239/30(27/07/11) Terminada de ver la primera temporada mi opinión es que es un producto muy atractivo, fascinante en su gótica puesta en escena, con un argumento en el vemos el sórdido mosaico de personajes que provoca el asesinato de una adolescente de 17 años, Rosie Larsen, hija de una familia de clase media de Seattle, los agentes que lo investigan, los padres, y todos los sospechosos, que son interminables. Es un retrato poliédrico en el que el drama, la intriga, el suspense, la política, las mentiras, se entrecruzan para darnos una buena propuesta aunque con el defecto de resultar tramposa, donde los giros y engaños son constantes, nada es lo que parece, es de las series que acaban cada capítulo con un cliffhanger o sorpresa final. Llama la atención desde el principio la magnífica puesta en escena, cada episodio es un día de investigación, Seattle es un actor más, una ciudad en la que nunca se ve el sol, siempre a oscuras, transmitiendo los lúgubres sentimientos de los personajes, esto es posible a la fotografía de Peter Wunstorf (Surveillance), sombría, apagada, cuasi-tenebrosa, lo cual hace que la atmósfera cerrada a la que asistimos nos cale, nos atrape en sus tonos tétricos como las almas que la serie desmenuzará. El ritmo no es frenético, resulta sereno y pétreo, va triturando cada segundo, machacando poco a poco cada personaje en cada episodio, es como un puzle de 10000 piezas que tardas en ir colocando piezas pero a medida que avanzas te resulta más adictivo, conforme las figuras van tomando forma más te engancha, pues así es esta serie, rebosante de personas complejas que todas, y remarco todas, esconden un lúgubre pasado que a raíz del homicidio salen a flote. Los actores son uno de los grandes pilares de la serie, destacando los que dan vida a los padres de la víctima, Brent Sexton como Stan Larsen y Michel Forbes como Mitch, están magníficos retratando la desintegración familiar por la muerte de la hija, emiten amargura, rabia contenida, es un descenso al abismo de la tragedia humana, los otros dos que están excelentes son la pareja de detectives que investigan el caso, Mireille Enos como Sarah Linden, una mujer con múltiples problemas que debe lidiar mientras investiga el homicidio, es caustica, lacónica y de fuerte personalidad, y su compañero, el actor sueco Joel Kinnaman que encarna al detective Holder, un tipo de enorme ambigüedad, de vestimenta cuasi-homeless, destila empatía, cercanía, utiliza su descuidada pinta a favor de las indagaciones, entre los dos agentes surge una gran química. En la serie una dura crítica a nuestra sociedad, a su hipocresía, a la juventud, su decadencia moral, a la política, los vergonzosos métodos para alcanzar el poder.
Continua en spoiler sin spoilers.