45/14(16/02/11) Cinta hecha a mayor gloria de La Roca, con su señora cara de roca, que nadie espere mucho más que un thriller pasable, a pesar de algunas ínfulas moralistas en las que se quiere dar fondo a los personajes, no pasan de meros estereotipos. Hay una máxima en el cine de acción, pon en el título que es una venganza y el público acudirá en masa, eso lo saben en España y por eso lo han cambiado, de Faster (Rápido) a Sed de Venganza, y como encima la historia va sobre una vendetta pues no se engaña a nadie. Posee un arranque muy atractivo (no se qué pinta el otrora gran Tom Berenger en un papel tan nimio como vano) en el que la personalidad del protagonista queda bien definida, mucho músculo, nulo en dialéctica, un solitario al que nadie espera a la salida del trullo, amante de los autos y de la velocidad, tipo decidido y violento que no duda en matar a sangre fría, ya está presentado, lo que viene después es un clásico relato de venganza despiadada, sin sorpresa alguna, sin pizca de originalidad, todo sucede sin más, es un encadenamiento de escenas tiroteos, peleas y muertes, con algún paréntesis para intentar dar fondo a unos personajes más planos que el pecho de Calista Flockart. Se entremezclan tres tramas la susodicha del vengador o denominado Driver, la de un policía drogadicto a punto de jubilarse (rol a medida de Billy Bob Thornton) que se encuentra ante su último caso, más visto que las tetas de Pamela Anderson, y la de un guaperas asesino a sueldo que tiene como misión acabar con el Driver, este es una intrahistoria metida con calzador, es un lastre para el argumento, aporta cero y desvía la tención de lo interesante, está metido con calzador, es de los que si se hubiera extirpado habría mejorado el resultado, quizás valga para un spin-off, pero aquí es un peso muerto. La película se soporta por su buen ritmo que hace no aburra, con una evolución del relato bastante bueno, sin estridencias, sin personajes empatizables, pero no engaña a nadie, es puro entretenimiento. No me ha gustado por manido su pretendido mensaje de que la sed de venganza te envenena, es una clase burda de catecismo en el que dejan para el final al criminal redimido por Dios y que ahora es predicador es demasiado manipulador, nada sutil. Fuerza y honor!!!