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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Western Estado de Wyoming, a finales del siglo XIX. Shane, un hastiado pistolero, llega a la granja de los Starretts, un matrimonio con un hijo que, al igual que los demás campesinos del valle, se encuentra en graves dificultades, pues el poderoso ganadero Rufus Ryker pretende apoderarse de sus tierras. Cuando Ryker se entera de que Shane es un hábil pistolero, le propone que trabaje para él. Ante su negativa, contrata a Jack Wilson, un ... [+]
21 de agosto de 2013
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
41/07(07/03/13) Clásico del cine del Oeste del veterano productor y realizador George Stevens, pero novel en el género, la sempiterna lucha del bien contra el mal, enmarcado en un bello escenario donde se enfrentan el pasado de los hombres que hicieron USA representado en el terrateniente ganadero Rufus y el futuro que aplasta a estos rudos pioneros reflejado en Joe, el granjero líder de varios como él que pretenden poner puertas al campo y coartar a los primeros emprendedores que con el tiempo se han creído los dueños de la tierra. También es un relato sobre un héroe enigmático visto por los idealizados ojos de un niño.
El escenario es un valle de Wyoming, Jackson Hole, en la década de 1880, a la granja de los Starrett, el matrimonio Joe (buen Van Heflin) y Marion (buena Jean Arthur con un hijo Joey (pesadito Brandon De Wilde), llega un jinete errante a beber agua, Shane (insípido Alan Ladd), tiene pinta de ser un pistolero, pero nunca cuenta algo de un pasado que al parecer le atormenta, tras un malentendido se queda a trabajar como peón en la granja, los granjeros del valle están siendo hostigados por el terrateniente ganadero Rufus Ryker (gran Emile Meyer) para que abandonen el lugar y pueda pastar a sus anchas su ganado. Joe starrett intenta que los demás campesinos resistan, pero Rufus trae a un sádico pistolero, Jack Wilson (gran Jack Palance), para aumentar la presión. Shane duda si intervenir o no, no desea que vuelvan sus fantasmas pero su naturaleza parece reclamarle como un destino inescrutable.
El guión es de A. B. Guthrie Jr. (‘Río De Sangre’) adapta una novela de Jack Schaefer, aunque es ficción se basan libremente en Wyoming 's Johnson County War (1892), guerra entre pequeños y grandes ganaderos que requirió la intervención de la Caballería de USA por orden del presidente Benjamin Harrison. Retrata un mundo que está cambiando, el del viejo Oeste dominado por poderosos latifundistas que se creían la ley absoluta, gente que dominaba por la fuerza y no por las leyes y que tuvieron que enfrentarse con los colonos que traían consigo la civilización y la democracia, siendo un relato crepuscular sobre el fin de un tiempo, el cine del Oeste es muy dado a esto. En este escenario llega un misterioso pistolero que sin pegar un tiro es idolatrado por un niño, de este pistolero no sabemos algo de su pasado, sin embargo tenemos la certeza que su final será enfrentarse con el villano. Es un relato por tanto con varias capas, siendo una de ellas el despertar de la inocencia de un chico.

El paso del tiempo la ha arrugado envejeciéndola en demasía, viéndosele en muchos aspectos las costuras, por ejemplo a qué viene tanta admiración del niño por Shane si no lo ha visto pelear ni disparar, es más, su pinta con el traje de flecos es la de un fantoche. Y esta es la tara más sobresaliente un protagonista, Alan Ladd, penoso y muy blandito, su pinta es la de un personaje parodia sacado de ‘Sillas De Montar Calientes’, repeinado, rubio platino, aseado de polvo, es una caricatura que nadie se puede creer, no te crees su dureza, sus peleas carentes del mínimo realismo, siendo el colmo desproporcionado verlo enfrentado a Jack Palance, se empequeñece tanto ante el carisma del villano que llego a no verlo, es una mota de polvo. El director quiso de protagonista a Montgomery Clift pero no estaba disponible, la diferencia es abismal entre uno y otro. Tampoco estuvieron acertados en la elección del niño Brandon de Wilde, muy artificiosa y antinatural su interpretación, no resulta natural, se le ve forzado. Tampoco se aprovecha el filón que hubiera dado la relación Shane y Marion, se sugiere con miradas pero ni pizca de picante, no ha habido valentía o quizás la censura, pero este elemento resta complejidad al argumento.
La puesta en escena es uno de los grandes éxitos de la cinta empezando por la extraordinaria fotografía en Vistavisión de Loyal Griggs (Los 10 Mandamientos’ o ‘La Historia Más grande Jamás Contada’), dando un aire de ocaso al relato, con hermosas tomas de Jackson Hole y en el Grand Tetons en Wyoming, uno planos generales bellísimos, a esto se le añaden las preciosas escenas nocturnas en el exterior y en interiores que delinean líricas sombras, este gran trabajo mereció el Oscar a la cinematografía. A esto se le suma la música de Victor Young (‘Un Lugar En El Sol’) con el notable tema musical ‘ The Call Of the Hills’. La buena ambientación queda patente en la brillante primera escena, los títulos de crédito sobreimpresionadas sobre un lindo y verde valle, las rocosas al fondo, acaban y vemos a un ciervo bebiendo en el río, un niño se acerca sigiloso con su escopeta, el chaval le apunta, se escucha relinchar a un caballo, en la imagen tras el ciervo aparece un jinete que se acerca al trote, el chico lo mira con asombro, el ciervo se aleja mientras el niño corre a la cabaña familiar, el padre intenta cortar con un hacha el muñón de un enorme árbol , un plano desde atrás del padre mientras este sigue con el hacha, el chico más adelante subido en la cerca expectante ante el visitante, y más lejos el misterioso jinete, mientras se escucha cantar a la madre en el interior de la cabaña que solo se vislumbra, el llanero se frena a unos metros de la granja, y se ve un primer plano de él con media sonrisa, ya está presentado el héroe errante, vemos que la madre se da la vuelta y mira por la ventana al jinete, este se acerca y le pide beber agua al padre, son tres lindos minutos en que la imagen habla por sí sola.
La cinta nos deja escenas para el recuerdo, como Joe y Shane al unísono intentando arrancar el muñón-árbol, el tramo en que Jack Wilson provoca a un granjero en el pueblo, hasta que se produce un duelo mortal excepcional, o la magnífica secuencia de la pelea entre Joe y Shane, primero vista fuera de campo, Marion la observa por las ventanas sufriendo desde el interior de la cabaña, escuchamos relinchar a los caballos,… (continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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