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Voto de TOM REGAN:
8
2021
Brad Ingelsby (Creador), Craig Zobel
7,7
21.176
Serie de TV. Drama. Intriga. Thriller
Serie de TV (2021). 7 episodios. Mare Sheehan (Kate Winslet) es una detective de un pequeño pueblo de Pennsylvania que investiga un asesinato local mientras intenta que su vida personal no se desmorone. (FILMAFFINITY)
4 de junio de 2021
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
202/02(01/06/21) Notable miniserie (siete episodios) creada para la HBO por Brad Ingelsby (“Run all night” o “The way back”), que dirige íntegramente Craig Zobel (“Leftovers” o “Westworld), en principio iba a hacerlo Gavin O’Connor pero problemas de agenda le hizo renunciar, quedando de productor. Teniendo entre sus grandes bazas un guión de Ingelsby formidable en su descripción de un entorno marcado por la alienación social en una población pequeña (la ficticia Easttown Township, en el condado de Chester-Pensilvania, en los suburbios de Filadelfia, y filmada al este al condado adyacente de Delaware, donde creció Ingelsby), gris, apagada, donde la felicidad parece algo cuasi-ausente, donde la luz del sol es algo inexistente (esto enaltecido por la ambiental cinematografía de Ben Richardson [“Bestias del sur salvaje” o “Wind River”]), con los vecinos marcados por carencia económicas, personajes maravillosamente delineados, cercanos, falibles, con secretos, traumas del pasado, entrelazando el misterio de un crimen que hará remover las entrañas de estos lugareños que parecen conocerse todos entre ellos, tan bueno y fluido el libreto que pensé que se apoyaba en un libro, pero mi sorpresa es que era original, Chapea por Ingelsby!
Todo esto enarbolado por actuaciones brillantes actuaciones, cargadas de sentimientos, siendo el zenit una homérica Kate Winslett que se mimetiza con su ajada detective de modo fascinante, perdiendo en sus pliegues, en su imagen desglamurizada, sin maquillaje (eso me parece) con ropas anchas, con andares cansados, con mirada hastiada, con ese modo de coger un botellín de cerveza, con esa grácil relación con su madre e hija, apoteósica encarnación de tremenda miscelánea entre el fuerte carácter y la vulnerabilidad en muchas de las ocasiones, Gloriosa.
Para un relato que nos habla del peso insufrible del dolor, de las debilidades humanas, de la maternidad, de la desorientación de la juventud, de la amistad, o el modo valiente en que afronta el tema del suicidio juvenil. Todo esto desarrollado por Zobel con serenidad, con pequeños recurso de humor desengrasante que no se notan forzados, dosificando la historia tanto de incisivas relaciones humanas, como de intriga y misterios, incluso con punzantes cliffhangers para cada fin de episodio.
Y todo ello bajo un diáfano enfoque de empoderamiento femenino cercano esto a la misandria, pues el mundo de esta serie es eminentemente de mujeres, el carácter femenino lo impregna todo, la protagonista es una mujer de carisma arraigado, vive con su madre e hija lesbiana, y se ha hecho cargo de su nietecito (la mujer como protectora y educadora del potencial hombre), por supuesto la víctima central de la serie es una joven madre, además todos los hombres que aparecen son malos o débiles de carácter.
Una historia que huele bastante a la de otra serie, en este caso la británica “Happy Valley” (2014), con la que tiene muchos puntos en común, con ese empoderamiento femenino frente a la mayoría de hombres o malos o débiles, en una visión misándrica, desde la protagonista policía con fantasmas del pasado referentes a un retoño que se ha suicidado, con un nieto por el que debe luchar por su custodia frente a su progenitor, con actos delictivos graves de por medio, ello en una comunidad pequeña en la que todos se conocen, y donde los problemas personales afectan a los profesionales, por lo mencionado seguro influenció a Ingelsby.
La serie se hace fuerte desde su inicio por el retrato de personalidad de agente policial Mare, enmarcada en una población tristona, de viviendas adosadas. Allí la detective ha seguido los pasos profesionales de su padre, debe lidiar con un entorno sórdido, la conocemos teniendo que ayudar a una vecina, Beth Hanlon (buena Chinasa Ogbuagu), a buscar a su hermano yonki Freddie (estupendo Dominique Johnson), que la ha robado para drogarse, intentando atraparlo se dobla un tobillo, cuando lo coge, Beth se niega a denunciarlo, y entonces Mare pide a un policía subalterno exija a la compañía de gas le reponga la luz y gas a la cochambrosa residencia de Freddie. También la vemos reverdeciendo viejos laureles cuando le hacen un homenaje en su instituto por haber metido 25 años atrás una canasta decisiva en un partido de basket, por la que la apodaron ‘Lady Hawk’. Hito deportivo que ella denigra de modo mordaz comentando: "Hacer algo grandioso está sobrevalorado,… porque la gente espera eso de ti todo el tiempo".
Mare es una mujer divorciada que en su casa convive con roces permanentes con su adolescente hija Siobhan (Angourie Rice), su madre Helen (gran Jean Smart) y nieto de 4 años Andrew (Izzy King), habiendo un hecho del pasado en modo suicidio que se deja entrever. Esto Mare teniendo de reciente vecino a su ex que se va a casar con su nueva pareja. Todo un maremágnum de situaciones que se van mezclando de modo sorprendentemente ingenioso, sin pisarse unas a otras, donde hasta hay lugar para un aspirante al corazón de Mare, en la figura de un profesor recién llegado a Easttown, Richard Ryan (buen Guy Pearce). Mare es una mujer cínica, de vuelta de todo, con losas de acritud en su interior, valiente pero con sus propias grietas de fragilidades humanas, como ese acto de ‘maldad’ con su nuera que la hace humana en su personalidad.
Todo esto enarbolado por actuaciones brillantes actuaciones, cargadas de sentimientos, siendo el zenit una homérica Kate Winslett que se mimetiza con su ajada detective de modo fascinante, perdiendo en sus pliegues, en su imagen desglamurizada, sin maquillaje (eso me parece) con ropas anchas, con andares cansados, con mirada hastiada, con ese modo de coger un botellín de cerveza, con esa grácil relación con su madre e hija, apoteósica encarnación de tremenda miscelánea entre el fuerte carácter y la vulnerabilidad en muchas de las ocasiones, Gloriosa.
Para un relato que nos habla del peso insufrible del dolor, de las debilidades humanas, de la maternidad, de la desorientación de la juventud, de la amistad, o el modo valiente en que afronta el tema del suicidio juvenil. Todo esto desarrollado por Zobel con serenidad, con pequeños recurso de humor desengrasante que no se notan forzados, dosificando la historia tanto de incisivas relaciones humanas, como de intriga y misterios, incluso con punzantes cliffhangers para cada fin de episodio.
Y todo ello bajo un diáfano enfoque de empoderamiento femenino cercano esto a la misandria, pues el mundo de esta serie es eminentemente de mujeres, el carácter femenino lo impregna todo, la protagonista es una mujer de carisma arraigado, vive con su madre e hija lesbiana, y se ha hecho cargo de su nietecito (la mujer como protectora y educadora del potencial hombre), por supuesto la víctima central de la serie es una joven madre, además todos los hombres que aparecen son malos o débiles de carácter.
Una historia que huele bastante a la de otra serie, en este caso la británica “Happy Valley” (2014), con la que tiene muchos puntos en común, con ese empoderamiento femenino frente a la mayoría de hombres o malos o débiles, en una visión misándrica, desde la protagonista policía con fantasmas del pasado referentes a un retoño que se ha suicidado, con un nieto por el que debe luchar por su custodia frente a su progenitor, con actos delictivos graves de por medio, ello en una comunidad pequeña en la que todos se conocen, y donde los problemas personales afectan a los profesionales, por lo mencionado seguro influenció a Ingelsby.
La serie se hace fuerte desde su inicio por el retrato de personalidad de agente policial Mare, enmarcada en una población tristona, de viviendas adosadas. Allí la detective ha seguido los pasos profesionales de su padre, debe lidiar con un entorno sórdido, la conocemos teniendo que ayudar a una vecina, Beth Hanlon (buena Chinasa Ogbuagu), a buscar a su hermano yonki Freddie (estupendo Dominique Johnson), que la ha robado para drogarse, intentando atraparlo se dobla un tobillo, cuando lo coge, Beth se niega a denunciarlo, y entonces Mare pide a un policía subalterno exija a la compañía de gas le reponga la luz y gas a la cochambrosa residencia de Freddie. También la vemos reverdeciendo viejos laureles cuando le hacen un homenaje en su instituto por haber metido 25 años atrás una canasta decisiva en un partido de basket, por la que la apodaron ‘Lady Hawk’. Hito deportivo que ella denigra de modo mordaz comentando: "Hacer algo grandioso está sobrevalorado,… porque la gente espera eso de ti todo el tiempo".
Mare es una mujer divorciada que en su casa convive con roces permanentes con su adolescente hija Siobhan (Angourie Rice), su madre Helen (gran Jean Smart) y nieto de 4 años Andrew (Izzy King), habiendo un hecho del pasado en modo suicidio que se deja entrever. Esto Mare teniendo de reciente vecino a su ex que se va a casar con su nueva pareja. Todo un maremágnum de situaciones que se van mezclando de modo sorprendentemente ingenioso, sin pisarse unas a otras, donde hasta hay lugar para un aspirante al corazón de Mare, en la figura de un profesor recién llegado a Easttown, Richard Ryan (buen Guy Pearce). Mare es una mujer cínica, de vuelta de todo, con losas de acritud en su interior, valiente pero con sus propias grietas de fragilidades humanas, como ese acto de ‘maldad’ con su nuera que la hace humana en su personalidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Y toda la historia toma el sendero del McGuffing del thriller con la aparición de una joven asesinada, que cual tsunami removerá las raíces de esta endogámica comunidad sacando de debajo de la alfombra muchos secreto que permanecían latentes y con este crimen explotan, y la gente que creía conocer Mare dejan salir sus demonios. Y entonces el argumento evoluciona en un clásico ‘whodonit’, donde diferentes sospechosos van desfilando, con coartadas débiles, con mentiras interesadas, con medias verdades, haciendo engancharse al espectador en su telaraña de personajes cercanos. Pudiendo estar esta muerte relacionada con la desaparición de una joven lugareña adolescente, que su madre Dawn Bailey (Enid Graham) con cáncer, echa la culpa a Mare (antigua compañera en secundaria) de no investigar lo suficiente. En el caso será emparejado con otro agente, Colin Zabel (notable Evan Peters, con una sensacional compenetración con la Winslett).
Además destacar las actuaciones secundarias de otros personajes relevantes: Julianne Nicholson borda su rol de gran amiga de Mare, con altibajos que la hacen muy empatizable, excelente; John Douglas Thompson como el jefe de policía Carter, capaz de dar replica con fuerte carácter a la Winslett; Jack Mulhern como Dylan Hinchey sabe exponer a un niñato desorientado; Sosie Bacon como Carrie Layden, encarna con gran sensibiliad a la madre que intenta salir de las drogas por su hijo, teniendo un fenomenal último entente con Kate Winslett.
Con todo lo bueno, hay que decir que el guión se llega a exceder en abarcar demasiado, dejando algunas sub tramas en esbozos, como es el romance de Mare con Richard, o lo referente a la terapia de Mare, o in media res, como la relación de Mare con su nuera, les ha faltado un tratamiento mejor. Y ya puestos la resolución final me ha sido una triple salto mortal sobre una pirueta al borde del vació en como intentan tanto sorprender que su resolución me ha sido metida con calzador, pues lo que sea el niño el asesino me ha sido una pieza de puzle que entrar con un martillo, me ha sido más por querer sorprender y dar un nuevo giro al caso parecía resuelto (yo me olía no era el que se auto-inculpó, pues no pusieron el tipio flash-back para escenificarlo, con lo que supe había otra matrioshka dentro de la matrioshka), pero no imaginaba fuera tan inverosímil.
Me queda una serie muy atractiva, que te engancha en el modo de hacerte identificar con esta comunidad, y por encima de todo con una extraordinaria actuación de Kate Winslett. Fuerza y honor!!!
Además destacar las actuaciones secundarias de otros personajes relevantes: Julianne Nicholson borda su rol de gran amiga de Mare, con altibajos que la hacen muy empatizable, excelente; John Douglas Thompson como el jefe de policía Carter, capaz de dar replica con fuerte carácter a la Winslett; Jack Mulhern como Dylan Hinchey sabe exponer a un niñato desorientado; Sosie Bacon como Carrie Layden, encarna con gran sensibiliad a la madre que intenta salir de las drogas por su hijo, teniendo un fenomenal último entente con Kate Winslett.
Con todo lo bueno, hay que decir que el guión se llega a exceder en abarcar demasiado, dejando algunas sub tramas en esbozos, como es el romance de Mare con Richard, o lo referente a la terapia de Mare, o in media res, como la relación de Mare con su nuera, les ha faltado un tratamiento mejor. Y ya puestos la resolución final me ha sido una triple salto mortal sobre una pirueta al borde del vació en como intentan tanto sorprender que su resolución me ha sido metida con calzador, pues lo que sea el niño el asesino me ha sido una pieza de puzle que entrar con un martillo, me ha sido más por querer sorprender y dar un nuevo giro al caso parecía resuelto (yo me olía no era el que se auto-inculpó, pues no pusieron el tipio flash-back para escenificarlo, con lo que supe había otra matrioshka dentro de la matrioshka), pero no imaginaba fuera tan inverosímil.
Me queda una serie muy atractiva, que te engancha en el modo de hacerte identificar con esta comunidad, y por encima de todo con una extraordinaria actuación de Kate Winslett. Fuerza y honor!!!