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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Acción. Drama. Bélico Año 1206. Noruega ha sido arrasada por una guerra civil. El Rey está muriendo, y mientras su hijo no reconocido nace en secreto. La mitad del reino quiere acabar con el bebé, pero dos hombres, Torstein Skevla y Skjervald Skrukka, lo defenderán hasta la muerte en una huida que cambiará para siempre la historia del país. El niño se llamaba Håkon Håkonsen y sería rey de Noruega. (FILMAFFINITY)
7 de diciembre de 2016
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
234/03(03/12/16) Entretenido film de aventuras medievales nórdico, el realizador de la estupenda “Pathfinder” (1987), nos vuelve a deleitar con un hermoso homenaje a las tierras vírgenes de Noruega, a su magnificencia, a sus montañas nevadas y bosques, y en esos lares unas vibrantes escenas de acción, mayormente en persecuciones de esquíes enérgicas y espectaculares, con bulliciosos y brutales combates a espada, con arco, ballesta, hachas, siendo un entretenido pasarratos, tan disfrutable como olvidable. Y es que cuando la cinta se para y se desplaza a escenas de relaciones personales, cojea, cuando quiere darnos una clase de historia para ofrecernos las motivaciones de unos y otros naufraga, cayendo en la confusión estando cerca de que desconectemos por la amalgama de personajes que entran y salen, que se disputan el trono y son meras caricaturas sin alma. Nos adentramos en una epopeya en la recta final de los años de inestabilidad en Noruega (principio del SXIII), derivada de los enfrentamientos civiles. El hijo ilegítimo del difunto rey (de dos años) es bien recibido por sus seguidores como el heredero de la corona, sus rivales, mal, papistas que controlan la mitad de la tierra desgarrada por la guerra, quieren la cabeza del niño. Vigilado del ataque por dos esquiadores lo transportan a un lugar seguro sobre las montañas de invierno, el niño y su supervivencia determinará el curso de la historia del reino. Es una historia icónica para los noruegos y la inspiración de la carrera anual de esquí Birkebeiner, esta palabra es como se conoce en noruego bokmål a la facción rebelde que reconocía a Håkon como rey, aunque fue así denominada por la facción en el poder, los baglers en un intento de ridiculizar a los rebeldes por su bajo status y su calzado de madera (bjørkenever).

Estamos en 1204, historia trata de Haakon, pequeño hijo ilegítimo (Jonathan Oskar Dahlgren) de un rey noruego recientemente asesinado, se convierte en objeto de persecución de los Baglers, compuesto en gran parte de la aristocracia y el clero con la intención de apoderarse del trono. Dos soldados Birkebeinar, Torstein (Hivju) y Skjervald (Jakob Oftebro), intentaran protegerlo huyen Dos soldados Birkebeinar do con él, Intentando espíritu del niño a la seguridad se Torstein (Hivju) y Skjervald (Jakob Oftebro), facción empobrecida de las personas cuyo nombre se deriva de la corteza de abedul que supuestamente utilizan para hacer sus zapatos y los esquís.

La cinta tiene su fuerte en la creíble ambientación medieval, en lo bien que aprovecha la cámara para captar la belleza de los desiertos helados montañosos, y en sus notables escenas de acción, bien sean persecuciones por la nieve, muy imaginativas, a esquíes, trineos, caballos, y en las peleas y batallas, creando sensación de intensidad en estas. Pero esto queda lastrado por el guión de Ravn Lanesskog que una densidad no bien resuelta en las escenas de la corte, que provoca cierta distancia con el espectador, hierra en trasladarnos el croquis de esta guerra civil, una intriga política que confunde y desvía la atención del foco de la acción, donde remanece la eterna lucha entre el bien y el mal, y esto nunca ha quedado más clara cuando alguien quiere matar a un bebe y otros quieren defenderlo, algo nítido con lo que es fácil identificarse, haciendo que la audiencia espere que acaben estos remansos palaciegos y volvamos en las blancas montañas y su espíritu aventurero. Es un producto agradable, con una preciosa factura visual, hablándonos de héroes incorruptibles y villanos cruentos (aunque ene ste aspecto adolece de un malo de carácter que eleve a los héroes), de la amistad, la traición, la ambición amoral, ello en un crescendo dramático trepidante en su recta final, desembocando en un clímax, y rodando con gran ritmo la acción.

La puesta en escena es su punto fuerte, con un diseño de producción fenomenal de Karl Júlíusson (“Bailar en la oscuridad” o “En tierra hostil”), recreando la época medieval nórdica con mimo, su cabañas, aldeas amuralladas, o los castillos fortaleza, aprovechando la fotografía de Peter Mokrosinski (“Millenium”, 2009) grácilmente la majestuosidad de los salvajes parajes noruegos, filmándose en los alrededores de Lillehammer , así como sabe alternarlo con la intimidad de los oscuros interiores iluminados con la luz natural de fuegos y de velas, preciosa en las tomas generales de los espacios naturales, como moviéndose ágil por la nieve al trepidante ritmo de los esquíes. Asimismo es destacable la música de Gaute Storass, de resonancias épicas, con coros que elevan la intensidad del drama de acción.

Kristofer Hivju (actor “juegotronista”) aporta su carisma y buen hacer, su poderío físico, sabiendo dejar momentos de humor. Jakob Oftebro es el otro héroe del film, dota de dramatismo a su personaje con el componente vengativo, espectacular en las escenas de acción, sobre todo esquiando.

Durante los créditos finales hay una cita del escritor islandés Halldór Laxness: "La diferencia entre un novelista y un historiador es la siguiente: el primero le dice mentiras deliberadamente y por el gusto de hacerlo; el historiador dice mentiras y se imagina que él está diciendo la verdad". Supongo que para los que la critiquen por su falta de rigor histórico.

En conjunto queda una cinta amena, bonita mientras la estas viendo, pero de nulo calado tanto emocional, como de perduración en la mente. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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