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Voto de TOM REGAN:
8
7,7
7.341
Intriga. Drama
Una niña aparece asesinada en el bosque de un pequeño pueblo suizo. Inmediatamente las sospechas recaen sobre el viejo vendedor ambulante que encontró el cadáver. Únicamente el comisario Mattei duda de su culpabilidad, pero se acaba de jubilar y deja el caso en manos de un compañero. Ya en el aeropuerto, a punto de despegar su avión, a Mattei le vienen a la mente algunos detalles contados por los niños de la escuela; decide entonces ... [+]
20 de septiembre de 2018
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
186/25(30/08/18) Sugestivo film de culto realizado por el húngaro afincado en España Ladislao Vajda, una extraña coproducción entre Suiza-RFA-España, en un relato con claros efluvios a las langianas“M, el vampiro de Düsseldorf” (1931), y “Furia” (1936) aunque cambiando el escenario urbanita germano por los bucólicos bosques suizos, mezclado con elementos de “La noche del cazador” (Charles Laughton, 1955), con algunas reminiscencias de “El doctor Frankenstein” (James Whale, 1931), si bien su hilo argumental parece trazado sobre el cuento clásico de “Caperucita Roja”.En mayo de 1957, el escritor helvético Friedrich Dürrenmatt recibió el encargo del productor cinematográfico Lazar Wechsler para escribir el guión de una película, debía tratar de crímenes sexuales contra niños, Dürrenmatt aceptó la tarea y escribió la plantilla para el guión cinematográfico posterior. Entró en el proyecto el realizador Ladislao Vajda y Heinz Rühmann como protagonista, colaborando en el libreto además del mencionado literato, el propio Vajda y Hans Jacoby (“Siroco”). Dürrenmatt tampoco estuvo entusiasmado con el resultado final de la película, no le gustó su conclusión, tildándolo de poco realista, por lo que decidió hacer una novela con el final que él creía más adecuado, publicándola ese mismo año, con el título “The pledge”, Sean Penn dirigió en 2001 la adaptación de este libro, titulada de modo homónimo. Vajda imprime un gran pulso narrativo, mostrando gran dominio de la ambientación, así como destacable es la creación del psicópata, encarnado por un extraordinario Gert Fröbe, como un pusilánime humillado por su mujer. El título en alemán, Es geschah am hellichtenTag, podría traducirse como “Sucedió a plena luz del día”, es más sugerente y menos explícito que en castellano, y, además, pone de relieve uno de los grandes méritos de la película, que es hacer cine negro a pleno sol.
Ladislao imprime un sello turbador entre lo mágico del entorno de cuasi cuento de hadas, con la crudeza de lo más perverso de la naturaleza humana, ello conjugando un entorno idílico en pueblos de montaña boscosos, con casas de entramado, construyendo una narración sólida, cargada del clásico expresionismo alemán, sabiendo engancharte en su primera mitad, donde el centro es el sospechoso un vendedor ambulante (Michel Simon), creándose en el pueblo un clima de linchamiento que recuerda al de “Furia” (1936), erigiéndose como titán carismático la actuación del actor que lo encarna, con enfrentamientos con la policía vibrantes, con diálogos y situaciones intensas, momentos inquietantes, especialmente emocionante la argumentación que da el vendedor a Matthäi para defender su inocencia, y es que le dice al comisario que investigue, pues cuando fue arrestado en una ocasión por robo el negaba los hechos, y el comisario demostró su culpabilidad y fue a prisión, es por ello que el acusado quiere lleve Matthäi la investigación, por su compromiso con la verdad;. Para en su segunda mitad cambiar de registro para enfrentar a los doppelganger, donde el villano es un ser atormentado psicológicamente por un entorno opresivo que lo lleva a desquitar su latente furia en los más débiles (unas niñitas), y frente a él su obsesivo perseguidor, angustiado por el temor de haber provocado el suicidio de quizás un inocente, para ello él se embarca en una odisea con aristas que no le dan complejidad, por el hecho de poner en peligro a una niña inocente con tal de intentar dar con el infanticida, con lo que la trama se estratifica en grises muy loables. Bañando el metraje en la intriga, el suspense, el temor, mientras vemos en paralelo la vida de ex policía y su perseguido, dos tipos obsesionados, uno por las niñas y él “gasolinero” con atraparlo, cuando quizás sea solo un fantasma de su imaginación ansiando perdón, para intentar cazarlo deberá retorcer sus principios morales.
Con la aparición a medio metraje del criminal la cinta toma otra dimensión, Vajda lo escenifica de forma impactante y hábil. Tras una (muy artificiosa escena, pues es poco verosímil el retrato psicológico que se hace del psicópata con solo un dibujo de una niña) escena con un psiquiatra que describe la personalidad convulsa del probable villano, hay corte abrupto y vemos aparcado un gran vehículo negro, imponente cual carroza de Drácula, que identificaremos rápidamente con el del dibujo de la niña asesinada, y sabremos es propiedad de la muerte con una navaja de afeitar. Hay una toma general de un edificio, tras lo que la cámara registra unas enormes manos temblorosas que cimbran ante una reprimenda de una iracunda mujer, con lo que hemos oído del psiquiatra sabremos ipso-facto estas extremidades pertenecen al “gigante”. Pero Ladislao se guarda su rostro para cuando lo vemos ya en el auto negro circular por carretera, viendo a la niñita cebo, tras lo que se cruza con su ignorante cazador en la gasolinera; Espectacularmente asfixiante es el primer encuentro del “Gigante” con el “Cebo”, una aparición en el bosque aterradora confrontándola con la inocencia de la niñita, el tipo intenta ganarse a la joven jugando con una marioneta, la ingenuidad de la infante queda patente cuando lo toma por un “Mago” bueno, una secuencia que rezuma inquietud y desasosiego por crear un icono de un pederasta; … más en spoiler.
La puesta en escena resulta notable para infundir el halo de cuento de hadas turbador con ogro, cuasi-Caperucita Roja y el cazador, empezando por el notable diseño de producción de Max Röthlisberger, recreando estos paisajes pastoriles en Gasthaus zum Lowen en Bonstetten; El restaurante con la inscripción Graubünden se encuentra en el Tardisbrücke sobre el Rin en Landquart ; La estación de servicio SOCAL es, de hecho, una granja en Trimmis (Deutsche Strasse); Las escenas en las que Matthäi conoce a Annemarie Heller fueron filmadas en Trimmis; En la conversación con el comerciante de la aldea en el fondo está la Iglesia Protestante-Reformada;… (sigue en spoiler)
Ladislao imprime un sello turbador entre lo mágico del entorno de cuasi cuento de hadas, con la crudeza de lo más perverso de la naturaleza humana, ello conjugando un entorno idílico en pueblos de montaña boscosos, con casas de entramado, construyendo una narración sólida, cargada del clásico expresionismo alemán, sabiendo engancharte en su primera mitad, donde el centro es el sospechoso un vendedor ambulante (Michel Simon), creándose en el pueblo un clima de linchamiento que recuerda al de “Furia” (1936), erigiéndose como titán carismático la actuación del actor que lo encarna, con enfrentamientos con la policía vibrantes, con diálogos y situaciones intensas, momentos inquietantes, especialmente emocionante la argumentación que da el vendedor a Matthäi para defender su inocencia, y es que le dice al comisario que investigue, pues cuando fue arrestado en una ocasión por robo el negaba los hechos, y el comisario demostró su culpabilidad y fue a prisión, es por ello que el acusado quiere lleve Matthäi la investigación, por su compromiso con la verdad;. Para en su segunda mitad cambiar de registro para enfrentar a los doppelganger, donde el villano es un ser atormentado psicológicamente por un entorno opresivo que lo lleva a desquitar su latente furia en los más débiles (unas niñitas), y frente a él su obsesivo perseguidor, angustiado por el temor de haber provocado el suicidio de quizás un inocente, para ello él se embarca en una odisea con aristas que no le dan complejidad, por el hecho de poner en peligro a una niña inocente con tal de intentar dar con el infanticida, con lo que la trama se estratifica en grises muy loables. Bañando el metraje en la intriga, el suspense, el temor, mientras vemos en paralelo la vida de ex policía y su perseguido, dos tipos obsesionados, uno por las niñas y él “gasolinero” con atraparlo, cuando quizás sea solo un fantasma de su imaginación ansiando perdón, para intentar cazarlo deberá retorcer sus principios morales.
Con la aparición a medio metraje del criminal la cinta toma otra dimensión, Vajda lo escenifica de forma impactante y hábil. Tras una (muy artificiosa escena, pues es poco verosímil el retrato psicológico que se hace del psicópata con solo un dibujo de una niña) escena con un psiquiatra que describe la personalidad convulsa del probable villano, hay corte abrupto y vemos aparcado un gran vehículo negro, imponente cual carroza de Drácula, que identificaremos rápidamente con el del dibujo de la niña asesinada, y sabremos es propiedad de la muerte con una navaja de afeitar. Hay una toma general de un edificio, tras lo que la cámara registra unas enormes manos temblorosas que cimbran ante una reprimenda de una iracunda mujer, con lo que hemos oído del psiquiatra sabremos ipso-facto estas extremidades pertenecen al “gigante”. Pero Ladislao se guarda su rostro para cuando lo vemos ya en el auto negro circular por carretera, viendo a la niñita cebo, tras lo que se cruza con su ignorante cazador en la gasolinera; Espectacularmente asfixiante es el primer encuentro del “Gigante” con el “Cebo”, una aparición en el bosque aterradora confrontándola con la inocencia de la niñita, el tipo intenta ganarse a la joven jugando con una marioneta, la ingenuidad de la infante queda patente cuando lo toma por un “Mago” bueno, una secuencia que rezuma inquietud y desasosiego por crear un icono de un pederasta; … más en spoiler.
La puesta en escena resulta notable para infundir el halo de cuento de hadas turbador con ogro, cuasi-Caperucita Roja y el cazador, empezando por el notable diseño de producción de Max Röthlisberger, recreando estos paisajes pastoriles en Gasthaus zum Lowen en Bonstetten; El restaurante con la inscripción Graubünden se encuentra en el Tardisbrücke sobre el Rin en Landquart ; La estación de servicio SOCAL es, de hecho, una granja en Trimmis (Deutsche Strasse); Las escenas en las que Matthäi conoce a Annemarie Heller fueron filmadas en Trimmis; En la conversación con el comerciante de la aldea en el fondo está la Iglesia Protestante-Reformada;… (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
… El pozo del pueblo, donde Annemarie juega con su muñeca, también está allí; Las escenas en las que Schrott se encuentra con Annemarie en el bosque fueron filmadas en el Fürstenwald cerca de Chur; La casa donde vive Schrott está en Chur (Upper Plessurstrasse); La limusina negra de Schrott, es una serie Buick Special 40; Todo esto ensalzado por la gótica fotografía de Heinrich Gärtner (“Mi tío Jacinto”), jugando con los elementos propios del estilo (contrapicados, juegos de sombras, luz de sol oblícua, picados), destacando que la mayor parte de lacción como toque singular acontece de día, como su propio título original indica; La música es de Bruno Canfora que ayuda a emitir la intensidad e inquietud ominosa en muchos tramos.
Heinz Rühmann como el obsesionado Matthäi, cumpel, aunque le faltan matices en su relación con la ujer que contrata y su niña, queda forzada esta situación, sobre todo cuan do ella dice que la niña le tiene cariño, cuando nunca se ha visto nada entre ellos; El que deja huella en la cinta es Gert Fröbe, está sensacional en el rol del complejo asesino Schrott, le otorga en su mirada cantidad de matices, en su lenguaje gestual de especie de serpiente frente a la niña, especie de cruce entre el flautista de Hamellín y un mantequero, emite en las escenas con su esposa ser un tipo sometido, vejado, traumatizado, hirviendo en su interior ansias de desquitarse con seres inferiores física y mentalmente. El actor quedó encasillado en roles de malo malísimo, como fue el del primer antagonista de la saga James Bond; Michel Simon está imponente como el buhonero Jacquier, sospechoso del asesinato, despliega carácter, poderío, raza, fenomenal su actuación; La española Maria Rosa Salgado está correcta en papel que podría haber estado mejor escrito, pues parece un esbozo de lo que se quiso; La niña Anita von Ow como Anne Marie Heller, despliega encanto y bonhomía infantil.
Spoiler:
Momentos recordables (aparte de alguno ya mencionado); Maravilloso por lo que proyecta es el momento en que el Matthäi descubre las manos manchadas de chocolate de la niña, cual estigmas vampíricos, la señal de que está en fase de ser vampirizada, en este caso asesinada; Excelente el rostro desencajado de alimaña de Schott al ser descubierto por el comisario en el bosque, es un oso con la rabia; Notable como el comisario tras haber atrapado al infanticida, oye en el bosque a la niña llamar al “Mago”, entonces Matthäi corre para no vea al criminal esposado, lleva consigo la marioneta del homicida, y se pone a “actuar” a la niña para ella no pierda su inocencia.
Al relato se le pueden buscar subcapas de subtextos críticos: Puede estar embistiendo a las sociedades cerriles dispuestas a tomarse la justicia por su mano cual turba linchadora; Puede estar puede estar arremetiendo contra la justicia y su modo avasallador de funcionar en los interrogatorios a Jacquier; Puede estar cargando contra el capitalismo en la figura del mísero Jacquier que se debe ganar la vida cual vagabundo con su tienda a cuestas; Puede estar lanzando misiles contra la institución del matrimonio, ello en dualidad, por un lado el modo en que el psicópata es humillado por su mandona esposa, por otro en la figura de la Sra. Heller, que ha tenido una hija estando soltera, y por ello es marginada en el pueblo; Puede estar atacando a la gente que pos de sus loables objetivos no dudan en acudir a la máxima maquiavélica de “el fin justifica los medios”, aunque para ello se engañe a una madre para poner en riesgo a su hija.
En conjunto queda una cinta con picos cautivadores, en un desarrollo sólido, pero al que echo en falta mayor introspección del comisario, demasiado superficial, me resulta complicado conectar con él. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/09/el-cebo.html
Heinz Rühmann como el obsesionado Matthäi, cumpel, aunque le faltan matices en su relación con la ujer que contrata y su niña, queda forzada esta situación, sobre todo cuan do ella dice que la niña le tiene cariño, cuando nunca se ha visto nada entre ellos; El que deja huella en la cinta es Gert Fröbe, está sensacional en el rol del complejo asesino Schrott, le otorga en su mirada cantidad de matices, en su lenguaje gestual de especie de serpiente frente a la niña, especie de cruce entre el flautista de Hamellín y un mantequero, emite en las escenas con su esposa ser un tipo sometido, vejado, traumatizado, hirviendo en su interior ansias de desquitarse con seres inferiores física y mentalmente. El actor quedó encasillado en roles de malo malísimo, como fue el del primer antagonista de la saga James Bond; Michel Simon está imponente como el buhonero Jacquier, sospechoso del asesinato, despliega carácter, poderío, raza, fenomenal su actuación; La española Maria Rosa Salgado está correcta en papel que podría haber estado mejor escrito, pues parece un esbozo de lo que se quiso; La niña Anita von Ow como Anne Marie Heller, despliega encanto y bonhomía infantil.
Spoiler:
Momentos recordables (aparte de alguno ya mencionado); Maravilloso por lo que proyecta es el momento en que el Matthäi descubre las manos manchadas de chocolate de la niña, cual estigmas vampíricos, la señal de que está en fase de ser vampirizada, en este caso asesinada; Excelente el rostro desencajado de alimaña de Schott al ser descubierto por el comisario en el bosque, es un oso con la rabia; Notable como el comisario tras haber atrapado al infanticida, oye en el bosque a la niña llamar al “Mago”, entonces Matthäi corre para no vea al criminal esposado, lleva consigo la marioneta del homicida, y se pone a “actuar” a la niña para ella no pierda su inocencia.
Al relato se le pueden buscar subcapas de subtextos críticos: Puede estar embistiendo a las sociedades cerriles dispuestas a tomarse la justicia por su mano cual turba linchadora; Puede estar puede estar arremetiendo contra la justicia y su modo avasallador de funcionar en los interrogatorios a Jacquier; Puede estar cargando contra el capitalismo en la figura del mísero Jacquier que se debe ganar la vida cual vagabundo con su tienda a cuestas; Puede estar lanzando misiles contra la institución del matrimonio, ello en dualidad, por un lado el modo en que el psicópata es humillado por su mandona esposa, por otro en la figura de la Sra. Heller, que ha tenido una hija estando soltera, y por ello es marginada en el pueblo; Puede estar atacando a la gente que pos de sus loables objetivos no dudan en acudir a la máxima maquiavélica de “el fin justifica los medios”, aunque para ello se engañe a una madre para poner en riesgo a su hija.
En conjunto queda una cinta con picos cautivadores, en un desarrollo sólido, pero al que echo en falta mayor introspección del comisario, demasiado superficial, me resulta complicado conectar con él. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/09/el-cebo.html