comienza un juego perverso con él en que los muertos iran cayendo y la policía le escogerá a él como chivo expiatorio.
Es una road-movie que posee un arranque magnético y escalofriante, va directo al grano, sin concesión, una noche fantasmagórica lluviosa, una presentación de personajes excelente, sobre todo con la de su carismático villano, el sádico juguetón John Ryder, un psicópata que conforme avanza la trama asume connotaciones cuasi divinas, siempre va por delante de todo, no se sabe nada de él, parece materializarse de la nada y le encanta hacer sufrir a Jim, sufrimiento que le realizador hace nos llegue desde su intenso primer encuentro y que provoca para el protagonista un devenir pesadillesco. La cinta es hija de ‘El Diablo Sobre Ruedas’ de Spielberg, un tipo normal circulando por una carretera desierta que sufre el acoso de un ser desconocido, es decir, el malo se cree un gato jugando con su presa, no quiere acabar con ella, siente placer con su angustia, es como si el conductor del camión se hubiera bajado a seguir con su reino del terror, el Mal se divierte jugando con la inocencia del Bien.
Es un divertimento con un ritmo frenético de principio a fin, no dan tregua, las situaciones se suceden sin pausa, con constantes sorpresas y giros de guión que hacen no te puedas aburrir. Lo malo es cuando se aleja del duelo psicológico y se instala en la acción más inverosímil, con persecuciones y tiroteos mal elaborados, que no aguantan el menor análisis y olvidándose del tono malsano que se había alcanzado en su primer tramo, dejando de lado la frescura y tornándola en clichés mil.
En el apartado de escenas de calado intenso y asfixiante destacan el antes mencionado inicio, el descubrimiento de Jim tras un osito de peluche a John que está en un coche familiar con unos niños, la secuencia del taller en que John le entrega las llaves de su coche, señal inequívoca de que juega con él, la comida de la hamburguesa con guarnición especial, el segundo encuentro en una cafetería entre los dos antagonistas, Jim despertando de una pesadilla en los calabozos de una comisaria y explorando el sanguinario escenario, son momentos de un gran acierto por parte del realizador, ello ayudado por una notable puesta en escena, unos desoladores escenarios fruto del maestro en la materia del diseño de producción dennis Gassner (‘Muerte Entre Las Flores’, ‘Big Fish’ o ‘Skyfall’), envueltos en tenebrismo por la excelente fotografía de John Seale (‘Rain Man’, ‘El Club De Los Poetas Muertos’ o ‘El Paciente Inglés’), y envueltos en la zozobrante música de Mark Isham (‘Vidas Cruzadas’, ‘Le Llaman Bodhi’ o ‘Crash’), todo esto pare una atmósfera de estar en un lugar entre el Averno y la Tierra. Lo malo es cuando lo sutil es sustituido por el ruido de escenas de acción inverosímiles a las que hay que dar demasiadas licencias narrativas, la forma tan estúpida en que detienen por vez primera a Jim, lo raro de que Jim no oyera disparos en la comisaría, la persecución y tiroteo a que es sometido por dos coches de polis, de lo más burdo pues no le disparan a las ruedas, para colmo aparece un helicóptero, todo muy aparatoso y nada creíble. El personaje de la muchacha Nash (Jennifer Jason Leigh) resulta mal construido, no se entiende su errático comportamiento, por lo menos se agradece no nos metan con calzador un almibarado romance, y luego está su irregular final, muy de comic pero carente de la menor tensión dramática. El buen regusto que tenía de la cinta en su inicio se ha ido diluyendo como un azucarillo con su metraje.
Lo mejor aparte de algunas buenas escenas mencionadas, está un aterrador Rutger Hauer, su sibilina sonrisa te hiela la sangre, una inquietante mole de metro noventa, rubio, de ojos azules que te penetran por frialdad y la violencia que ves tras ellos, un asesino perverso cada vez que aparece llena la pantalla por su comportamiento inesperado. Un gran acierto la elección de este actor holandés. Howell no destaca especialmente, no molesta pero tampoco es un desecho de personalidad.
En definitiva un producto ameno, que te engancha con su potente inicio, con unas cuantas buenas secuencia, una muy buena ambientación, un malo malísimo impresionante, con la tara de que con el avance se estropea, tampoco es que tenga un guión muy original. Fuerza y honor!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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