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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
6
Drama Howard Roark (Gary Cooper) es un arquitecto vanguardista, ávido de romper con todo lo hecho hasta ahora en los terrenos de la arquitectura. Dominique Francon (Patricia Neal) es una columnista del periódico The Banner de New York que también ama la individualidad y todo lo que libere al hombre de la esclavitud de las ideas. Juntos, pero "separados", iniciarán una guerra contra el mundo de lo convencional. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2009
12 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
La miro y la remiro, pero sigo sin encontrarle una gran diferencia entre "El manantial" y toda esa clase de historias que mi madre suele llamar con acierto "novelas de amor y lujo". No veo el motivo por el cual considerar esta una gran película si no consideramos nada de Danielle Steel o Jacqueline Briskin alta literatura.

La historia va de un ambicioso arquitecto con ínfulas de genio que lucha contra las vulgares y tiránicas directrices de la sociedad (ya sabéis, el rollo de "mi arte por encima de la masa vil".). Dicho personaje se enamora tórridamente de una mujer de psicología confusa y autodestructiva que a su vez acaba casándose con el director de un periódico cuyas directrices orquestan la dirección de la opinión pública, algo bastante importante para el desarrollo de la carrera del arquitecto: por cierto, ejemplar la manera en que se establecen las relaciones del trío amoroso. Cada uno de ellos tiene un pasado, una definición y una personalidad fuerte y mantienen tenso el cable entre sus relaciones aportando tanto como reclaman para sí mismos. Es sin duda lo mejor de la película y no algún que otro discursito ampuloso y condescendiente de esos que algunos directores encasquetan a presión en sus películas peguen o peguen con a historia y con los personajes.

En otros aspectos, nada destacable. Gary Cooper se inhibe y Patricia Neal sobreactúa y a pesar de que la escena de su primer encuentro es una maravilla de potencial erótico e icónico, más tarde reconducirán su relación al terreno de lo melodramático y bochornoso. El tercero en discordia, Raymond Massey, sin embargo otorga una dignidad y una inteligencia ejemplares al que en principio parecía ser el más débil de los vértices del triángulo. La relación amorosa más tarde se revelará un clásico rellenatramas porque en ningún momento tenemos la sensación de que dicha relación tenga algún tipo de relevancia en la historia.

Diríase pues que "El manantial" es un cine-culebrón disfrazado de alto standing, algo que puede despistar en algún momento si no se cuenta, como en mi caso, con una prolífica carrera de lectora de novelas de amor y lujo.
Neathara
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