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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Drama En los años 50, en la Castilla rural más pobre y olvidada vive el Nini, un niño sin más conocimientos que los que le proporciona la naturaleza. El Nini vive con su padre en una cueva, y con él se dedica a la caza de ratas de agua, único medio de subsistencia que conocen. Pero cuando se les intenta privar de su techo y de su medio de vida, la violencia estalla incontenible. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
120/10(10/04/11) Pasable adaptación a la gran pantalla del libro ‘Las ratas’ de Miguel Delibes. Antonio Giménez-Rico no sabe imprimirle el alma necesaria, es un despliegue de escenas de la novela, pero sin hilo alguno que les de consistencia, es un amasijo de situaciones inconexas. Es un fresco social de la Castilla de mediados del SXX, y por ende de la profunda España, esto el maestro y genio Delibes lo plasmaba negro sobre blanco de forma sublime pero a la hora de trasladarlo al celuloide es más complicado, de sus adaptaciones solo da en el clavo ‘Los Santos Inocentes’, en este caso todo me resulta demasiado deslavazado, su ambientación me es fría y poco realista, cuando en la novela hablan de la cueva no me imagino lo que se ve, un lugar lúgubre alejado de toda credibilidad, el Nini me resulta forzado, en el libro va descalzo por ejemplo, le ponen una boina que le pega menos que si le pusieran un monóculo, es tan poco veraz que ni las manos las tiene sucias, no me creo que la gente criada toda la vida en el campo no sepa nada de la climatología y se apoyen en niño, ojo esto también ocurre en el libro, los personajes están muy vagamente descritos, resultan difusos y sin fuerza, pretende el enamorado del escritor, Giménez-Rico, que el nervio lo impongan escenas de sordidez, así como secuencias que muestran la rudeza del campo, como es la matanza del marrano, pero esto no pasa de semidocumental. La historia es un canto a la naturaleza en el que los hombres deben aprender a convivir con lo bueno y malo que nos ofrece, pero deja un tufillo bastante pesimista no da un halo de esperanza. La fotografía de Teo Escamilla es muy buena, así como el detalle de no poner banda sonora para sean los sonidos de la naturaleza los que hablen. Recomendable a voraces degustadores de adaptaciones de Delibes. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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