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Voto de TOM REGAN:
7
6,7
80.642
Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras
Desde una galaxia remota, un recién nacido es enviado por sus padres al espacio debido a la inminente destrucción del planeta donde viven. La nave aterriza en la Tierra, y el niño es adoptado por unos granjeros que le inculcan los mejores valores humanos. Con los años, el joven se irá a Metrópolis y allí usará sus poderes sobrenaturales para luchar contra el mal. (FILMAFFINITY)
12 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
269/16(11/07/21) Con motivo del reciente fallecimiento de Richard Donner (24 de abril de 1930 - 5 de julio de 2021; director de films tan famosos como “La profecía”, Los Goonies” o “Arma Letal) me he revisionado una de sus películas icónicas como es “Superman”, primera cinta de aventuras blockbuster en cine, germen de las posteriores sobre superhéroes que fueron floreciendo en los siguientes, hasta derivar en la plaga de hoy día fruto de la Marvel y satélites. Fue un empeño personal de los productores mexicanos padre e hijo Alexander e Ilya Salkind, que no repararon en gastos para esta superproducción que sería la de más coste hasta la fecha con 55 millones $ de presupuesto. Teniendo para reflejar estos gastos unos efectos visuales pioneros y extraordinarios, incluso vistos hoy día, tiene una Homérica banda sonora creada por el maestro John Williams, auténticamente épica, de las que te hacen levantarte del asiento cuando la escuchas, simplemente de las mejores de la Historia del Cine (aunque con riffs plagiados la también de Williams “Star Wars”). Y por supuesto un elenco de secundarios de campanillas como Marlon Brando, Gene Hackman, Glenn Ford, Trevor Howard o Terence Stamp. Aunque para el rol de Superman eligieron a un debutante en el cine como Christopher Reeve, borda su papel, teniendo como partenaire a una enérgica Margot Kidder en rol que indefectiblemente recuerda a ladys-screwballs como Katherine Hepburn o Rosalind Russell.
Tiene una pléyade de guionistas contratados para dar forma al libreto, con versiones y múltiples revisiones sobre una historia del bi-oscarizado por “El Padrino” y “El Padrino II”, Mario Puzo, revisando el guión estuvieron David Newman, Leslie Newman (la esposa de David) y Robert Benton basándose en el personaje homónimo de DC Comics, creado por los adolescentes de Cleveland, Jerry Siegel y Joe Shuster, que desarrollaron la idea y comenzaron a tratar de comercializar la tira en 1933 y finalmente lo lograron en 1938. Para mi reverla supone un viaje en el tiempo a mi infancia, a mis sueños de creer que todo era posible, donde los buenos eran muy buenos y los malos, malos, pero también rezumando inocencia grácil. Y es que la película vista 43 años después de su estreno resulta muy infantil, todo es de una bonhomía propia de Barrio Sésamo. Una comedia con un tipo que intenta ocultar su verdadero yo valiente y con superpoderes tras una fachada de torpe periodista, algo muy parecido a su claro antecedente ‘El Zorro’.
Film muy blanco, de una ligereza solo a la altura de sus pretensiones, producto para toda la familia, nunca busca hondura, solo entretener de modo trivial en su tema del Bien vs Mal. Con bonitas escenas, extraordinarios créditos iniciales con la espectacular música de John Williams de fondo. Pero luego entramos en la para mí una gran tara y es que le cuesta arrancar, con presentación pesarosa en Krypton, protagonismo para un demasiado solemne Marlon Brando, en un mundo poco verosímil en su escenificación (el diseñador de producción John Barry [“La Naranja Mecánica” o “Star Wars”] patina en este microuniverso demasiado operístico). Con unas motivaciones y debates tediosos, estirándose el metraje en esta parte peligrosamente; con otro tramo en Smallville que cae en los sensiblero de modo atropellado, aquí con Glenn Ford y Phyllis Thaxter como los padres adoptivos, donde todo me queda muy melodramático en la pose melancólica constante de Clark/Kal-El. Aunque para el recuerdo queda esa bonita secuencia de la despedida de Clark de su madre adoptiva con el abrazo en medio del campo, con ese cielo infinito de fondo; Tenemos otro tramo hastiante con Clark/Kal-El yendo al Polo Norte para sentir una epifanía en el Palacio de la Soledad (por cierto, vaya chasco como de la nada lo vemos volar, no hay magia en este momento y me resulta un grave error; como tampoco sabemos de dónde saca su ‘icónico’ traje); Y ya por fin entramos en la aparte que da sentido a toda la película, la que acontece en Metrópolis. Y aquí Donner se viene arriba con un sentido lúdico (superficial) delirante, con escenas de acción espectaculares, brillan los efectos especiales, con mucho humor, con un villano (Gene Hackman) que parece un claro remedio del Profesor Moriarty estrafalario, seguido por dos personajes pintorescos como son un payasesco tipo (divertido Ned Beatty), y una hermosa pechugona rubia (cumplidora Valerie Perrine), que ya hay que dar mucha licencia para creer que la supuesta mente criminal más grande de la historia se rodee de este atajo de inútiles, pero es que también hay que otorgarla para mucho más (ejemplo, aceptar que una simple reportera de un periódico tenga un ático en el centro de Manhattan; o como hay que creer porque sí que Superman es capaz de pasar desapercibido con aplastarse el cabello y ponerse unas grande gafas; o lo arbitrario de que en la primera escena de acciones ‘supermanas’ deba este correr a cambiarse a una cabina de teléfonos, pero en el rush final esto lo haga en pleno vuelo; por no hablar de que en el final el súper poder que tiene el protagonista hace que todas las acciones criminales pierdan valor). Teniendo uno de los clímax en la noche en que Superman se destapa a sí mismo, donde una rocambolesca jornada nocturna no paran de suceder accidentes y actos delictivos que el superhéroe desbarata con su habitual flema (helicóptero a punto de caer desde gran altura, robo de joyas de un spiderman, huida de unos ladrones en barco, rotura del motor del Air Force One,...).
Por en medio de este bloque tenemos el romance clásico y consabido de Lois y Clark, con un tercer vértice en Superman, donde su gran momento es la cita-entrevista en el lujoso ático de ella, con ese gracioso momento en que Lois Lane ofrece una copa a Superman y éste responde: ‘Gracias, nunca bebo cuando vuelo’. Teniendo el zenit en el bucólico vuelo nocturno que le regala Kal-El por Metrópolis, los dos juntos, en clara simbología sexual en el rostro de ambos,... (sigo en spoiler)
Tiene una pléyade de guionistas contratados para dar forma al libreto, con versiones y múltiples revisiones sobre una historia del bi-oscarizado por “El Padrino” y “El Padrino II”, Mario Puzo, revisando el guión estuvieron David Newman, Leslie Newman (la esposa de David) y Robert Benton basándose en el personaje homónimo de DC Comics, creado por los adolescentes de Cleveland, Jerry Siegel y Joe Shuster, que desarrollaron la idea y comenzaron a tratar de comercializar la tira en 1933 y finalmente lo lograron en 1938. Para mi reverla supone un viaje en el tiempo a mi infancia, a mis sueños de creer que todo era posible, donde los buenos eran muy buenos y los malos, malos, pero también rezumando inocencia grácil. Y es que la película vista 43 años después de su estreno resulta muy infantil, todo es de una bonhomía propia de Barrio Sésamo. Una comedia con un tipo que intenta ocultar su verdadero yo valiente y con superpoderes tras una fachada de torpe periodista, algo muy parecido a su claro antecedente ‘El Zorro’.
Film muy blanco, de una ligereza solo a la altura de sus pretensiones, producto para toda la familia, nunca busca hondura, solo entretener de modo trivial en su tema del Bien vs Mal. Con bonitas escenas, extraordinarios créditos iniciales con la espectacular música de John Williams de fondo. Pero luego entramos en la para mí una gran tara y es que le cuesta arrancar, con presentación pesarosa en Krypton, protagonismo para un demasiado solemne Marlon Brando, en un mundo poco verosímil en su escenificación (el diseñador de producción John Barry [“La Naranja Mecánica” o “Star Wars”] patina en este microuniverso demasiado operístico). Con unas motivaciones y debates tediosos, estirándose el metraje en esta parte peligrosamente; con otro tramo en Smallville que cae en los sensiblero de modo atropellado, aquí con Glenn Ford y Phyllis Thaxter como los padres adoptivos, donde todo me queda muy melodramático en la pose melancólica constante de Clark/Kal-El. Aunque para el recuerdo queda esa bonita secuencia de la despedida de Clark de su madre adoptiva con el abrazo en medio del campo, con ese cielo infinito de fondo; Tenemos otro tramo hastiante con Clark/Kal-El yendo al Polo Norte para sentir una epifanía en el Palacio de la Soledad (por cierto, vaya chasco como de la nada lo vemos volar, no hay magia en este momento y me resulta un grave error; como tampoco sabemos de dónde saca su ‘icónico’ traje); Y ya por fin entramos en la aparte que da sentido a toda la película, la que acontece en Metrópolis. Y aquí Donner se viene arriba con un sentido lúdico (superficial) delirante, con escenas de acción espectaculares, brillan los efectos especiales, con mucho humor, con un villano (Gene Hackman) que parece un claro remedio del Profesor Moriarty estrafalario, seguido por dos personajes pintorescos como son un payasesco tipo (divertido Ned Beatty), y una hermosa pechugona rubia (cumplidora Valerie Perrine), que ya hay que dar mucha licencia para creer que la supuesta mente criminal más grande de la historia se rodee de este atajo de inútiles, pero es que también hay que otorgarla para mucho más (ejemplo, aceptar que una simple reportera de un periódico tenga un ático en el centro de Manhattan; o como hay que creer porque sí que Superman es capaz de pasar desapercibido con aplastarse el cabello y ponerse unas grande gafas; o lo arbitrario de que en la primera escena de acciones ‘supermanas’ deba este correr a cambiarse a una cabina de teléfonos, pero en el rush final esto lo haga en pleno vuelo; por no hablar de que en el final el súper poder que tiene el protagonista hace que todas las acciones criminales pierdan valor). Teniendo uno de los clímax en la noche en que Superman se destapa a sí mismo, donde una rocambolesca jornada nocturna no paran de suceder accidentes y actos delictivos que el superhéroe desbarata con su habitual flema (helicóptero a punto de caer desde gran altura, robo de joyas de un spiderman, huida de unos ladrones en barco, rotura del motor del Air Force One,...).
Por en medio de este bloque tenemos el romance clásico y consabido de Lois y Clark, con un tercer vértice en Superman, donde su gran momento es la cita-entrevista en el lujoso ático de ella, con ese gracioso momento en que Lois Lane ofrece una copa a Superman y éste responde: ‘Gracias, nunca bebo cuando vuelo’. Teniendo el zenit en el bucólico vuelo nocturno que le regala Kal-El por Metrópolis, los dos juntos, en clara simbología sexual en el rostro de ambos,... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... ella por desafiar a la gravedad y él por estar con su amada levitando, Maravilloso. Todo para derivar en un rush final de gran tensión, con una conclusión cargada de romanticismo, pues al final los cientos de personas en peligro de muerte desconocidas son meros números, solo nos importan las que conocemos.
Curiosa analogía de la historia con el relato bíblico de Jesús, no sé si buscado o no por los creadores, pero son notorias las evidencias. Jor-El expulsa al general Zod de Krypton, un paralelo a la expulsión de Satanás del cielo. Kal-El y Jesús son enviados por el padre a la Tierra. La nave espacial que trae a Kal-El a la Tierra tiene la forma de una estrella (Estrella de Belén). Cuando Kal-El se acerca a Jonathan y Martha Kent, quienes no pueden tener hijos, Martha afirma: "Todos estos años hemos rezado y rezado para que el buen Dios considere oportuno darnos un hijo", que fue comparado con la Virgen María; Jesús y Kal-El pasan una infancia relativamente normal junto a un padre adoptivo, ambos abandonan su casa y su familia y se retiran en soledad, Jesucristo al desierto, Superman al Polo Norte- el Espíritu Santo de Superman parece ser un cristal donde está contenida toda la sabiduría, a Kal-El su padre Jor-El se le aparece y le dice más o menos que lo envía a la Tierra como Dios envió a su único hijo Jesús a la Tierra con la esperanza del bien de la humanidad; Finalmente, Jesus y Kal-El se reintegran a la sociedad iniciando una vida pública marcada por sus continuos milagros. Superman es continuamente calificado de dios, de divino, a lo largo de la película; En la segunda parte que se rodó junto con la primera, hay otra situación que apuntala esta analogía (spoiler).
Marlon Brando (con pinta a lo George Washington) llena el cartel como el Padre de Superman, aparte de esto poco más en su rol seco y adusto; Glenn Ford tiene menos tiempo aún que Brando (que ya es poco) como el padre adoptivo de Superman, deja una charla condescendiente con su ahijado, ello en rol plano; Divertido Gene Hackman en un papel del Napoleón del Crimen (analogía del Profesor Moriarty), Lex Luthor, arrogante tipo que vive en el sub suelo de Grand Central Station, con todo lujo, con ese toque risible de ir cambiando de peluca en cada escena, se nota pasarlo en grande el actor californiano, le da ese toque altivo-cínico a su personaje, interactuando con sus adláteres de modo fachoso (por cierto, tan listo no será, cuando tiene a un par de bufones de únicos ayudantes en Otis y Moll Eve), así como demostrando suficiencia manipulando con sorna a Superman; Margot Kidder da un toque moderno a su papel alejado de la mujer florero, dinámica, valiente, con iniciativa, solo se viene abajo con la intimidatoria presencia de Superman, con el que tiene el más romántico vuelo de la historia del cine, su rostro embelesado lo dice todo en esta volátil secuencia nocturna.
El neoyorkino Christopher Reeve con 36 años es Superman, con ese rostro apolíneo con mandíbula cuadrada y hoyuelo, con esa planta de 1,93 de altura, deportista, cuyos rasgos se parecían al héroe del cómic, se mimetiza con el protagonista en su dualidad de inocente periodista torpe y valiente decidido superhéroe, queriendo ser en su personalidad falsa una especie de Cary Grant, que borda en su caricatura sin pasarse, dotado para la comedia con las escenas con Lois, ves en sus ojos la inocencia de este tipo noble, es Superman, por mucho que hay varios después que ,lo hayan encarnado, son solo copias del original. Para siempre su mantra (patriótico americano) "La verdad, la justicia y el estilo americano".
Película que me puede por la nostalgia de retrotraerme a mi niñez, a mis recuerdos de cuando veía las estampas con Superman haciendo de rail para el tren, cogiendo el helicóptero, o volando cual símbolo infinito de libertad. La inocencia de la película compite con mi melancolía. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/07/superman.html
Curiosa analogía de la historia con el relato bíblico de Jesús, no sé si buscado o no por los creadores, pero son notorias las evidencias. Jor-El expulsa al general Zod de Krypton, un paralelo a la expulsión de Satanás del cielo. Kal-El y Jesús son enviados por el padre a la Tierra. La nave espacial que trae a Kal-El a la Tierra tiene la forma de una estrella (Estrella de Belén). Cuando Kal-El se acerca a Jonathan y Martha Kent, quienes no pueden tener hijos, Martha afirma: "Todos estos años hemos rezado y rezado para que el buen Dios considere oportuno darnos un hijo", que fue comparado con la Virgen María; Jesús y Kal-El pasan una infancia relativamente normal junto a un padre adoptivo, ambos abandonan su casa y su familia y se retiran en soledad, Jesucristo al desierto, Superman al Polo Norte- el Espíritu Santo de Superman parece ser un cristal donde está contenida toda la sabiduría, a Kal-El su padre Jor-El se le aparece y le dice más o menos que lo envía a la Tierra como Dios envió a su único hijo Jesús a la Tierra con la esperanza del bien de la humanidad; Finalmente, Jesus y Kal-El se reintegran a la sociedad iniciando una vida pública marcada por sus continuos milagros. Superman es continuamente calificado de dios, de divino, a lo largo de la película; En la segunda parte que se rodó junto con la primera, hay otra situación que apuntala esta analogía (spoiler).
Marlon Brando (con pinta a lo George Washington) llena el cartel como el Padre de Superman, aparte de esto poco más en su rol seco y adusto; Glenn Ford tiene menos tiempo aún que Brando (que ya es poco) como el padre adoptivo de Superman, deja una charla condescendiente con su ahijado, ello en rol plano; Divertido Gene Hackman en un papel del Napoleón del Crimen (analogía del Profesor Moriarty), Lex Luthor, arrogante tipo que vive en el sub suelo de Grand Central Station, con todo lujo, con ese toque risible de ir cambiando de peluca en cada escena, se nota pasarlo en grande el actor californiano, le da ese toque altivo-cínico a su personaje, interactuando con sus adláteres de modo fachoso (por cierto, tan listo no será, cuando tiene a un par de bufones de únicos ayudantes en Otis y Moll Eve), así como demostrando suficiencia manipulando con sorna a Superman; Margot Kidder da un toque moderno a su papel alejado de la mujer florero, dinámica, valiente, con iniciativa, solo se viene abajo con la intimidatoria presencia de Superman, con el que tiene el más romántico vuelo de la historia del cine, su rostro embelesado lo dice todo en esta volátil secuencia nocturna.
El neoyorkino Christopher Reeve con 36 años es Superman, con ese rostro apolíneo con mandíbula cuadrada y hoyuelo, con esa planta de 1,93 de altura, deportista, cuyos rasgos se parecían al héroe del cómic, se mimetiza con el protagonista en su dualidad de inocente periodista torpe y valiente decidido superhéroe, queriendo ser en su personalidad falsa una especie de Cary Grant, que borda en su caricatura sin pasarse, dotado para la comedia con las escenas con Lois, ves en sus ojos la inocencia de este tipo noble, es Superman, por mucho que hay varios después que ,lo hayan encarnado, son solo copias del original. Para siempre su mantra (patriótico americano) "La verdad, la justicia y el estilo americano".
Película que me puede por la nostalgia de retrotraerme a mi niñez, a mis recuerdos de cuando veía las estampas con Superman haciendo de rail para el tren, cogiendo el helicóptero, o volando cual símbolo infinito de libertad. La inocencia de la película compite con mi melancolía. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/07/superman.html