247/07(05/08/20) Decepcionante thriller que tenía a priori bastantes alicientes para ser bueno, empezando por la dirección de Michael Ritt, el protagonismo del carismático Kirk Douglas (también produce) y un tema con sustancia que exprimir como es el microuniverso de la mafia. Pero mi gozo en un pozo, pues me he encontrado una película tediosa, sin ritmo, que pretende mucho más de lo que consigue, sin escenas para el recuerdo, sin intensidad, estirando un metraje que sin ser largo se hace pesado por la cantidad de redundancias, hasta desembocar en un final artificioso, donde no suma el actor que debe dar la réplica Kirk, un blandengue Alex Cord, y con el pésimo añadido del desaprovechamiento de los secundarios Susan Strasberg y sobre todo Irene Papas, todo de una sobriedad aséptica ataráxica. Film en el que se tratan de temas como los fuertes lazos familiares, los sacrificios por un bien mayor, el sentido del deber, la venganza, la fuerza de las tradiciones, o los códigos de honor.

El guión de Lewis John Carlino (“El Don del coraje”) resulta turbadoramente similar al de la Obra cumbre del Cine “El padrino”, desde el logo del inicio con Paramount Pictures, el escenario principal es Nueva York, con secuencias en Sicilia, en el tramo inicial tenemos una boda donde se traman alianzas, tras lo que nos hablan sobre una familia del crimen organizado siciliana, alegoría del capitalismo americano, el protagonista es una actor famoso que tuvo su zenit en los 50 que no es de origen italiano, hay un personaje de origen transalpino de la familia mafiosa que es un héroe de guerra, hay venganzas dentro de la familia, hay una escopeta (Lupara) de cañones recortada, hay incluso el ‘beso d ela muerte’,... y este film es “The brotherhood” y no “The Godfather”. Según The Godfather Companion de Peter Biskind, Francis Ford Coppola frecuentemente citaba a The Brotherhood como exactamente el tipo de película que no quería hacer mientras dirigía a The Godfather. No se puede hablar de plagio de Mario Puzo pues el guión y el libro son prácticamente coetáneos. Pero mientras el ampuloso film de Coppola era una Ópera superlativa de proporciones bíblicas, esta cinta de Ritt no pasa de esbozo borroso de la saga corleoniana. Aquí todo se siente perezoso, confuso, con caracteres difusos, con diálogos forzados, con situaciones inanes (lo de las varias reuniones de mafiosos actuando como accionistas de empresas resulta ‘curioso’), con constantes tiras y aflojas que resultan cansinos en su reiteración, cion una relación de hermanos que funciona por imperrticvoo del guión, no hay sentido orgánico-natural, y con desarrollo liviano, hasta desembocar en un final acomodaticio en su falta de valentía. Entre los atractivos está una apreciable banda sonora del argentino Lalo Schifrin (“Misión Imposible”) y la estimable cinematografía de Boris Kaufman ("On the Waterfront"). Lanzada por Paramount Pictures, la película fracasó en la taquilla, y Paramount decidió no producir otra película de gángsters hasta que hizo “The Godfather” cuatro años después.

Arrancamos en Sicilia, donde reside Frank Ginetti (Kirk Douglas), hasta allí llega su hermano Vinnie (Alex Cord) a visitarlo desde Nueva York, pero este parece tener un encargo letal. Entonces tenemos el flash-back que será el grueso del metraje, donde vemos como Vinnie regresa de servir en el ejército, se casa con Emma Bertolo (Susan Strasberg), la hija de Don Dominick Bertolo (Luther Adler). Frank creció idolatrando a su padre siciliano y, al principio, se alegra cuando Vinnie anuncia que quiere ingresar al "negocio familiar". Pero luego Vinnie comienza a ponerse del lado de gangsters no sicilianos como Egan y Sol Levin (Alan Hewitt).

Kirk Douglas vuelve a dar muestras de su fuerza y energía en un rol que derrocha intensidad a nivel de volcán, tan fuerte de personalidad que solo le aguanta Luther Adler, pues Alex Cord como su hermano si te fijas lo ves empequeñecerse ante Douglas hasta desaparecer cual burbuja que se evapora. Kirk sublime contando anécdotas justo antes de los momentos de tensión (con Bertolo y Vinny); Alex Cord como he dicho es un flan insípido que se deshace ante la electricidad de Kirk, erro de casting no poner a alguien que le hiciera frente; Luther Adler como Dominick Bertolo está notable en su rol de duro oponente de Douglas, proyecta sabiduría y astucia; Las mujeres tiene un rol muy marginal, siendo Irene Papas y Susan Strasberg unos personajes cuasi-floreros.

Me queda una película pasable, sin chicha, que ni le brío voluntarioso de Kirk Douglas es capaz de salvar. Fuerza y honor!!!