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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Fantástico. Ciencia ficción. Comedia. Drama Bella Baxter es una joven revivida por el brillante y poco ortodoxo científico Dr. Godwin Baxter. Bajo la protección de Baxter, Bella está ansiosa por aprender. Hambrienta de la mundanidad que le falta, Bella se escapa con Duncan Wedderburn, un sofisticado y perverso abogado, en una aventura vertiginosa a través de los continentes. Libre de los prejuicios de su época, Bella se vuelve firme en su propósito de defender la igualdad y la liberación. (FILMAFFINITY) [+]
8 de abril de 2024
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
68/07(07/03/24) Interesante film ha despertado en mí contradicciones, aúna elementos sugestivos con otros chirriantes. Dirige el controvertido ateniense Yorgos Lanthimos, gusta de provocar al espectador, cineasta valiente, nunca complaciente, y eso también le hace caer en algunos excesos cuando se pasa de frenada. El guion es de Tony McNamara, adapta la novela de 1992 de Alasdair Gray, revisión suigéneris de la ‘shelleyniana’ “Frankenstein o el moderno Prometeo” (1818), bajo un filtro marcadamente feminista, o al menos eso pretende, como ya lo hizo con mejor tino en su anterior obra “La Favorita”. Protagonizada por Emma Stone, Mark Ruffalo, Willem Dafoe, Ramy Youssef, Christopher Abbott y Jerrod Carmichael, se centra en Bella Baxter, joven del Londres victoriano resucitada por el Dr. Godwin Baxter. Todo envuelto en una estética recargada, según el director de fotografía Robbie Ryan, “Drácula de Bram Stoker” de Francis Ford Coppola sirvió como principal fuente de inspiración para los que hicieron la película. Otras películas sirvieron como influencias fueron “Black Narcissus” de Michael Powell y Emeric Pressburger, y “The Ship Sails On” de Federico Fellini y películas de Roy Andersson.

Relato turbador en su comienzo es exploración de las complicadas relaciones padre e hija, con mucho que ver con la perturbadora “Canino” (2009), la protagonista vive encerrada en una jaula de oro, sin que su ‘padre’ la deje salir al exterior a ‘contaminarse’, con lo que todo lo que recibe es a través de su tutor, al igual que en el mencionado film heleno. Ella es un ser infantil, caprichoso. La vemos aprender rápidamente conceptos básicos como andar, expresarse oralmente, comer, o las normas básicas de comportarse en público, genera por el camino preguntas en realidad es al espectador al que pone en un brete nuestra hipocresía y culto a las falsas apariencias. Pero es su curiosidad carnal la que la hace rebelarse y hacerse presa de sus instintos básicos, diciendo tras su primer fornicio: “Por qué la gente no hace esto todo el tiempo?”.

Para en el grueso posterior pasar a (querer) ser liberada (de todo) al salir a explorar el mundo, ello impulsado por un libertino que conoce. Pasa la cinta a un viaje de liberación femenina, el deux machine es el sexo como elemento de dominación, manipulación, sometimiento e incluso de emancipación. Ello adornado por secuencias de sexo explícito, masturbaciones, cunnilingus, poses múltiples, lesbianismo, abuso de poder, o sado. Al igual que en la novela de Mary Shelley, aquí se nos hace ver que el monstruo no es el ‘ser mutante’ revivido, si no los que quieren aprovecharse de ella, en este caso la mayoría de hombres con los que se cruza, solo se salvan de la quema el Dr. y su ayudante. Bella es un ser puro e inocente, un bebé con cuerpo sexy que conoce el deseo, la gula, las tentaciones, la lujuria, la fascinación por el sexo, y no tiene barreras morales para disfrutarlo, cual desinhibido hedonista Top hace lo que más le gusta sin tener prejuicios sobre que pensaran los demás. Toda esta odisea se ejemplifica físicamente en un viaje por diferentes ciudades europeas (Londres, Lisboa, Alejandría, Marsella, o París).

Lanthimos venía explorando en sus puestas en escena de films anteriores los efectos mareantes y deformadores provocaban en el espectador el manejo del ojo de pez, aquí lo mantiene fruto de la nominada al Oscar cinematografía de Robbie Ryan (“La favorita”), con coloridos pastel extasiantes, con planos generales influenciados por pinturas, interiores iluminados de modo extraño para inducir a emociones al espectador, con fases desconcertantes en b/n, donde hábilmente explota a color fulgente con la llegada del furor sexual; Ofrece el cineasta un mundo singular diferente, apoyado en el oscarizado diseño de producción de Shona Heath y James Price, con grandes escenarios construidos en estudio digitalmente, hundiéndonos en una extraña mezcla de mundo victoriano steampunk, con referencias Art Déco, decorados se deleitan en su fastuosidad falsaria rimbombante, idealización de un mundo nunca existido, con carros tirados por trampantojos de cabezas de caballo en realidad motorizados a vapor, teleféricos urbanos, y más artilugios post-modernos. Lanthimos trabajó estrechamente con la diseñadora de vestuario Holly Waddington (“Lincoln”) para reflejar el crecimiento y desarrollo de Bella a través de su atuendo, desde las siluetas más hinchadas de su época infantil hasta el vestido casi encorsetado que usa en el clímax de la película. Un guardarropa irreal; Todo esto adornado por la disonante banda sonora creada por el debutante en cine, el inglés Jerskin Fendrix, con melodías vigorosas, enardecedoras, con instrumentos de cuerda rasgadores, cortantes violines, con coros inquietantes, orquestas oprimentes, habiendo lugar para temas folk con fados lusos o chansons francesas.

En su tránsito por Europa descubre, cual Mito de la Caverna de Platón al salir de la ‘cueva’ del castillo de Godwin (nombre con el que se juega a ser Dios, God-win), que hay otros mundos, está la rigidez del comportamiento educado a una mesa, el de injusticias sociales cuando descubre a gente pobre, el de la insolidaridad, los estafadores que se quedan con el dinero, la violencia, los abusos sexuales, y por imperativo de la necesidad descubre la prostitución. Y aquí para mí la cinta naufraga, tramo enfocado de modo estridente como empleo liberador para la mujer. Trabajo que sirve para exponer al hombre como un ser pervertido, patológicamente retorcido en sus apetencias sexuales, con supuestos gags que pretenden ridiculizar el acto sexual, y lo que me provocan es grima. Para potenciar el mensaje feminista endogámico, se echa en brazos de una sororidad a la que al parecer solo se puede llegar a través del sexo lésbico… (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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