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Voto de TOM REGAN:
8
7,0
46.575
Drama. Thriller
Año 2009, en el cuerno de África. En aguas internacionales a 145 millas de la costa de Somalia, el buque carguero “Maersk Alabama”, al mando del capitán de la marina mercante estadounidense Richard Phillips (Tom Hanks), fue abordado y retenido por piratas somalíes, siendo el primer barco norteamericano secuestrado en los últimos doscientos años. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
17(29/01/14) El director británico Paul Greengrass nos ofrece un trepidante thriller, obra con sus constantes, realismo cercano al docudrama con toques humanistas, problema social con muchas aristas como es la grieta entre países ricos y el Tercer Mundo, y mezclándolo con acción y tensión. Echa mano de un hecho real acaecido en el Índico en 2009, el primer barco estadounidense secuestrado por piratas en 200 años, fue el buque mercante Maersk Alabama con 20 tripulantes, cuatro intensos días que el director sabe reflejar con gran vigor.
Richard Phillips (gran Tom hanks) es un capitán de barco mercante enviado al puerto de Salalah en Omán (península arábiga), capitaneará el MV Maersk Alabama a Mombasa (Kenya), bordeando por el Indico el peligroso cuerno de África, frente a la costa somalí son acosados por dos esquifes de piratas, por la astucia del capitán se deshacen de uno, pero el otro, aunque intentan ponérselo imposible, consigue abordarlo, son 4somalíes fuertemente armados de kalashnikov, liderados por Abduwali Muse (gran Barkhad Abdi ), casi toda la tripulación se esconde en la sala de máquinas, los piratas toman el puerto de mandos donde está Phillips, que intenta convencerlos para tomen 30.000 $ de la caja fuerte y se vayan, pero Muse es solo un peón de un Señor de la Guerra y su ambición es secuestrar el navío y pedir un rescate millones de dólares que creen pagará el seguro de la compañía.
El guión es de Billy Ray (‘Sospechoso Zero’ o ‘El Espía’), adapta el libro ‘A Captain's Duty: Somali Pirates, Navy SEALS, and Dangerous Days at Sea’ (‘El deber de un capitán: Piratas somalíes, SEALs de la Marina, y días peligrosos en el mar’) del 2010, escrito por el propio Phillips y Stephan Talty. La cinta está partida en 3, en la primera nos presentan a los protagonistas con una gran tensión creciente, la segunda abarcaría el segmento en que los piratas están en buque, en un tono minimalista, la tercera sería el tramo que discurre con los piratas y Phillips en la barca cerrada, aquí se mezcla el clima enrarecido del interior de la minúscula embarcación con la pomposa llegada del Séptimo de Caballería en formato Seals con barcos de guerra, vemos la profesionalidad estoica de este grupo de élite, se sabe ya que para los piratas la suerte está echada.
Empieza con Phillips en una cálida conversación con su esposa (Catherine Keener), mientras circulan camino del aeropuerto, en la que divagan sobre la dureza que el mundo de para a sus hijos, pasamos a una introducción paralela de los piratas en la costa somalí (país de gobierno ficticio), el contraste entre el primer mundo de Phillips, una bonita casa, carreteras pobladas de coches choca con esta semi-aldea de casas cochambrosas, son pobres hombres abocados a la violencia para subsistir, el secuestro de barcos extranjeros como metáfora pervertida de ‘El Sueño Americano’, gente que no se conoce entre sí que deben unirse para dar servicio a su Señor, y nos vamos al mar donde sucederá toda el resto de la trama, allí Greengrass teje un increscendo dramático que te va calando, la forma en que Phillips observa las medidas de seguridad del barco, las charlas entre la tripulación, los simulacros de alarma nos emiten el peligro que se cierne sobre ellos, y llega el anunciado enfrentamiento, medio-saldado por el Capitán en primera instancia, pero al final el desigual combate llega en una escena llena de complejidad, es un pequeño esquife con 4 asaltantes fuertemente armados (pero en contraste van descalzos) contra un enorme navío, este en su inmensidad solo tiene para defenderse unas lentas maniobras y unos cañones de agua, los barcos mercantes tiene prohibido llevar armas a bordo, es como si los piratas fueran cazadores de ballenas, este tramo rebosa tensión, como los somalís encuentran una resquicio por el que colarse y meten su ‘arpón’, son las escaleras en una intrépida acción se cuelan en el barco, a partir de aquí se establece un duelo psicológico entre los captores, sobre todo Muse y Phillips.
El director impone su singular estilo ahondando con sutilidad en las razones de cada uno para lo que hace, radiografía a los personajes alejando la caricatura fácil, ello a través de diálogos que demuestran sensibilidad y mordacidad, a esto se suma el enérgico modo de filmar de Greengrass, cámara en mano para transmitir realismo, agilidad de movimientos, montaje vibrante, esto que ya demostró con habilidad en ‘Bloody Sunday’ o ‘United 93’ (muy similar a esta, secuestradores en una nave), traspasándonos veracidad cuasi-documental, en la que nos cala el miedo, el terror, la angustia vital, el suspense o el drama latente. Greengrass domina el tempo narrativo de modo fascinante, sabe hacer tridimensionales a sus personajes en pocas pinceladas, humaniza a buenos y malos, en su mundo sobresale el gris, extrayendo consideraciones morales de lo que vemos, haciéndonos reflexionar una vez terminas de ver el film.
Sobresale la impetuosa puesta en escena marca de la casa Greengrass, destacando el palpitante trabajo de cámara de Barry Ackroyd (‘United 93’, ‘Green Zone’ o ‘En Tierra Hostil’), una labor cercana al reportero de guerra, con enervantes movimientos, con zozobrantes contrapicados, reseñable también es su emocionante uso en la oscuridad, tanto en las escenas intrigantes escenas en el barco mientras los piratas buscan a la tripulación, como en el claustrofóbico tramo en el bote cerrado e en la noche, así como un adecuado manejo de las tomas aéreas que exponen la pequeñez de los piratas colisionando con la fuerza de la potencia Universal, con los barcos de marina rodeándolo, estas sensaciones se maximizan con el adrenalítico montaje de Christopher Rouse (‘Paycheck’, ‘United 93’, o ‘El Mito De Bourne’), que te sacude de un lado a otro haciéndote sentir la incertidumbre de los protagonistas, se suma una adecuada música de Henry Jackman (‘Kick-Ass’ o ‘Rompe Ralph!’), con sonidos tecno reminiscentes a John Powell. (Continua en spoiler sin)
Richard Phillips (gran Tom hanks) es un capitán de barco mercante enviado al puerto de Salalah en Omán (península arábiga), capitaneará el MV Maersk Alabama a Mombasa (Kenya), bordeando por el Indico el peligroso cuerno de África, frente a la costa somalí son acosados por dos esquifes de piratas, por la astucia del capitán se deshacen de uno, pero el otro, aunque intentan ponérselo imposible, consigue abordarlo, son 4somalíes fuertemente armados de kalashnikov, liderados por Abduwali Muse (gran Barkhad Abdi ), casi toda la tripulación se esconde en la sala de máquinas, los piratas toman el puerto de mandos donde está Phillips, que intenta convencerlos para tomen 30.000 $ de la caja fuerte y se vayan, pero Muse es solo un peón de un Señor de la Guerra y su ambición es secuestrar el navío y pedir un rescate millones de dólares que creen pagará el seguro de la compañía.
El guión es de Billy Ray (‘Sospechoso Zero’ o ‘El Espía’), adapta el libro ‘A Captain's Duty: Somali Pirates, Navy SEALS, and Dangerous Days at Sea’ (‘El deber de un capitán: Piratas somalíes, SEALs de la Marina, y días peligrosos en el mar’) del 2010, escrito por el propio Phillips y Stephan Talty. La cinta está partida en 3, en la primera nos presentan a los protagonistas con una gran tensión creciente, la segunda abarcaría el segmento en que los piratas están en buque, en un tono minimalista, la tercera sería el tramo que discurre con los piratas y Phillips en la barca cerrada, aquí se mezcla el clima enrarecido del interior de la minúscula embarcación con la pomposa llegada del Séptimo de Caballería en formato Seals con barcos de guerra, vemos la profesionalidad estoica de este grupo de élite, se sabe ya que para los piratas la suerte está echada.
Empieza con Phillips en una cálida conversación con su esposa (Catherine Keener), mientras circulan camino del aeropuerto, en la que divagan sobre la dureza que el mundo de para a sus hijos, pasamos a una introducción paralela de los piratas en la costa somalí (país de gobierno ficticio), el contraste entre el primer mundo de Phillips, una bonita casa, carreteras pobladas de coches choca con esta semi-aldea de casas cochambrosas, son pobres hombres abocados a la violencia para subsistir, el secuestro de barcos extranjeros como metáfora pervertida de ‘El Sueño Americano’, gente que no se conoce entre sí que deben unirse para dar servicio a su Señor, y nos vamos al mar donde sucederá toda el resto de la trama, allí Greengrass teje un increscendo dramático que te va calando, la forma en que Phillips observa las medidas de seguridad del barco, las charlas entre la tripulación, los simulacros de alarma nos emiten el peligro que se cierne sobre ellos, y llega el anunciado enfrentamiento, medio-saldado por el Capitán en primera instancia, pero al final el desigual combate llega en una escena llena de complejidad, es un pequeño esquife con 4 asaltantes fuertemente armados (pero en contraste van descalzos) contra un enorme navío, este en su inmensidad solo tiene para defenderse unas lentas maniobras y unos cañones de agua, los barcos mercantes tiene prohibido llevar armas a bordo, es como si los piratas fueran cazadores de ballenas, este tramo rebosa tensión, como los somalís encuentran una resquicio por el que colarse y meten su ‘arpón’, son las escaleras en una intrépida acción se cuelan en el barco, a partir de aquí se establece un duelo psicológico entre los captores, sobre todo Muse y Phillips.
El director impone su singular estilo ahondando con sutilidad en las razones de cada uno para lo que hace, radiografía a los personajes alejando la caricatura fácil, ello a través de diálogos que demuestran sensibilidad y mordacidad, a esto se suma el enérgico modo de filmar de Greengrass, cámara en mano para transmitir realismo, agilidad de movimientos, montaje vibrante, esto que ya demostró con habilidad en ‘Bloody Sunday’ o ‘United 93’ (muy similar a esta, secuestradores en una nave), traspasándonos veracidad cuasi-documental, en la que nos cala el miedo, el terror, la angustia vital, el suspense o el drama latente. Greengrass domina el tempo narrativo de modo fascinante, sabe hacer tridimensionales a sus personajes en pocas pinceladas, humaniza a buenos y malos, en su mundo sobresale el gris, extrayendo consideraciones morales de lo que vemos, haciéndonos reflexionar una vez terminas de ver el film.
Sobresale la impetuosa puesta en escena marca de la casa Greengrass, destacando el palpitante trabajo de cámara de Barry Ackroyd (‘United 93’, ‘Green Zone’ o ‘En Tierra Hostil’), una labor cercana al reportero de guerra, con enervantes movimientos, con zozobrantes contrapicados, reseñable también es su emocionante uso en la oscuridad, tanto en las escenas intrigantes escenas en el barco mientras los piratas buscan a la tripulación, como en el claustrofóbico tramo en el bote cerrado e en la noche, así como un adecuado manejo de las tomas aéreas que exponen la pequeñez de los piratas colisionando con la fuerza de la potencia Universal, con los barcos de marina rodeándolo, estas sensaciones se maximizan con el adrenalítico montaje de Christopher Rouse (‘Paycheck’, ‘United 93’, o ‘El Mito De Bourne’), que te sacude de un lado a otro haciéndote sentir la incertidumbre de los protagonistas, se suma una adecuada música de Henry Jackman (‘Kick-Ass’ o ‘Rompe Ralph!’), con sonidos tecno reminiscentes a John Powell. (Continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El peso dramático de la cinta recae sobre un extraordinario Tom Hanks, personificación del hombre corriente, un James Stewart moderno, su carisma desborda la pantalla, nos cala su padecimiento, su dignidad, su dolor, su miedo, emite cansancio, hastío, horror, su lenguaje gestual es brillante, su mirada de incertidumbre te toca la fibra sensible, teniendo una última escena desgarradora por lo que habla su silencio, espléndido. Su némesis es el debutante Barkhad Abdi, un estudiante solmalí emigrado a USA, sorprende lo desenvuelto que está, capaz de mantener un tour de forcé apasionante con Hanks, su rostro denota autosuficiencia, inteligencia, esperanza, se mueve con sutilidad, no cayendo en la sobreactuación, una labor mesurada y contenida que arroja kilates de fuerza dramática. Además Greengrass da vida y no acartona al resto de piratas, les da espacio, Faysal Ahmed encarna al violento e temible Najee, lo hace con fragor y vehemencia, Mahat M. Ali es el piloto, el más plano de los corsarios, y Barkhad Abdirahman como el adolescente, una inocente alma metida a la fuerza en la misión, representa a la juventud manipulable.
Posee escenas de gran fuerza e intensidad, algunas ya comentadas, resalto el tramo de la llegada de los Seals, toda su logística, el modo en que espían el interior de la barca, la tensión se puede rasgar con un cuchillo, hasta derivar en el clímax final a donde Greengrass nos ha llevado con gran eficacia.
Como defecto pondría su excesivo metraje, algunos tramos se hacen reiterativos y redundantes, lo cual mengua solidez, mayor capacidad de síntesis habría aumentado el resultado final.
Como curiosidad mencionar la paradoja de que estos desesperados somalís secuestren un barco que transportaba comida para los necesitados de África, para el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
Nos queda un notable thriller de los que te agarra desde el inicio, con personajes de carne y hueso, con un Tom Hanks majestuoso, y de los films que te hace pensar, que no está mal. Fuerza y honor!!!
Posee escenas de gran fuerza e intensidad, algunas ya comentadas, resalto el tramo de la llegada de los Seals, toda su logística, el modo en que espían el interior de la barca, la tensión se puede rasgar con un cuchillo, hasta derivar en el clímax final a donde Greengrass nos ha llevado con gran eficacia.
Como defecto pondría su excesivo metraje, algunos tramos se hacen reiterativos y redundantes, lo cual mengua solidez, mayor capacidad de síntesis habría aumentado el resultado final.
Como curiosidad mencionar la paradoja de que estos desesperados somalís secuestren un barco que transportaba comida para los necesitados de África, para el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
Nos queda un notable thriller de los que te agarra desde el inicio, con personajes de carne y hueso, con un Tom Hanks majestuoso, y de los films que te hace pensar, que no está mal. Fuerza y honor!!!